Corrupción
Una detención con resonancias en Israel
La aprehensión de Juan Carlos García Rivera dio una sacudida al caso Pegasus que ha tenido eco en el país cuna de la industria del ciberespionaje a escala global.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La detención en México de un empleado del Grupo KBH dio una sacudida al caso Pegasus que ha tenido eco en Israel, país cuna de la industria del ciberespionaje a escala global.
El pasado lunes 8 la Fiscalía General de la República (FGR) informó que había sido detenido y vinculado a proceso Juan Carlos García Rivera, empleado de la empresa Proyectos y Diseños VME, la que vendió las licencias y actualizaciones del software espía al Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, explicó el pasado 28 de julio que Proyectos y Diseños VME facturó al Cisen 414 millones 424 mil pesos por concepto de “actualización y mantenimiento de infraestructura tecnológica”, nombre que se le asignó a los contratos de la plataforma Pegasus para evitar su identificación.
La compañía Proyectos y Diseños VME forma parte de la red de 56 empresas en México, Panamá y Gran Bretaña que están vinculadas con el empresario de origen israelí Uri Emanuel Ansbacher Bendrama, único distribuidor autorizado por NSO Group Technologies para la venta de software espía en nuestro país.
Proceso y Aristegui Noticias cuentan incluso con cotizaciones enviadas a la Sedena por la apoderada legal de Proyectos y Diseños VME, Tania Pamela Velázquez Díaz, en las que manifiestan que cumplen con todos los requisitos que marca la ley para participar en los procesos de licitación que emita esa dependencia.
El imputado
De acuerdo con la FGR, Juan Carlos García fue detenido el pasado lunes 1 en la ciudad de Querétaro, pero apenas este lunes 8 fue vinculado a proceso por su probable responsabilidad en el delito de intervención ilegal de comunicaciones agravado.
En la audiencia inicial de imputación, la defensa de García Rivera solicitó la ampliación del plazo constitucional para presentar pruebas de descargo, pero sus abogados al final no pudieron evitar el desenlace: fue vinculado a proceso y se le dictó prisión preventiva justificada.
El argumento de la fiscalía para mantener en la cárcel al empleado de la red empresarial ligada a Ansbacher es que García Rivera representa un peligro para la seguridad pública y la seguridad de las personas relacionadas con el proceso, ya sea víctimas o testigos, debido a sus conexiones con compañías privadas y funcionarios en esta misma materia.
Además, las autoridades ministeriales consideran que existe un alto riesgo de fuga del imputado, por lo que solicitaron una medida con alta necesidad de cautela que el juez de la causa avaló al dictar la prisión preventiva justificada contra Juan Carlos García, quién deberá enfrentar su proceso penal durante los próximos cuatro meses en el Reclusorio Sur.
A pesar de que la FGR en esta ocasión no expuso a la víctima de espionaje, el pasado 20 de julio señaló que una de las afectadas por el espionaje con Pegasus fue la periodista Carmen Aristegui, lo que constituye un agravante en el delito de intervención ilegal de comunicaciones.
La imputación contra García Rivera señala que es presunto responsable de violar el artículo 177 del Código Penal Federal en materia de intervención de comunicaciones privadas, ilícito agravado en términos del artículo 51 párrafo tercero del mismo código, ya que se cometió contra una periodista “con la finalidad de afectar, limitar y menoscabar su libertad de expresión”.
Más allá de las repercusiones que esta detención podría tener en México para el resto de los involucrados en la red de empresas fachada que se utilizaron para la venta del software espía al gobierno de Peña Nieto, el primer procesado a nivel internacional por el espionaje masivo con Pegasus también ha impactado en Israel.
El diario israelí Haaretz retomó el pasado jueves 11 la información dada a conocer en México, lo que representa un problema adicional para NSO Group, ya que la vinculación de García con Pegasus y la empresa israelí de software espía es una conclusión a nivel de una fiscalía.
“El fiscal general de México anunció el primer arresto por utilizar el software Pegasus de la empresa (NSO) para piratear ilegalmente el teléfono de una periodista”, comienza la nota firmada por el periodista Oded Yaron.
Agrega que fue la propia FGR la que vinculó a Grupo KBH del empresario israelí con NSO y que el cateo a las oficinas de la compañía mexicana arrojó pruebas de espionaje ilegal a funcionarios de alto nivel, como el excomisionado nacional de Seguridad Manuel Mondragón y Kalb, mismo que también presentó denuncia por el ciberespionaje del que fue objeto y que Aristegui Noticias reveló desde 2018.
Haaretz señala que esta detención “contradice las repetidas afirmaciones de NSO y del Ministerio de Defensa de Israel, en el sentido de que Pegasus se vende sólo a organizaciones gubernamentales de seguridad y de aplicación de la ley, y que sólo se usa para combatir el terrorismo y el crimen, ya que se sospecha que el detenido lo operaba desde las oficinas de una empresa privada”.
La nota del diario señala que NSO Group se desmarcó de inmediato de cualquier relación con García Rivera y con la empresa KBH Track, de Ansbacher, mediante un comunicado en el que señala de manera concreta que “la persona denunciada arrestada no es, y nunca fue, un empleado de NSO Group, o cualquiera de sus afiliados”.
“Como se dijo en el pasado, las tecnologías de NSO sólo se venden a entidades gubernamentales examinadas y aprobadas, y no pueden ser operadas por empresas privadas o individuos.
“Lamentamos ver que, una y otra vez, el nombre de la empresa se menciona en los medios de comunicación en eventos que no tienen nada que ver con NSO, directa o indirectamente”, señala el comunicado de la empresa israelí retomado por Haaretz.
El propio Ansbacher ha negado ser parte de las empresas intermediarias, pero la red de prestanombres que aparecen como socios o directivos de las empresas mexicanas aparecen junto al ciudadano israelí en varias compañías creadas en Panamá, las cuales recibieron recursos de las compañías mexicanas que fungieron como intermediarias.
La versión de NSO Group sobre los candados que deben evitar el mal uso de Pegasus, herramienta cibernética capaz de infiltrar los teléfonos celulares y convertirlos en agentes que graban y fotografían a sus propios dueños, podría caer de manera definitiva si Juan Carlos García Rivera decide romper el silencio sobre el software espía.