Revista Proceso
La infiltración de los cárteles mexicanos en Italia
Las bandas criminales mexicanas han tenido una creciente presencia en Italia desde hace más de una década, como revela un informe de Dirección de Investigación Antimafia.En Europa, la distribución de cocaína comienza en Italia. Producida en Sudamérica, la droga es llevada a México y de ahí los cárteles la trasladan a África y luego a la península, en combinación con las mafias locales (Camorra, Cosa Nostra, ‘Ndrangheta). Las bandas criminales mexicanas han tenido una creciente presencia en aquel país desde hace más de una década, como revela un informe de Dirección de Investigación Antimafia.
ROMA (proceso).– Italia ha detectado, mediante varios operativos policiales, la presencia en su territorio de grupos criminales conectados con el narcotráfico mexicano o directamente integrantes de los cárteles, que han experimentado nuevas rutas y métodos para introducir cocaína a este estratégico país europeo. Una situación que, según los investigadores, es un reflejo del buen estado de la relación entre los narcos mexicanos y las mafias italianas –en particular la potente ‘Ndrangheta de Calabria–, con las cuales el vínculo se mantiene desde hace más de una década.
El operativo más reciente, del que las autoridades informaron el pasado 17 de septiembre, y que los investigadores italianos llamaron Vida Loca, llevó a la incautación de 19 kilogramos de cocaína pura (por valor de 3.2 millones de euros), así como a ordenanzas de custodia cautelar para tres personas y el allanamiento de siete viviendas en el norte de Italia.
Las investigaciones posteriores sobre este caso, iniciadas en un primer momento con el arresto en 2019 de un ciudadano mexicano en el aeropuerto de Milán –donde había llegado procedente de Cancún con 9.2 kilogramos de cocaína en su maleta–, condujeron asimismo al secuestro de otros 10 kilogramos de cocaína y a la detención de dos mexicanos más. El primero, un hombre, fue arrestado al intentar ingresar a Italia con 34 cápsulas de cocaína (un total de 400 gramos), mientras que la segunda, una mujer mexicana, también fue identificada como mula.
Durante los allanamientos, el olfato de dos perros antidrogas de la unidad asignada al aeropuerto de Milán también permitió descubrir otros 200 gramos de cocaína ocultos en un neumático y en un libro. El operativo asimismo ayudó a los investigadores a identificar a algunos de los criminales que debían recibir la droga en Italia, entre ellos un ciudadano de Argentina que no fue arrestado porque no se encontraba en la península en el momento de la operación policial.
La droga, según la Guardia de Finanzas italiana –el cuerpo que se encargó de la investigación–, estaba destinada a ser redistribuida en la provincia de Siena, Toscana, en el centro de Italia, y en la provincia de Como, una de las áreas más ricas del norte italiano.
Relación sólida y funcional
Las autoridades italianas llevan tiempo viendo cómo la criminalidad mexicana intenta ganar terreno en Italia y en Europa. Detalles importantes sobre cómo ha evolucionado la relación entre los cárteles mexicanos y las mafias italianas fueron revelados por la Operación Halcón, que se inició a principios de 2019, contó con la colaboración de la Dirección Antinarcóticos de Colombia y reveló un proyecto del Cártel de Sinaloa, en colaboración con la ‘Ndrangheta, para introducir droga a Europa por nuevas rutas, como el aeropuerto Fontanarrosa de Catania, ciudad de la costa oriental de Sicilia; un aeropuerto con escasas conexiones internacionales y donde tráficos de drogas de esta magnitud en el pasado reciente no se han detectado, como en diciembre de 2020 también relató Proceso.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2345 del semanario Proceso, cuya versión digital puedes adquirir aquí.