Oceanografía
El estilo de la PGR de Murillo Karam: Oceanografía, otro caso armado mediante tortura
Durante cuatro días de marzo de 2014, agentes de la PGR torturaron a Jorge Alejandro Hernández Ortega para obligarlo a firmar una declaración ministerial cuyo contenido desconocía. Dicha declaración fue clave para armar un caso mediático que fue utilizado como emblema contra la corrupción.Durante cuatro días de marzo de 2014, agentes de la entonces PGR torturaron a Jorge Alejandro Hernández Ortega para obligarlo a firmar una declaración ministerial cuyo contenido desconocía. Dicha declaración fue clave para armar un caso mediático que fue utilizado por el gobierno de Peña Nieto como emblema contra la corrupción: la denuncia por fraude que CitiBanamex y Pemex interpusieron contra los dueños de Oceanografía, Amado Yáñez y Martín Díaz Álvarez.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– El 3 de marzo de 2014 Jorge Alejandro Hernández Ortega salió de su casa en Ciudad del Carmen, Campeche, para ir a trabajar. Momentos después fue detenido por dos hombres que se identificaron como agentes federales. Lo que pretendía ser una jornada laboral de rutina se convirtió en un viaje de unos mil 700 kilómetros para padecer cuatro días de tortura.
El propósito de la detención, incomunicación y tortura física y psicológica era hacerlo firmar una declaración ministerial en la que se describía una serie de sobornos a funcionarios de Pemex, facultados para autorizar cuentas por cobrar por obras y servicios inexistentes a partir de los cuales Banamex pagaba, en calidad de fiduciario de los contratos de la petrolera, a la empresa para la que Jorge Alejandro trabajaba: Oceanografía.
Para entonces, Oceanografía llevaba años en el ojo público. Durante el sexenio de Vicente Fox, cuando inició su bonanza, la empresa estuvo implicada en las investigaciones sobre los hermanos Manuel y Jorge Bribiesca, hijos de la entonces primera dama Martha Sahagún. Hubo una comisión especial en la Cámara de Diputados que siguió la relación de negocios entre los hijastros de Vicente Fox y Amado Yáñez, presidente de Oceanografía, y aunque hubo denuncias, no prosperaron.
Durante años Amado Yáñez fue ampliamente registrado en diferentes medios de comunicación por su afición a los relojes costosos y cierta excentricidad. Sin embargo, cerró el sexenio calderonista en jauja y en 2013 hasta se permitió el capricho de comprar el equipo de futbol Gallos Blancos… pero entre 2013 y 2014 la buena estrella que lo alumbró en las administraciones panistas dejó de brillar.
Días antes de la detención de Jorge Alejandro Hernández Ortega, la Secretaría de la Función Pública emitió una inhabilitación contra la empresa y, a través de filtraciones, difundió que Amado Yáñez Osuna, así como su socio, Martín Díaz Álvarez, eran investigados por fraude contra CitiBanamex.
Oceanografía era una de las más importantes contratistas de Pemex. Fue fundada por el padre de Yáñez Osuna en 1967 y, para el cierre del sexenio de Felipe Calderón, tenía 42 contratos vigentes con Pemex y ventas anuales estimadas en mil millones de dólares.
De repente, al llegar el gobierno de Enrique Peña Nieto y con Emilio Lozoya Austin al frente de la petrolera del Estado, se ordenaron 27 auditorías al mismo número de contratos de Oceanografía, de los cuales surgió la inhabilitación que le cancelaba la posibilidad de contratar con el gobierno entre febrero de 2014 y noviembre de 2015.
Aunque la inhabilitación era combatible con un amparo, aquel febrero de 2014 surgió la acusación de CitiBanamex y Pemex por el presunto fraude. Así, en pleno Mexican moment, el peñanietismo convertía a Amado Yáñez y a su socio Martín Díaz en imputados en actos de corrupción y fraude de gran calado, por lo que tomó el control de la empresa a través de la Procuraduría General de la República (PGR).
La PGR consiguió liberar órdenes de aprehensión contra Yáñez Osuna y Martín Díaz. El 14 de octubre de ese mismo año, el primero fue detenido en Acapulco; el segundo fue detenido el 12 de agosto de 2015 en Miami, Florida.