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El proyecto petrolero de López Obrador, riesgo para Pemex
Analistas del sector de energía advierten que la estrategia del gobierno de López Obrador podría resultar en un búmeran para Pemex, cuya estructura de costos e ingresos sufriría un nuevo descalabro.La decisión presidencial de imponer un techo a la producción petrolera –con el argumento de defender el recurso como un bien soberano– se convertirá en un lastre para Pemex, afirman analistas del sector energético, pues hará retirarse a los inversionistas privados que fueron autorizados a participar en la industria de los hidrocarburos en administraciones anteriores.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El proyecto que impulsa el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para Pemex ha impuesto para el mercado petrolero nacional un techo en la producción del hidrocarburo que obligará a los jugadores privados a decidir si seguirán invirtiendo o si mantendrán en un nivel mínimo los contratos otorgados en los gobiernos anteriores.
Analistas del sector de energía advierten que la estrategia del gobierno de López Obrador podría resultar en un búmeran para Pemex, cuya estructura de costos e ingresos sufriría un nuevo descalabro.
En el 83 aniversario de la expropiación petrolera, López Obrador dio a conocer su “Decálogo para rescatar la industria de los hidrocarburos” y aseguró que el único dueño del petróleo es el pueblo de México, por lo que los beneficios le pertenecen. Así, marcó la ruta para defender el mercado de Pemex frente a la participación de empresas privadas.
George Baker, analista del sector petrolero en Baker & Associates, asegura en entrevista que aunque en julio pasado, durante la visita de López Obrador a Washington, trascendió que ya se habían resuelto las diferencias con Pemex para el control del pozo petrolero Zama, considerado el octavo más importante del país, la empresa estadunidense Talos Energy, que participó en el descubrimiento del yacimiento, aún espera una definición por parte del gobierno mexicano.
“Ya tienen dos años en conflicto con Talos Energy y sus socios sobre la producción del campo Zama, un pozo que Pemex iba a compartir con estos inversionistas que confiaron en la Ronda 1, durante el gobierno de Peña Nieto”, dice Baker, al precisar que el diferendo se centra en quién administrará este campo. “Pero no ha pasado nada y en Houston se pregunta qué ha pasado con este campo que podría generar más de 600 millones de barriles y consolidar la producción del pozo más importante descubierto en 20 años”.
Aunque el plan inicial del gobierno federal y de Pemex era producir mas de 2.6 millones de barriles diarios entre Pemex y empresas privadas, el nuevo escenario, anunciado por López Obrador, es el de una producción límite de 2 millones de barriles diarios al cierre de 2021, con lo cual la exportación de crudo oscilaría entre 25% y 30% de esa producción.
“No sacaremos del subsuelo más de 2 millones de barriles diarios; para ejemplificar, en nuestro gobierno extraeremos aproximadamente la mitad del petróleo que se explotó en todo el sexenio de Fox”, adivirtió el mandatario durante el evento conmemorativo de la expropiación petrolera, en el puerto de Coatzacoalcos.
Y aunque el presidente aseguró que se respetarán los contratos otorgados durante la reforma energética de Enrique Peña Nieto, advirtió que ya no se entregarán nuevas concesiones para la explotación del petróleo y que se protegerá a Pemex para mantener su participación actual en el mercado de las gasolinas, el diésel y otros derivados del petróleo.
Para el doctor Ramses Pech, de la consultoría Caraiva y Asociados, el decálogo es el anuncio de que en materia de producción y exploración de crudo, las inversiones en Pemex sólo se destinarán al mantenimiento de la plataforma, por lo que no habría incremento de inversiones, incluidas aquellas que la todavía empresa productiva del Estado tendría que realizar en asociación con empresas privadas.