Cine

“Litigante”, de Lolli, retrato de la mujer actual

"Litigante" llega a las salas precedida de una sólida trayectoria de Franco Lolli, quien reúne varios temas complejos de la realidad actual (la relación madre-hija, el amor, la eutanasia…), que se relacionan con las luchas y los deseos femeninos.
sábado, 7 de mayo de 2022 · 13:28

Esta cinta llega a las salas mexicanas precedida de una sólida trayectoria del cineasta colombiano, quien reúne varios temas complejos de la realidad actual (la relación madre-hija, el amor, la eutanasia…), no sólo de su país, sino de Latinoamérica, que se relacionan con las luchas y los deseos femeninos. Entre ellos, el de la justicia. Formado en el ámbito familiar de la abogacía, Franco Lolli aborda un caso de corrupción. En entrevista, cuenta su dificultad de lograr un equilibrio para narrar la historia, que consiguió desde la intimidad, única manera de “expresarlas en la pantalla”.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La segunda película del colombiano Franco Lolli, Litigante, ha participado en más de 30 festivales internacionales, como Cannes (Francia), La Habana (Cuba), Melbourne (Australia), Zúrich (Suiza), Philadelphia (Estados Unidos), Leiden (Holanda) y Thessaloniki (Grecia), y ahora se encuentra en los cines de México.

Lolli (Bogotá, 1983), en entrevista por Zoom, recuerda que la idea original de Litigante surgió de la relación que lleva con su mamá, Leticia Gómez, quien sin ser actriz interpreta en el largometraje a la madre de la protagonista, Silvia, recreada por la escritora y columnista Carolina Sanín:

“También surge de mis ganas de retratar muchos de los conflictos de la mujer, de sus luchas y sus deseos. Tuve dos guionistas francesas, Marie Amachoukeli-Barsacq y Virginie Legeay, esta última es mi exnovia y amiga de toda la vida, y la otra es una directora cuya primera película Party girl (2014) tuvo mucho éxito. Ella me ayudó en el último proceso del guion para terminar de darle más peso justamente a la relación madre e hija.”

Litigante (Colombia y Francia, 2019), que recibió los premios a Mejor Película en Chicago (Estados Unidos), Mejor Actriz en Santo Domingo (República Dominicana) y Mejor Actriz en Vladivostok (Rusia), pone énfasis en Silvia, una madre soltera que debe cuidar a su hijo y a su mamá enferma de cáncer (que se opone a la quimioterapia), abogada que trabaja para el gobierno de la ciudad y a quien le toca ser el chivo expiatorio de un caso de corrupción.

El cineasta cuenta que la primera versión del guion de Litigante la escribió en un par de meses, “lo cual es rápido para un texto de un largometraje”. Por el contrario, reescribirlo le llevó un par de años, dice, porque había muchos temas:

“Era muy difícil encontrar el equilibrio correcto, justamente entre la enfermedad, el proceso legal, la historia de amor, ya que Silvia se enamora de un periodista, y está el niño, en fin. Deseaba que todo eso se viera orgánico y se interconectara, y ¡creo que lo logré!, gracias a que el personaje de Silvia es potente y rico. Pero no puedo decir que haya sido fácil…”.

Lolli, además productor, se crió con su madre Leticia Gómez, sus tías y su abuela. Su padre murió antes de su nacimiento. Cursó estudios de cine en Francia, primero en la Universidad Paul Valéry (Sobornne-Nouvelle) y luego en La Fémis. Su primera película, Gente de bien (2014) –en torno a la relación de un niño y su padre–, debutó en La Semana de la Crítica del Festival de Cannes 2014 e intervino en más de 70 festivales internacionales, donde consiguió siete reconocimientos. Desde entonces ha tenido una trayectoria descollante: su cortometraje Como todo el mundo (2007) se llevó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Clermont-Ferrand (Francia), y en 2012 otro, Rodri, estrenado en La Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, fue seleccionado en más de 50 encuentros en el mundo y obtuvo 13 premios.

Se le menciona que a primera vista en Litigante –que igual formó parte  en la Semana de la Crítica en Cannes, pero del 2019–, se observa a una familia disfuncional, si bien la situación va cambiando, y narra:

“Es chistoso porque uno siempre habla de la familia disfuncional, pero eso partiría de la base de que existe una funcional. Hay varias maneras de ser disfuncional. En esta familia el amor nunca está en juego o en duda, existen otras que no están en conflicto, pero el amor está en duda, y hay otras que obligan a cosas que uno no quiere hacer. Cada familia es un problema y cada familia es una solución.

“Yo quiero mucho a mi hijo y a mi esposa, y a la vez tenemos peleas horribles… Si eres un ser humano más o menos normal la pelea permite también generar un equilibrio, que las cosas que se tienen que decir se digan. Por ejemplo, uno de mis mejores amigos habla muy poco y creo que está muy perturbado porque habla muy poco, entonces casi no se queja.”

Abogada contra la corrupción

–¿Por qué una abogada es la protagonista en la cinta?

–Mi familia es de abogados y siento un respeto muy grande por los abogados. Admiro mucho el tipo de inteligencia que se necesita para ser un buen abogado, no para ser un chupa sangre al que sólo le importa el dinero. Un buen abogado es el que trata de hacer valer las leyes a través del derecho.

“Yo firmo contratos todo el tiempo por dedicarme al cine, y esos contratos en realidad nos vinculan al mundo. Y los contratos familiares, los que uno no firma, también nos vinculan, pero son tácitos.”

En la historia, la corrupción en una oficina de gobierno no deja en paz a la familia. Lolli comenta por qué ese es otro tópico en Litigante:

“Abordo este problema un poco por razones obvias: en Colombia (y en México también) lo sufren. Escucho la radio cuando voy en el auto, y todos los días hay un caso nuevo de corrupción gigantesco en una obra pública, en un contrato, y me pareció interesante traer ese fondo.

“Tengo una vida familiar y hago mis cosas, pero me subo al auto y en la radio me cuentan cómo la gente perjudica al país e impide que funcione. Bueno, lo mismo pasa en toda Latinoamérica. Me pareció interesante vincular al personaje directamente con esos conflictos que hay en nuestros países. Posiblemente en México y Colombia la corrupción es más frecuente, aunque la violencia también. Somos las dos naciones más cercanas en ambas cosas, porque además tenemos el narcotráfico.”

Una muerte digna

La muerte es otro asunto en Litigante. Al respecto el realizador narra que al rodar el filme se dio cuenta de que también hablaba muy sutilmente de la posibilidad de la eutanasia:

“Yo estoy de acuerdo teóricamente con la eutanasia, pero emotivamente no. No quiero que mi mamá me diga un día que se va, sobre todo si está en plenas condiciones físicas y psicológicas. Es muy difícil aceptar eso. El padre de un amigo enfermó de depresión, tenía 80 o 78 años, y se suicidó, lo cual fue un shock muy fuerte. Esas cuestiones aparecen en la película casi sin mí consentimiento, pero mi intuición me fue llevando hacia ellas.”

Su mamá en la vida real padeció cáncer y el personaje que hace no desea someterse a ningún tratamiento porque desea “morir con dignidad”. El drama, de 93 minutos, lo rodó antes de la pandemia. Agrega:

Es la primera vez que actúa Carolina Sanín (Bogotá, 1973), autora de las novelas Todo en otra parte (2005), Los niños (2014) –traducida al inglés e italiano–, y Tu cruz en el cielo desierto (2020), el libro de relatos Ponqué y otros cuentos (2010) y de los volúmenes de ensayo Alfonso X (2009) y El ojo de la casa (2019). Para niños ha escrito Dalia (2010) y La gata sola (2018). Lolli cuenta:

“Carolina además presenta un programa de opinión en televisión en Colombia y es profesora. La conozco de toda la vida porque somos primos segundos y muy amigos. Siempre pensé en ella al escribir la película, luego en el casting sentí que necesitaba otra cosa, y me demoré nueve meses viendo mujeres, actrices profesionales y no profesionales, y terminé volviendo a Carolina, pero me sirvió mucho haber visto a 30 mujeres. Es decir, de esas mujeres podía alimentar a Carolina para que fuera el personaje.”

Sanín ha sido columnista del periódico El Espectador,? las revistas Semana y Arcadia y el portal Vice.

El director, guionista y productor colombiano Vladimir Durán forma parte del elenco como el periodista Abel. Su primer largometraje Adiós entusiasmo (2018) tuvo su estreno mundial en el Festival de Berlín 2017.

Además de Litigante, ha actuado en los largometrajes Acá adentro (2013) de Mateo Bendesky, Por el dinero (2019) de Alejo Moguillansky, y Sangre (2020) de Juan Schnitman.

Trabajar con Leticia Gómez, su madre, dice, “fue más fácil y más difícil, ¡fue bello!”, y abunda en el sentido de la cinta:

“El largometraje es de personajes, no se cuenta desde la historia. En Colombia se filman pocos largometrajes como éstos. Las personas enfrentan muchos problemas, y cuando habla de ellos se libera un poco, la energía circula, y el cine es para eso, para entender lo que han sufrido.”

Debido a que radicó 12 años en Francia, pudo concretar la coproducción entre ese país y el suyo:

“Digo que es un largometraje medio francés en su construcción, en el equipo técnico, pero en el contenido es una ­película muy latinoamericana. Es un relato intimista, eso seguro se me pegó un poco de cuando estuve en Francia. Cuento algo desde la intimidad y no desde lo espectacular, pues de lo contrario, ¿cómo podríamos acercarnos a nuestras propias vidas, a expresarlas y representarlas en la pantalla?”

Está muy agradecido de que Litigante se vea en México:

“Estoy feliz que después de todo lo que ha pasado con el coronavirus el distribuidor de allá, Pimienta Films, decidió estrenar en cines. Las personas asisten menos a las salas que antes de la pandemia, porque se acostumbró a las plataformas y se siente más segura en su casa, entonces es una apuesta fuerte exhibir una película como ésta en cines. Espero que la gente acuda a verla.

Resume entonces:

“La única manera de vencer el miedo es enfrentándolo.” 

Reportaje publicado el 1 de mayo en la edición 2374 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

 

 

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