Gasolina
Subsidio a gasolinas: Un dudoso beneficio con tufo electoral
Analistas del sector económico advierten que la estrategia federal para contener el alza en los precios de las gasolinas causará un impacto negativo para las finanzas del país, “sacrificando recursos que pudieron haberse invertido en programas sociales u otros proyectos”.Analistas del sector económico advierten que la estrategia federal para contener el alza en los precios de las gasolinas causará un impacto negativo para las finanzas del país, “sacrificando recursos que pudieron haberse invertido en programas sociales u otros proyectos”. Explican por qué este subsidio beneficia menos a los que menos tienen y –de cara a la revocación de mandato– señalan su aire populista y electoral.
CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El subsidio que aplica el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) en las gasolinas va en sentido contrario a su máxima: “Primero los pobres”.
Además, la medida tiene un tinte “populista” de cara a la consulta de revocación de mandato que se realizará el 10 de abril y a la elección del 5 de junio para renovar seis gubernaturas, advierte la organización México Evalúa.
Elaborado por el centro de pensamiento y análisis, el reporte Política antes que finanzas: estímulos tiran al IEPS de combustibles a su peor nivel expone sobre el enfoque populista del esquema aplicado por la 4T: “No hay que olvidar que en 2022 están en juego las gubernaturas de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Hay que remarcar que este tipo de apoyos son totalmente regresivos, pues beneficia más a los que más tienen y consumen”.
México Evalúa recuerda que, con el mecanismo anterior de IEPS aplicado por el gobierno de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) calculó que 20% de la población de mayores ingresos obtenía 62% del subsidio, mientras que el 20% más pobre, sólo 2.8%.
Antes de 2015 el IEPS funcionaba más como un subsidio que como un impuesto. El gobierno federal determinaba el precio de venta al público de las gasolinas y el diesel, y si éste era menor a los costos de Pemex (transporte, almacenamiento, distribución y comercialización), la petrolera generaba un IEPS negativo. Sólo en el caso contrario se cobraba el IEPS.
El nuevo sistema del impuesto especial permitió un deslizamiento gradual en el precio de los combustibles hasta 2021.
De esa manera la gasolina Magna aumentó entre 2% y 9% de 2015 a 2021, y el diesel pasó de 2% a 10%, que son “incrementos todavía manejables políticamente”, dice el reporte.
Sin embargo, el nuevo mecanismo nunca se enfrentó a precios promedio anuales superiores a 65 dólares por barril, de manera que el viernes 4 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que establece estímulos complementarios a los combustibles automotrices.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2369 del semanario Proceso, cuya versión digital puedes adquirir aquí.