Jorge Bravo
SecretarÃa de Ciencia, Humanidades, TecnologÃa e Innovación
La secretarÃa debe convertirse en un órgano consultivo del gobierno con suficiente presupuesto, que le permita diseñar y ejecutar polÃticas tecnológicas a largo plazo.Uno de los anuncios más esperanzadores e interesantes de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, fue la creación de la SecretarÃa de Ciencias, Humanidades, TecnologÃa e Innovación, que estará a cargo de la académica Rosaura Ruiz, en sustitución del Conahcyt. Esta nueva secretarÃa de Estado debe ser una piedra angular en el desarrollo de México y para posicionar al paÃs a la vanguardia del conocimiento y la tecnologÃa en un mundo donde estos factores son cada vez más cruciales para el progreso y la competitividad.
La creación de ministerios e instituciones dedicados a la ciencia y la tecnologÃa no es nueva. En Estados Unidos la National Science Foundation (NSF) se dedica a promover la ciencia básica y la educación en ingenierÃa.
China cuenta con el Ministerio de Ciencia y TecnologÃa, el cual juega un papel central en la planificación y ejecución de polÃticas cientÃficas y tecnológicas, base del desarrollo industrial presente y futuro del gigante asiático. El enfoque de China ha sido la innovación aplicada, el desarrollo de tecnologÃas avanzadas para mantener su competitividad global y la generación de talento vinculado a las TecnologÃas de la Información y la Comunicación (TIC).
Alemania tiene un Ministerio Federal de Educación e Investigación: promueve la investigación cientÃfica y la innovación tecnológica; su enfoque es la colaboración entre el sector público y privado, la transferencia de tecnologÃa y el desarrollo de industrias basadas en el conocimiento.
Corea del Sur ha logrado un notable avance gracias a su Ministerio de Ciencia y TIC, el cual ha liderado la digitalización y el desarrollo de tecnologÃas emergentes como la Inteligencia Artificial y la biotecnologÃa. Su visión ha sido crear un ecosistema innovador que fomente la investigación, la educación y la industria tecnológica.
Brasil fue pionero en América Latina y tiene un Ministerio de Ciencia, TecnologÃa e Innovación. Impulsa la investigación, la formación de recursos humanos, la transferencia tecnológica, la sostenibilidad y la inclusión social. Chile cuenta con la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, y Suecia opera con el Consejo Sueco de Innovación.
En la actualidad, la tecnologÃa en todos sus ámbitos es el pilar para el desarrollo de los paÃses, la competitividad económica y la geopolÃtica. Las naciones que invierten en ciencia, tecnologÃa e innovación (CTI) están mejor posicionadas para enfrentar los desafÃos del siglo XXI, como el cambio climático, la salud, la seguridad alimentaria y la transformación digital.
Tener instituciones dedicadas a la CTI permite a los paÃses diseñar y ejecutar polÃticas que impulsen el desarrollo cientÃfico y tecnológico. Estas instituciones actúan como catalizadores de la innovación, promueven la investigación y el desarrollo (I+D), la formación de talento tecnológico y la colaboración internacional. Además, son cruciales para atraer inversiones en sectores estratégicos y para fomentar la creación de empleos de alta calidad.
Un aspecto meritorio de la nueva SCHTI es la inclusión de las siempre olvidadas humanidades, es decir, las ciencias sociales y las artes. Esta incorporación explÃcita es esencial para crear un enfoque integral, un conocimiento más amplio de la realidad y contribuir a la construcción de mejores sociedades.
Las humanidades aportan una perspectiva crÃtica y reflexiva sobre los desarrollos tecnológicos y permiten un entendimiento profundo de los impactos sociales, culturales y éticos de la innovación. La integración de las artes fomenta la creatividad y la innovación interdisciplinaria, esenciales para enfrentar los desafÃos actuales y competir entre las naciones.
Para que la nueva SecretarÃa de CHTI tenga éxito, debe adoptar un enfoque holÃstico e inclusivo. Es esencial que esta institución se sustente en la colaboración intersectorial (educación, cultura, economÃa) para involucrar la academia, la industria, el gobierno y la sociedad civil. La secretarÃa debe fomentar la investigación básica y aplicada, la ciencia pura y las ciencias sociales, la innovación tecnológica y las artes.
El diseño institucional debe ser flexible y adaptativo, capaz de responder rápidamente a los cambios en el panorama tecnológico global. Entre los objetivos principales de la SCHTI deben estar promover programas de financiamiento para proyectos de I+D e incentivar la colaboración entre universidades, centros de investigación y empresas.
Contribuir a mejorar la calidad de la educación en estas áreas, desde la educación básica hasta la formación avanzada, para crear una fuerza laboral capacitada, preparada y crÃtica de los desafÃos futuros.
Asegurar que los beneficios de la innovación lleguen a toda la población, reducir las brechas de acceso a la tecnologÃa y promover la inclusión digital universal significativa.
Invertir en laboratorios, centros de investigación y tecnologÃa avanzada para proporcionar las herramientas necesarias a los cientÃficos, investigadores y emprendedores, quienes deben ser apoyados con becas y recursos para que se dediquen de tiempo completo a estas actividades. Asà como establecer alianzas estratégicas con otras naciones, ministerios similares y organizaciones internacionales para compartir conocimientos, recursos y experiencias en CHTI.
La secretarÃa debe convertirse en un órgano consultivo del gobierno con suficiente presupuesto, que le permita diseñar y ejecutar polÃticas tecnológicas a largo plazo. Un financiamiento adecuado es crucial para llevar a cabo proyectos de investigación ambiciosos, formar talento, subsidiar a los investigadores y construir la infraestructura necesaria.
El potencial de México en ciencia, humanidades y tecnologÃa es inmenso. Con una fuerte tradición académica, una población joven y una ubicación geográfica estratégica, México puede convertirse en un lÃder latinoamericano en innovación.
X: @beltmondi