Familiares de las personas fallecidas por meningitis en Durango –donde la suma mortal ya es de 27– exigen justicia, mientras las autoridades estatales y federales siguen sin saber qué provocó esos decesos. Proceso recoge los testimonios de impotencia de los esposos de varias de las mujeres que perdieron la vida en los últimos meses a causa de esa enfermedad. 

DURANGO, DGO. (Proceso).– Después de un periodo de calma en la crisis sanitaria en la entidad, repentinamente en sólo dos días repuntaron de 23 a 27 los decesos por meningitis. Las autoridades admiten 72 casos confirmados y un universo de mil 800 personas en monitoreo. 

Los afectados piden investigar a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y detener a los prófugos dueños de los cuatro hospitales donde han ocurrido los decesos. Y quienes perdieron algún familiar o tienen algún enfermo muestran el dolor de la tragedia.

Janet fue operada de quistes el 19 de agosto en el hospital Del Parque por el cirujano Omar Padilla. La dieron de alta, pero a los tres días presentó dolores de cabeza “atípicos” que alteraron su vida cotidiana, narra su padre, Antonio Valdez. El 26 de agosto la internaron en la clínica Sagrado Corazón en Sombrerete, Zacatecas, donde le suministraron, sin éxito, un medicamento. Decidieron trasladarla de nuevo a Durango, cuenta don Antonio:

“Padilla nos pide que la llevemos al hospital Rebren. Ya traía temperatura. Allí estuvo cinco horas internada y regresamos a Zacatecas. Tres días después acudimos de nuevo a Durango con Filiberto Flores, nuestro médico particular, porque el dolor no bajaba. 

“Nos envió al AMCI con Eduardo Díaz, neurocirujano. Él se comunicó por teléfono con el doctor Luis Ángel Ruano. Le dijo: ‘Oye, ya cayó otra paciente con los mismos síntomas y viene de donde mismo: de El Parque’.

“Ruano nos pidió que internáramos a mi hija en el hospital Reforma”, agrega. “Ahí le hicieron muchos estudios por 10 días para desinflamar su cerebro, luego una punción lumbar y dos resonancias magnéticas en el hospital Vizcaya.”

La familia decidió regresarla al Reforma, donde el día 29, después de otra punción, Janet tuvo un derrame cerebral, La intubaron y la dejaron en terapia intensiva medio día. Ruano habló con los papás y les dijo que no encontraba la fórmula para ayudar a Janet.

“Decidimos trasladarla al IMSS, en donde estuvo 11 días”. señala.

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2407 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 18 de diciembre de 2022.