Premio Nacional de Periodismo
Rodríguez Castañeda, premio a una vida dedicada al periodismo
"Mientras la mayoría de los medios callaba lo que estaba a flor de piel por las calles de nuestro México”, Proceso, con Rafael Rodríguez Castañeda a la cabeza, “empezó a mostrar esa cruda violencia”, estableció el jurado que otorga al exdirector de este semanario el Premio Nacional de Periodismo.“Mientras la mayoría de los medios callaba lo que estaba a flor de piel por las calles de nuestro México” –la espiral del horror en que México entró–, Proceso, con Rafael Rodríguez Castañeda a la cabeza, “empezó a mostrar esa cruda violencia”, subraya la declaración del jurado que otorga al exdirector de este semanario el Premio Nacional de Periodismo por su trayectoria periodística. De su carrera de 56 años dedicada por entero a este oficio –fue reportero, corresponsal, jefe de redacción y finalmente director–, el dictamen destaca su maestría en el manejo del lenguaje y su inteligencia y meticulosidad para crear “agudas portadas”. A continuación se reproduce la declaración íntegra del jurado que otorgó el reconocimiento.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El jurado otorga por unanimidad el Premio Nacional de Periodismo por Trayectoria a Rafael Rodríguez Castañeda, último director de la revista Proceso surgido del grupo que acompañó a Julio Scherer en su salida de Excélsior en 1976.
Con 56 años de carrera como reportero, editor, corresponsal, jefe de redacción, director de Proceso, la vida de don Rafael ha sido enteramente dedicada al periodismo.
Desde la mesa de redacción, lejos de los reflectores que tanto daño causan al periodista, aprendió con maestría el manejo del lenguaje y más tarde, como diría de él don Julio Scherer García, a concebir con inteligencia los suplementos especiales en los que se empezó a hablar de la espiral del horror en que México entró.
Mientras la mayoría de los medios callaba lo que estaba a flor de piel por las calles de nuestro México, Proceso con don Rafael a la cabeza empezó a mostrar esa cruda violencia.
Entre otros habría que releer hoy su libro Prensa vendida (1993) y Operación Telmex (1995) para recordar a quien ha olvidado que, desde tiempo atrás, periodistas como Rodríguez Castañeda denunciaron las componendas y el oprobio que fue la venta de Teléfonos de México.
Intenso, meticuloso, don Rafael logró crear agudas portadas en Proceso. Verlo caminar pensativo desde su oficina, pasando por la subdirección hasta el área de diseño, era señal de no interrupción. La portada estaba en gestación. “Déjame ver la entrada”, susurraba al reportero que esa semana se llevaría la nota principal, y sin pedir un solo cambio –confianza plena al periodista–, meditaba hasta lograr que fuera impecable. Ese era su fuerte.
Inició en el semanario Crucero en 1965 y en 1970 entró al Excélsior de don Julio Scherer García; caminó junto a él y en 1976 salió de la cooperativa luego del golpe asestado por Regino Díaz Redondo y auspiciado por el entonces presidente de México, Luis Echeverría Álvarez. Con Scherer, el mejor reportero del siglo pasado, entró en Fresas 13 para crear Proceso y ser su director a partir del 23 de marzo de 1999 hasta marzo de 2020.
También catedrático, solía decir al alumno: “Desaprovecha su habilidad para escribir: aporte datos, no literatura”, característica que mostraba en su estilo.
Don Rafael Rodríguez Castañeda merece el reconocimiento de sus pares: su carrera en la prensa construyó puentes que han abierto vías a nuevas generaciones para tomar distancia de un ejercicio periodístico anquilosado, para exigir a los medios de comunicación en general que sirvan para continuar construyendo nuestra democracia.