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Con AMLO, primero la austeridad... y luego los pobres
La administración de López Obrador es una de las que menos gasto social destina en América Latina a combatir la pobreza –10.4% del PIB– y el presupuesto que ejerció el año pasado en este rubro fue 8% menor que el máximo histórico alcanzado en 2015, durante el “periodo neoliberal”.La administración de López Obrador es una de las que menos gasto social destina en América Latina a combatir la pobreza –10.4% del PIB– y el presupuesto que ejerció el año pasado en este rubro fue 8% menor que el máximo histórico alcanzado en 2015, durante el “periodo neoliberal”. Así, la creencia de que en la 4T las ayudas sociales han llegado a extremos nunca vistos “es un mito”, dice Máximo Jaramillo-Molina, director del Instituto de Estudios sobre Desigualdad. En la recomposición del presupuesto, explica, se quitaron recursos a programas que no transferían dinero de manera directa, pero sí beneficiaban a los hogares más pobres; en cambio, las transferencias monetarias directas están beneficiando más a las clases medias y altas.
CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien tiene como frase emblemática “por el bien de todos, primero los pobres”, es uno de los que menos gasto social destina en América Latina al combate de la pobreza en términos proporcionales: apenas 10.4% del PIB.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) correspondientes a 2020, Brasil y Chile, que tienen gobiernos de orientación conservadora, invierten el doble que México en desarrollo social, con el equivalente a 22.5% y a 20.2% del PIB, en forma respectiva.
En la región, sólo Honduras, Guatemala y Haití tienen un gasto social menor que el de México como porcentaje del producto nacional.
De acuerdo con las cifras de la Cepal, la inversión más alta que se ha hecho en México para combatir la pobreza no ha ocurrido en este gobierno, sino en el pasado, en el bienio 2015-2016, cuando el gasto social llegó a 11.6% del PIB.
Máximo Jaramillo-Molina, doctor en ciencias sociales por el Colegio de México, dice a Proceso que, contrario a lo que hicieron otros gobiernos de la región frente a la pandemia de covid-19, el de López Obrador optó por no incrementar de manera sustancial el gasto social para paliar el impacto de la crisis en millones de familias vulnerables.
El director del Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig) explica que hay una creencia generalizada, derivada del discurso del presidente a favor de los pobres, de que en este gobierno el gasto social ha llegado a extremos nunca antes vistos, “pero esto no es así”.
Un estudio del investigador indica que durante los tres primeros años de este sexenio (2019-2021) el gobierno ejecutó un gasto de 3.51 billones de pesos en los programas sociales del Bienestar, mientras que en los tres primeros años del sexenio anterior (2013-2015) el gasto en los programas del gobierno de Peña fue 6.9% mayor al totalizar 3.75 billones de pesos.
De acuerdo con el académico, las cifras, estimadas en millones de pesos a precios constantes de 2021 a partir de datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), indican que “el supuesto de que López Obrador desarrolla la política social más ambiciosa de la historia del país es un mito”.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2363 del semanario Proceso cuya versión digital puedes adquirir aquí.