Campeche

Campeche: Regreso a clases entre dudas, temores... y alegría

La primera etapa de retorno a clases presenciales en las primarias de Campeche fue una mezcla de júbilo entre los alumnos y de temores entre algunos padres de familia y maestros. Estos últimos mostraron su preocupación por las malas condiciones de los planteles, que poco a poco han ido superando.
viernes, 30 de abril de 2021 · 07:10

La primera etapa de retorno a clases presenciales en las primarias de Campeche, sobre todo en las de educación indígena, fue una mezcla de júbilo entre los alumnos y de temores entre algunos padres de familia y maestros. Los menores apenas contenían su felicidad por reencontrarse en las aulas con sus compañeros; los demás mostraron su preocupación por las malas condiciones de los planteles y sus servicios, que poco a poco han ido superando. Confían en que, si todo sale bien, en mayo se reincorporen las escuelas de las comunidades de hasta mil habitantes. 

CHAMPOTÓN, CAMP. (proceso) .- El martes 20, cuando acudió al plantel Venustiano Carranza, en Canasayab, José “N” aguantó más de media hora bajo un sol que rajaba piedra antes de entrar. Tal era el entusiasmo de este estudiante de quinto de primaria por reencontrarse con el aula abandonada hace un año a causa de la pandemia de covid-19, que soportó la quemada.

La Venustiano Carranza es una de las 137 escuelas rurales de la entidad que, en esta primera de las tres etapas del Plan de la Reactivación Escalonada Mixta de los Servicios Educativos de Educación Básica, reabrió sus puertas el lunes 19. 

Ese día reanudaron sus actividades presenciales 104 primarias generales y 33 de Educación Indígena –ubicadas en comunidades rurales con menos de 500 habitantes y carentes de conectividad digital– en los municipios de Campeche, Hecelchakán, Hopelchén, Calakmul, Carmen, Candelaria, Escárcega, Champotón y Palizada, a las que acuden 5 mil 972 alumnos que están a cargo de 278 maestros.

Estas escuelas son bidocentes y multigrado; es decir, sólo tienen dos maestros, cada uno de los cuales atiende tres grados. En esta “nueva normalidad” el alumnado se organizó en grupos de cuatro; cada uno acude a dos sesiones de asesoría semanales que duran dos horas, según el horario que se les asignó. La jornada laboral se dividió en tres turnos de dos horas. 

Además de Canasayab, en el municipio de Champotón reabrieron las escuelas Justo Sierra Méndez de Cañaveral y Leona Vicario de San Juan Carpizo. 

En el listado de la Secretaría de Educación estatal (Seduc) también se menciona la de San Miguel, pero en una visita a esos lugares la corresponsal constató que en esta comunidad no hay plantel, de modo que los alumnos se fueron al de San Juan Carpizo.

El martes 20, en el show mediático que el primer día montaron las autoridades estatales en esas escuelas, afloraron las carencias, deficiencias y simulaciones. 

Aunque la Seduc invirtió 600 mil pesos en kits para la higiene y desinfección de esas escuelas, cada una recibió una dotación de cuatro litros de cloro, dos litros de jabón, cinco escobas y tres litros de ácido muriático que deben durarles hasta el 30 de junio, cuando termine el ciclo escolar. 

La dependencia entregó caretas insuficientes para los alumnos y termómetros que no servían. Ello obligó a los padres a participar en la sanitización de los planteles al término de cada turno y a hacer una colecta para comprar el gel antibacterial y más jabón. 

Las contingencias se multiplicaron los primeros días: falta de agua en algunos baños, lavabos y bebederos, muchos de los cuales datan del sexenio de Enrique Peña Nieto; y fallas en la energía eléctrica, lo que dificultaba el funcionamiento de los ventiladores. Poco a poco se han ido superando. 

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2321 del semanario Proceso, cuya versión digital puedes adquirir aquí.

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