Jorge Bravo

El regreso de Trump: "déjà vu" tecnológico

La visión de Trump respecto de la tecnología está enmarcada en una nueva geopolítica digital, en la cual Estados Unidos intenta liderar e influir en el desarrollo y regulación de la tecnología global, limitando el alcance de sus rivales.
viernes, 8 de noviembre de 2024 · 05:00

Donald Trump ha ganado nuevamente la presidencia de Estados Unidos. En su segundo mandato vuelve con una agenda que evoca las políticas tecnológicas de su primera administración. Aunque las estrategias son similares, el contexto es muy distinto: el mundo digital ha cambiado, las tensiones geopolíticas son más complejas y el dominio tecnológico sigue en disputa entre las grandes potencias.

En este "déjà vu tecnológico", Trump delineará su renovada visión para sectores clave como la economía digital, inteligencia artificial, telecomunicaciones y semiconductores, abordando desafíos de liderazgo tecnológico y hegemonía sobre el ciberespacio. China volverá a ocupar el centro de sus políticas de contención y América Latina será un escenario crítico para la influencia y la geopolítica.

Durante su primer mandato, Trump impulsó políticas de protección a la industria tecnológica estadounidense. Bajo su lema de "America First", implementó tarifas y restricciones comerciales para reducir la dependencia de proveedores chinos y promovió la fabricación nacional.

En su segundo mandato, este enfoque se fortalecerá hacia una “economía digital soberana”. Esto significa incentivar aún más empresas tecnológicas estadounidenses mediante subsidios, desgravaciones fiscales, contratos y regulaciones gubernamentales, con el objetivo de evitar fugas tecnológicas y proteger el “patrimonio digital” de la Unión Americana.

Uno de los pilares de esta estrategia es la repatriación de cadenas de suministro críticas. En 2024, la industria de semiconductores, clave para la economía digital, sigue dominada por empresas asiáticas, mientras Estados Unidos intenta recuperar su participación en la producción de chips.

Producción de chips, prioritario para EU. Foto: Freepik.

La administración Trump buscará más apoyo para impulsar la manufactura de semiconductores en suelo estadounidense y establecer “zonas tecnológicas de seguridad” en estados estratégicos. Esta medida responde a la competencia y a la percepción de que la dependencia de Asia para los chips representa una amenaza para la seguridad nacional.

En el ámbito de la economía digital, Trump también plantea un sistema de incentivos para empresas de comercio electrónico y plataformas digitales, con el objetivo de estimular la innovación dentro de Estados Unidos. Sin embargo, esta estrategia conlleva restricciones a la exportación de tecnología avanzada, especialmente hacia China, que sigue siendo el principal rival tecnológico y económico.

La regulación de las grandes plataformas digitales podría ser una prioridad en este segundo mandato. Trump ha expresado su preocupación sobre el poder de empresas como Google, Meta y en su momento Twitter (antes de que Elon Musk —ahora su aliado— tomara control de la red social). Su administración propuso actualizar la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, la cual otorga inmunidad a estas plataformas respecto del contenido publicado por sus usuarios.

En su segundo mandato, Trump puede establecer una normativa más estricta para evitar que estas compañías "controlen" el discurso público o favorezcan ciertas posturas políticas (claro, contrarias a las conservadoras que él representa). Esto implicaría que las plataformas tendrían mayor responsabilidad por el contenido y estarían sujetas a nuevas regulaciones.

Trump ha insinuado que desea fomentar plataformas “patrióticas” y “neutrales” que aseguren que la información en línea no esté filtrada por una visión “sesgada”, pero que en realidad operen bajo estándares de libre expresión con criterios conservadores.

Uno de los temas más relevantes es la carrera por el liderazgo en redes de telecomunicaciones avanzadas, como 5G. Durante su primer periodo, Trump promovió una política de exclusión de empresas chinas, especialmente Huawei, de las redes de telecomunicaciones estadounidenses y de sus países aliados. No hay duda de que en su segundo mandato redoblará esta estrategia, promoviendo la infraestructura digital estadounidense, incentivando o presionando países aliados, incluidos aquellos en América Latina, para rechazar proveedores chinos.

Este esfuerzo por limitar el avance de China en telecomunicaciones incluye la promoción de alternativas a empresas del gigante asiático como Ericsson o Nokia. La administración Trump buscará financiar infraestructura de telecomunicaciones en América Latina para contrarrestar la influencia china en la región, lo cual es parte de su política de "cordón digital" para limitar dicha expansión.

La inteligencia artificial (IA) es otra área crítica en la agenda tecnológica de Trump, ausente durante su primer gobierno. Ahora, Trump pretende incrementar el presupuesto destinado a la investigación en IA, con una fuerte preferencia hacia aplicaciones de defensa y ciberseguridad.

La nueva administración endurecerá sus medidas contra la transferencia de tecnología avanzada hacia China. La prohibición de colaboración en temas de IA con entidades extranjeras será más severa, pues Trump considera que la IA es una de las áreas más sensibles en términos de seguridad. También fortalecerá los programas de ciberseguridad, con énfasis en la protección de la infraestructura digital estadounidense frente a posibles ataques de actores considerados hostiles.

La visión de Trump respecto de la tecnología está enmarcada en una nueva geopolítica digital, en la cual Estados Unidos intenta liderar e influir en el desarrollo y regulación de la tecnología global, limitando el alcance de sus rivales. Las tensiones con China persistieron con Biden, ya que este país ha avanzado considerablemente en el desarrollo de IA, telecomunicaciones y supercomputación. Esta competencia se verá intensificada en mercados emergentes como América Latina, donde ambas potencias buscan ganar influencia económica, tecnológica y política.

Incentivos para empresas. Foto: Freepik.

América Latina (incluido México, por la especial animadversión que muestra Trump contra el país) se perfila como un terreno clave en esta supremacía tecnológica. Si bien durante su primer mandato Trump mostró poco interés por la región, su segundo periodo puede evidenciar un cambio de estrategia. La administración Trump buscará que América Latina se alinee con Estados Unidos en términos de tecnología, telecomunicaciones e inteligencia artificial, como una forma de contrarrestar el avance de China en la región y de Europa en iniciativas regulatorias.

La segunda presidencia de Trump en el ámbito tecnológico y digital representa tanto una continuación como una intensificación de políticas pasadas. Con el nuevo contexto geopolítico, Trump parece decidido a acelerar la soberanía digital y consolidar el liderazgo estadounidense en la economía digital, con sus respectivos riesgos y tensiones globales.

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Twitter: @beltmondi

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