Inflación

Sin resultados, la estrategia contra la inflación

Pese a las dos modificaciones que lleva desde su firma en mayo de 2022, el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) no ha tenido el resultado previsto. Según expertos, el acuerdo no toma en cuenta la complejidad del mercado mexicano.
viernes, 27 de enero de 2023 · 06:48

Pese a las dos modificaciones que lleva desde su firma en mayo de 2022, el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) no ha tenido el resultado previsto. Según expertos, el acuerdo no toma en cuenta la complejidad del mercado mexicano, las empresas firmantes utilizan los productos de gama baja como gancho para subir los de gama alta, y mucha gente no compra la canasta básica en los grandes almacenes, sino en comercios locales que no se sumaron al acuerdo.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La estrategia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para contener el alza de los precios a través del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), posteriormente convertido en el Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía (Apecic), no aterriza en los bolsillos de los mexicanos.

Aun peor, las grandes cadenas de distribución utilizan esa estrategia como gancho de consumo, ante la diferente gama de calidad de los 24 productos incluidos en la canasta, la cual el gobierno pretende que se comercialice en mil 39 pesos promedio.

“La gente no compra la canasta de manera lineal, compra algunos productos de gama media y algunos de gama alta, es una canasta variada. Lo que hacen los supermercados es que los productos de gama baja operan como gancho. Al final del día en ningún escenario la canasta está como se pretende que se venda. El Apecic se ha vuelto un gancho de consumo para el canal moderno. La realidad es que el canal moderno encontró un área de oportunidad para decir ‘somos responsables’”, advierte Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

El dirigente dice que un sondeo de precios realizado en Walmart, Soriana y Chedraui, tres de las 15 empresas firmantes del Apecic, el pasado 3 de octubre, revela que el precio de la canasta de mil 39 pesos sólo se cumple en Chedraui, pero con productos de gama baja.

En Walmart, la canasta Apecic de gama baja cuesta mil 44 pesos; en calidad media se eleva a mil 181 y la gama alta, “que es de los productos que la gente quisiera consumir”, asciende a mil 265 pesos.

En Chedraui la canasta con productos de gama baja se comercializa en mil 25 pesos; la de gama media en mil 141, que son los que la gente procura comprar; en tanto que los de alta calidad se venden en mil 460 pesos.

Mientras que en Soriana la gama baja está en mil 35 pesos, la canasta de gama media en mil 141, y los de mejor calidad se venden en mil 324.

Según la Anpec, a nivel estatal y en canales tradicionales, como tiendas de la esquina o de abarrotes, no es posible que el consumidor mexicano adquiera una canasta de 24 productos esenciales por debajo de mil 39 pesos.

En Puebla la canasta se adquiere en mil 42 pesos promedio; en Tamaulipas, en mil 44 pesos; en Hidalgo, en mil 61… El precio más alto se encuentra en Tabasco, con mil 346 pesos; en Michoacán, mil 348 pesos; y en Campeche, mil 293 pesos.

Una de las principales causas por las que el Apecic no logra aterrizar es la ausencia de un verdadero diseño de política para establecer distintos paquetes contra la inflación en las diferentes regiones del país.

“Se tuvieron que establecer paquetes Pacic regionales, porque mucha gente no consume lo mismo en el Sureste que en el Occidente o en el Norte. Se debió establecer qué alimentos y productos tienen más demanda y preferencia. El mercado es muy complejo”, explica Rivera en entrevista.

Sin embargo, el gobierno de López Obrador sólo logró que se involucraran 12 grandes empresas al Apecic, además de Walmart, Chedraui y Soriana: Grupo Minsa, Grupo Sigma, Grupo Verde Valle, Grupo SuKarne, la Organización de Porcicultores Mexicanos, Grupo Socorro, Grupo San Juan, Gusi, Maseca, Bachoco, Grupomar y Pinsa.

Presión sobre los precios

En un artículo de prensa, el economista jefe de BBVA en México, Carlos Serrano, coincidió con el presidente de la Anpec en que la estrategia para contener los precios por parte de la Cuarta Transformación es errónea.

“En el marco del Apecic, grandes empresas distribuidoras se comprometieron a reducir en 8% el precio de 24 productos de la canasta básica. Me parece que no se logrará el objetivo. Primero, porque millones de mexicanos no adquieren esos productos de las grandes empresas que se sumaron al acuerdo, sino que lo hacen, en especial las familias de menores recursos, en mercados locales que no se sumaron al acuerdo”, señaló el economista el pasado 14 de octubre en el diario El Financiero.

De acuerdo con la Anpec, el canal moderno lo integran las 17 mil 500 unidades de venta que tiene Walmart, más 800 de Soriana y las 348 tiendas pertenecientes a Chedraui, además de unas 21 mil tiendas de conveniencia, mientras que más de 1 millón de comercios pequeños integran el canal tradicional.

En segundo lugar, agregó Serrano, es complicado que estas grandes distribuidoras consigan el objetivo de no aumentar los precios cuando sus proveedores están enfrentando mayores costos. De lograrlo, remató, eventualmente esos mayores costos se traspasarían a precios una vez concluido el acuerdo; se estaría pateando el balón hacia delante.

Otro dato: el último Reporte sobre las Economías Regionales, correspondiente al tercer trimestre de 2022, elaborado por el Banco de México, reveló que los directivos entrevistados de todas las regiones y dedicados al comercio coincidieron en que su actividad sigue siendo afectada, particularmente por el incremento sostenido en los precios de los alimentos, que redujo el poder de compra de los hogares.

Mencionaron también que, pese a la reducción en los tiempos de recepción y entrega de diversas mercancías de importación, los precios de estos bienes continuaron elevados en los mercados internacionales, lo que terminó reflejándose en mayores precios en el mercado nacional y en un estancamiento en el valor de sus ventas.

Cabe destacar que los datos contenidos en el citado reporte se recolectaron antes de la firma del Apecic el 3 de octubre. Sin embargo, permiten observar que, pese a la puesta en vigor del Pacic en mayo de 2022, los precios aumentan y para las empresas es complicado mantenerlos al consumidor.

Ante la falta de resultados claros, el pasado viernes 6 la Secretaría de Economía (SE) publicó un nuevo decreto para la exención temporal del pago de arancel a la importación definitiva de diversos productos alimenticios, de higiene personal, alimento para animales e insumos para la agricultura, a fin de contrarrestar la escalada de precios durante 2023.

Ese decreto amplió el beneficio a mercancías clasificadas en 33 fracciones arancelarias, lo cual se suma a los productos que ya contaban con la reducción arancelaria.

Además se incluyen mercancías clasificadas en 23 fracciones arancelarias a la facilidad administrativa en el acreditamiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias.

Los productos que se adicionan son: pavo, ajo, lechuga, espinaca, lentejas, pera, arroz descascarillado, almidón de maíz, embutidos, tilapia, salsa de soya, cátsup, otras salsas de tomate, preparaciones para sopas y caldos, sopas y caldos preparados, harina de carne y despojos para alimentación de animales o abono, cereales, residuos de la industria de almidón, alimento para perros y gatos.

También desodorante y antitranspirante, desinfectante, manteles y servilletas, cepillos de dientes, toallas sanitarias, pañales, abonos, insecticidas, raticidas y herbicidas, así como aceite de soya, de girasol y de cártamo.

El nuevo decreto, que no fue anunciado en Palacio Nacional sino mediante un comunicado de la SE, mantiene la facilidad administrativa en el acreditamiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias para aquellos que cuenten con la Licencia Única Universal, lo que incide en una disminución de precios para los consumidores finales al reducir los costos de importación.

Con este decreto ya es la segunda ocasión que se ajusta el original Pacic, firmado en mayo y modificado en octubre, cuando se convirtió en Apecic. Y por donde se le vea, los resultados no han sido los esperados.

Según el monitoreo elaborado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, desde mayo (cuando entró en vigor el Pacic) hasta el 30 de diciembre de 2022, el costo de la canasta básica Pacic aumentó 3.4% en la Ciudad de México; 2.2% en Monterrey y 2.1% en Guadalajara.

Si se compara la canasta desde que se firmó el Apecic en octubre hasta el 30 de diciembre, la canasta de los mismos productos redujo su costo en 4.6%, pero 17 productos presentan aumentos; en la capital de Jalisco disminuyó 3.1%, aunque incrementaron su precio 14 productos; en tanto que en Monterrey el precio de la canasta bajó 1.8% de octubre a diciembre y 15 de los 24 productos reportaron alza.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2412 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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