Opinión

¿Hasta dónde llegará la decisión de Claudia?

Crisis es oportunidad y en este escenario tan complicado la presidenta Sheinbaum habrá de actuar firmemente porque la indecisión y tibieza sólo prohijará problemas de gobernabilidad, más divisiones en Morena y enviará un mensaje de fragilidad.
lunes, 22 de septiembre de 2025 · 05:00

La presidenta Claudia Sheinbaum atraviesa por una situación delicada y clave para su gobierno a raíz de las distintas investigaciones abiertas de miembros de su gobierno, del de Andrés Manuel López Obrador y de Morena involucrados con el crimen organizado.

Como jefa de gobierno y líder virtual de Morena, está frente a una decisión que marcará su lugar en la historia presidencial, pero también el rumbo político electoral del proyecto transexenal de Morena.

Es un Rubicón el que tiene ante sí Claudia Sheinbaum, es decir, un momento de decisión crucial para el rumbo que tomará su gobierno y el de la Cuarta Transformación de cómo habrá de resolver los affaires de la Barredora y el tráfico de combustible o huachicol en el que están implicadas las fuerzas castrenses, empresarios y funcionarios.

¿Hasta dónde llegarán las decisiones que tome la presidenta Claudia Sheinbaum en la soledad del poder de Palacio Nacional? ¿Habrá de llegar hasta el límite de ajustar cuentas con personajes de la administración lopezobradorista que empeñan su gobierno? ¿Cuál será el escenario que elija de todo este entramado para tener el menor de los daños? ¿La expiación de los políticos o de los militares? O en una decisión salomónica: uno de cada uno de estos dos actores fundamentales del proyecto morenista.

Crisis es oportunidad y en este escenario tan complicado la presidenta Sheinbaum habrá de actuar firmemente porque la indecisión y tibieza sólo prohijará problemas de gobernabilidad, más divisiones en Morena y enviará un mensaje de fragilidad.

Y lo que necesita es todo lo contrario en este arranque de su segundo año de gobierno, un año que puede ser el que marque su diferencia con el gobierno de López Obrador.

Las investigaciones de trafico de combustible aún no termina porque las Aduanas de México son puertas porosas por donde pasan de manera ilegal armas, drogas, ropa, zapatos, enseres domésticos, autos, medicamentos, entre otras tantas mercancías que generan un negocio ilegal de millones de dólares.

López Obrador entregó las aduanas a la Marina y el Ejército que son un gran atractivo para los negocios ilegales. Existen 50 aduanas, de las cuales 19 están en la frontera norte, 2 en la frontera sur, 17 marítimas y 12 interiores. Más del 50% de las exportaciones e importaciones se realizan en Nuevo Laredo (23.25% del total de operaciones), Ciudad Juárez (9.61%), Tijuana (9.14%) AICM (6.29%) y Ciudad Reynosa (6.07%), estas últimas son las importantes para los grupos criminales.

Si la idea de López Obrador al entregarle las aduanas a los militares era combatir el tráfico ilegal, esa intención fracasó rotundamente. No sólo los marinos están involucrados, también miembros del Ejército han caído en el mismo negocio ilegal en las aduanas que tienen a su cargo con el tráfico de armas y minerales. Éste es un escándalo que habrá de salir próximamente.

Para entonces una vez más la presidenta Sheinbaum estará ante la difícil y complicada decisión de enfrentar un problema de grandes magnitudes y que en la prensa convertida en un frente opositor es aprovechada para golpear el proyecto de la Cuarta Transformación encabezada por Andrés Manuel López Obrador.

El término Rubicón, que proviene de la decisión de Julio César al frente del ejército de cruzar un río en Italia, lo que significaba un desafío a la República romana, simboliza tomar una decisión fundamental la cual conlleva asumir un riesgo significativo, de consecuencias irreversibles.

Sin duda alguna, la decisión que tome Claudia Sheinbaum marcará un antes y un después en la vida del país y en el curso que tome Morena para las elecciones del 2027 y 2030.

La presidenta tiene en sus manos el derrotero del proyecto de López Obrador y paradójicamente para mantenerlo tendrá que alejarse de su jefe político, como en su momento lo hizo el general Lázaro Cárdenas ante el caudillo de la Revolución, Plutarco Elías Calles, a quien expulsó del país.

Por cierto, hablando de expulsiones del país, el dirigente del PRI y senador Alejandro Moreno Alito ya no tiene la posibilidad del asilo político en Estados Unidos, donde le dijeron que no podían ayudarlo. La opción que le dieron es irse a Perú, donde el pleno del Congreso declaró persona non grata a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a raíz de su apoyo al expresidente peruano Pedro Castillo (2021-2022), encarcelado y enjuiciado por el fallido de golpe de Estado que protagonizó a finales de 2022. De ahí los viajes de Alito a ese país.

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