Opinión
La marcha de la generación Zeta
La convocatoria de la marcha en México está ilustrada con un símbolo propio de esta generación Zeta: la bandera del anime One Piece, la calavera con sombrero de paja que apareció por primera vez en las manifestaciones estudiantiles en Indonesia.El próximo sábado 15 de este mes está anunciada una manifestación bautizada como “La Marcha de la generación Z”, cuyo objetivo, según su convocatoria ilustrada con una calavera con un sombrero de paja, es exigir acciones concretas en contra de la violencia y la inseguridad, así como hacer visible el hartazgo de una generación y el deseo de un México más justo, seguro y libre de corrupción.
Hace un mes hubo una movilización similar en Perú convocada igualmente en redes sociales por agrupaciones bajo el nombre de "Generación Z" en contra del gobierno, demandando reformas estructurales, mayor atención a la inseguridad, la corrupción y la falta de oportunidades laborales. La marcha convocada para ser una expresión pacífica terminó en la capital Lima con enfrentamientos de los que resultaron 80 heridos y un muerto.
Para el caso de México, según publicaciones en redes sociales, la marcha será pacífica y partirá del Ángel de la Independencia hasta llegar al Zócalo. Pero conforme se ha disparado la convocatoria en redes sociales, el objetivo ya no es una demanda social, sino una exigencia política: la renuncia de la presidenta Claudia Sheinbaum, la cual ha caído como anillo al dedo a los opositores que ya se están sumando.
La convocatoria de la marcha en México está ilustrada con un símbolo propio de esta generación Zeta: la bandera del anime One Piece, la calavera con sombrero de paja que apareció por primera vez en las manifestaciones estudiantiles en Indonesia, donde los jóvenes rechazaron la corrupción y exigieron mayores libertades políticas, luego en Nepal, donde los manifestantes protestaron contra la restricción de redes sociales y que derivaron en disturbios con al menos 72 muertos y más de 2 mil heridos y la renuncia del primer ministro.
Esta violencia es una sombra que ya aparece entre quienes están compartiendo el llamado. Mujeres y hombres de esta generación que ha sufrido en México su peor etapa de muerte, violencia y corrupción, la cual se refleja en 125 mil desparecidos y medio millón de asesinatos dolosos desde el gobierno de Felipe Calderón a la fecha, están confrontando con mensajes agresivos al gobierno de Sheinbaum exigiendo su dimisión.
Ya no se trata entonces de un llamado pacífico para una manifestación igualmente pacífica como se señala en la convocatoria, sino de confrontación con la presidenta Sheinbaum quien, a su vez, criticó la invitación: “No tiene nada que ver con una protesta genuina. Vamos a ver cuáles son las cuentas que la promueven, porque no surgió de los jóvenes, sino de los mismos de siempre”, declaró en su conferencia matutina.
Las inquisiciones de la presidenta es que los partidos de oposición, como el PRI, están promoviendo el llamado a la manifestación, sobre todo luego de que el diputado de este partido, Carlos Eduardo Gutiérrez Mancilla, sacó una manta y se puso una playera con el anime One Piece en la discusión del presupuesto. Este diputado es del círculo cercano del dirigente del PRI Alejandro Moreno y participó en la agresión al senador Gerardo Fernández Noroña.
También, porque en redes sociales circuló un post de un usuario que afirma haber investigado las cuentas que promueven la manifestación y afirmó que, en varias de ellas, en las cuales se expresan posturas políticas afines al PRI, están vinculadas a la empresa Monetiq Agencia, especializada en marketing y estrategia digital, propiedad del diputado priista José Alfredo Femat Flores.
Por otra parte, en una reunión con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, alumnos de escuelas normales rurales de Michoacán, Puebla y Chiapas rechazaron participar en la llamada marcha de la generación Zeta, porque “promueve el odio y surge de intereses que busca promover los grupos de derecha”.
El panorama previo a la marcha se ha enturbiado con todas estas expresiones, pero sobre todo, por el contexto de violencia y de confrontación en el que se desarrollará.
Por cierto, en México la generación Zeta, los nacidos entre 1995 y 2010, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), representan el 23.3 % de la población total, enfrentan problemas de vivienda, trabajo y seguridad social. Son la base de la pirámide económicamente activa que en próximos años dejará de ser el bono demográfico para convertirse en una carga social.