Genocidio en Gaza

"Haaretz", el diario “antisemita” de Israel

“A los colonos se les permite quemar, destruir, desarraigar y asesinar a su antojo. A los infrahumanos palestinos no se les permite hacer nada”.
martes, 23 de septiembre de 2025 · 06:52

El periodista Gideon Levy publicó en el diario Haaretz, el 28 de agosto último, un artículo muy incómodo para Israel por dos cuestiones: la primera, por arremeter contra la forma brutal como el ejército israelí actúa en Cisjordania; y el segundo, porque la crítica sale de una pluma que no puede ignorarse por el prestigio del periodismo ejercido durante muchos años. 

Con la irrebatible fuerza de su herencia, su padre huyó de los nazis en 1939 junto con 800 judíos eslovacos. Se dice que pasó seis meses en el barco Frossoula que transportaba inmigrantes ilegales, al que los británicos impidieron anclar en Turquía y en Palestina, hasta que llegó a Trípoli para luego ser encarcelado el grupo en un campo en Beirut. Su madre, nativa de Checoslovaquia, fue llevada a Palestina en ese mismo año en una operación de rescate de niños, sus abuelos habían muerto en el holocausto. Ese pasado le da la legitimidad como judío.

Participó en las Fuerzas de Defensa de Israel en 1974, trabajó como ayudante y portavoz de Shimon Peres, entonces líder del Partido Laborista (1978 a 1982). Comenzó a escribir en Haaretz y, entre 1983 y 1987 ya era redactor adjunto, su pensamiento debió ser sensible a la situación en la que vivía porque desde 1988 escribe la columna “Twilight Zone”; en 2004 publicó una recopilación de sus artículos sobre las penurias de los palestinos, subtitulada Vida y muerte bajo la ocupación israelí. En 2007 renegó de sus opiniones políticas de adolescente porque “Todos sentíamos que había otro holocausto a la vuelta de la esquina”.

Ha dicho que su única misión como periodista es evitar que muchos israelíes puedan decir: “No lo sabíamos”. Ha expresado posiciones muy duras como cuando escribió que la guerra en Gaza de 2008 a 2009 fue una campaña fallida que no alcanzó sus objetivos. Y concluyó que “Israel es un país violento y peligroso, desprovisto de toda moderación y que ignora descaradamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, al tiempo que le importa un bledo el derecho internacional”. 

También enderezó sus criticas a Hamas en 2010 por ser una organización fundamentalista y la culpó de los lanzamientos de misiles Qassam contra ciudades israelíes, concluyendo: “Ningún Estado soberano lo habría tolerado. Israel tenía derecho a reaccionar”. Aunque luego argumentaba en otro sentido criticando a su gobierno por “una responsabilidad mucho mayor por la ocupación y las condicioness en Gaza…”

El diario crítico que enfurece al régimen de Benjamin Netanyahu. Foto: Especial 

Se siente orgulloso de ser un “israelí patriota” y cuenta con los premios Olof Palme en 2015 y Sokolov en 2021, que otorga el Ayuntamiento de Tel Aviv. Por eso llamó tanto la atención su artículo recientemente publicado, con el fuerte título de El 'General Matanza' en Cisjordania es la cara moral de Israel,  en Haaretz. Por si no fuera suficiente con el título, comenzaba llamándolo Oberkommandant -designación empleada por los nazis- a Avi Bluth, jefe del Comando Central del ejército, en referencia a lo que estaba haciendo ya no en Gaza sino en Cisjordania. “Con su kipá militar ladeada, una elocuencia espeluznante, una arrogancia desmedida y una doble moral enfermiza, ordenó la implementación de “operaciones de rediseño” para “disuadir a todos, los de cualquier aldea que intente alzar la mano contra cualquiera de los residentes”.

 

 

Por “residentes” se refiere a los colonos judíos que habitan los asentamientos en tierras arrebatadas a los palestinos, en donde llevan a cabo “pogromos a diario”, como se conocen las persecuciones contra los judíos en la historia. Por ello se refiere a Bluth, como un militar que no defiende a nadie en Cisjordania, salvo a los matones de los asentamientos. "Sabemos cómo marcarlos", amenazó el mayor general a los palestinos que " están poniendo las manos en alto" mientras intentan, con sus últimas fuerzas, defender lo que queda de la tierra que les ha sido arrebatada. 

Continuó con su argumentación: “No sé nada de "marcaciones", pero sí sé algo de derecho internacional. Bluth ordenó a sus soldados aplicar un castigo colectivo, lo cual constituye un crimen de guerra. De ser así, Bluth es un criminal de guerra que debería ser extraditado a la Corte Penal Internacional de La Haya. Cuando el editor de Haaretz, Amos Schocken, expresó esta verdad evidente, las redes sociales se indignaron. Pero cuando Bluth hizo su impactante declaración sobre el “marcaje”, las redes sociales guardaron silencio.

Gideon Levy continuó su argumentación: “Las palabras de Bluth podrían sonar más apropiadas en alemán: "operaciones de rediseño", "marcar", "cazar". Pero también son perfectamente claras en hebreo. "Experimentarán toques de queda, cercos y operaciones de rediseño", dijo. Todo porque un colono resultó levemente herido por disparos mientras conducía un vehículo todoterreno por tierras robadas.

Para continuar: “Estuve en Al-Mughayyir esta semana y vi el resultado de la "operación de rediseño" de Bluth: tres mil 100 árboles que habían sido talados, la mayoría olivos, ahora estaban esparcidos por el suelo. Es imposible ser alguien que ama la tierra, alguien que ama a los demás o incluso un simple ser humano, y no quedar impactado por esa imagen, tan solo unas semanas antes de la cosecha de aceitunas”. 

 

 

Luego explicaba: “Bajo el pretexto de la guerra en Gaza, Al-Mughayyir perdió todas sus tierras (43 mil dunams), salvo la zona donde se alzan los edificios de la aldea. Bluth ha permitido la construcción de 10 asentamientos improvisados a lo largo de la aldea y que colonos violentos impongan un régimen de terror sobre los residentes, hasta el punto de que temen salir a trabajar sus tierras.”

Las duras palabras del periodista contra Bluth, al llamarlo ‘ayudante de los colonos’ cuando es el jefe del Comando Central, se deben a que otros designados han debido enfrentar la altanería de los colonos. Pero Bluth aprendió que ‘los judíos son los amos de la tierra. A los colonos se les permite quemar, destruir, desarraigar y asesinar a su antojo. A los infrahumanos palestinos no se les permite hacer nada: ni abandonar sus aldeas, ni trabajar en Israel, ni cosechar sus aceitunas, a veces ni siquiera respirar. Ese es el sionismo de Bluth. Y ese es el sionismo del ejército, del que Bluth es la cara visible’. 

Su última frase es la más fuerte, cuando afirma: “Cada persona tiene un nombre, dado por Dios. El apellido Bluth significa “sangre” en alemán. Este general sangriento se ha convertido en el rostro de Cisjordania y la imagen moral de todo el país. Quizás sea designado para comandar el próximo genocidio, después de Gaza”.

Por supuesto, la avalancha de condenas al diario y al prestigiado columnista fue inmediata, destacando la de ministros y militares, destacando la del primer ministro Benjamin Netanyahu, por lo que consideró una “incitación antisemita” (Haaretz, 28-08-2025). No se refirió a lo narrado por el periodista de lo sucedido en la aldea palestina de Al-Mughayyir, que Levy presenció, y calificó el artículo de “libelo de sangre antisemita que evoca a quienes odian a Israel en el mundo”, y criticó que “Haaretz no permite la libertad de expresión, sino la libertad de incitación, sin parar”, y condenó las “absurdas acusaciones” contra los colonos israelíes y el general.

Bluth. El "ayudante de los colonos". Foto: Especial

El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, declaró: “Haaretz intenta manchar el nombre de Bluth y de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y está difundiendo una vergonzosa difamación sangrienta. Este artículo es una auténtica incitación antisemita que sirve a la propaganda de nuestro enemigo”. Por su parte, Bezalel Smotrich, colono de Cisjordania que se convirtió en ministro de Finanzas siendo líder de extrema derecha, condenó el “ataque antisemita y difamatorio” de Haaretz. Pidió al jefe de las FDI “retirar a Haaretz de las FDI y dejar de financiar suscripciones que comparten difamaciones contra Israel y las FDI en todo el mundo”.

El golpe de Gideon Levy debió resultar muy fuerte porque su crítica fue respondida por los más encumbrados hacedores de la actual política, de un gobierno incapaza de poner fin a una guerra que, como lo afirman los mismos israelíes, está llevando a su país a queedar aislado del mundo.


 

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