Columna
50 AÑOS DE UNA BOMBA
Chile, mi país, es un lugar donde no hay verdad: hay versiones. Y si bien Una historia perdida es una novela, las herramientas literarias están al servicio de un cuento real que no se había contado.El 11 de septiembre de 1973 una cuadrilla de bombarderos chilenos atacó La Moneda, el palacio de gobierno de ese país, derrocando al presidente Salvador Allende. El primer presidente socialista elegido democráticamente en todo el mundo terminaba su mandato y su vida en un edificio en llamas.
La foto de La Moneda dio la vuelta al mundo, mientras la familia de Allende se exiliaba en México. La experiencia socialista democrática latinoamericana terminaba de la peor manera. Sin embargo, el día del Golpe de Estado hubo otro ataque aéreo, del que nadie habla y que los militares chilenos lograron ocultar. Una operación que me afectó directamente porque en esos años era un niño que recién comenzaba a recordar, y vivía a 150 metros del punto de ataque: el hospital de la propia Fuerza Aérea.
¿Cómo las fuerzas de aviación atacan su propio hospital? ¿Por qué no hay ninguna foto de eso? ¿Hasta qué punto nos han manipulado la historia de ese Golpe que ahora cumple 50 años?
En Una historia oficial investigo el hecho, y me agarro de una de las versiones que corren y que hasta hoy nunca se había publicado: ese día, en mitad de los ataques militares contra Allende, un piloto giró su avión en pleno vuelo y comenzó a atacar los edificios de la propia institución golpista. Un desertor. Un piloto allendista.
Chile, mi país, es un lugar donde no hay verdad: hay versiones. Y si bien Una historia perdida es una novela, las herramientas literarias están al servicio de un cuento real que no se había contado. Y que toma mayor vigencia en estos días, que se cumplen y conmemora medio siglo de aquel ataque impune.
El país recibe estos 50 años con un presidente de izquierda, Gabriel Boric, que ha organizado una conmemoración especial para el 11 de septiembre. Entre los invitados más importantes destaca, precisamente, el presidente de México. Andrés Manuel López Obrador llegará a Santiago con algunas películas chilenas antiguas, recién restauradas en la Cinemateca. Y se han anunciado 50 actividades en México por este aniversario en Chile.
Lo que está en juego es la memoria. No olvidar lo que pasó en Chile, y los que ayudaron a los exiliados que dejó la dictadura militar.