Computación

Cuando comparten tus datos

La razón de esto es que en Internet mucha información de los usuarios no es personal. Las consultas que uno hace –que están ligadas por nuestras cuentas en las diferentes empresas o incluso, por nuestra dirección IP– hacen posible que las compañías en la red compartan estas búsquedas para ponerlas e
lunes, 11 de abril de 2022 · 17:52

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Toda la vida nos han dicho que las instituciones financieras no comparten los datos de sus clientes con ninguna otra empresa o institución. Uno duda de ello cuando de pronto recibe promoción de algún banco al que uno nunca ha contactado. El caso más significativo que conozco le pasó a un buen amigo, que en su cuenta de banco usa sus dos nombres. Y curiosamente, recibe correos con promociones de otros bancos que contienen sus dos nombres. ¿Entonces?

Desde luego, nadie puede probar que eso signifique que el banco X vende los datos de sus clientes a otros bancos. Sin embargo, lo que sí parece más evidente de demostrar es como la privacidad no existe, sobre todo si se trata de Internet. Por ejemplo, entre a Amazon y busque algún libro en particular. Navegue en las diferentes opciones que la página le muestra, los libros relacionados, etcétera. No tiene que estar media hora en ello pues un par de minutos bastan para que después, cuando entre a su cuenta de Facebook, encuentre anuncios en donde se muestran precisamente los libros que acaba de consultar en el primer sitio. ¿Coincidencia? Por supuesto que no lo es.

La razón de esto es que en Internet mucha información de los usuarios no es personal. Las consultas que uno hace –que están ligadas por nuestras cuentas en las diferentes empresas o incluso, por nuestra dirección IP– hacen posible que las compañías en la red compartan estas búsquedas para ponerlas en anuncios en los diferentes portales. Y ojo, hay que decir que esto, aunque parece invasión de la privacidad, para estas empresas no lo es. Vamos, que no les interesa quién eres ni qué haces. Lo que les interesa es el comercio, venderte lo que quieres comprar y qué mejor que una red de comunicación sobre lo que cada usuario hace en Facebook para que entonces se puedan enviar anuncios a esas cuentas en los portales a los que accedemos comúnmente.

¿Y por qué nadie dice nada? La razón es simple: porque la gran mayoría de los servicios que prestan los portales (supuestamente gratuitos), argumentan que primero, no violan la privacidad de nadie y segundo, los usuarios han aceptado las condiciones para acceder a dichos portales. Pero miren este ejemplo: Google tiene un servicio de correo, Gmail, que es muy popular. La empresa –para promoverlo– hizo difícil la entrada al mismo. Tenía uno que recibir una invitación de alguien para así inscribirse en este sistema de correo gratuito. Y ese requisito hizo que mucha gente buscara desesperadamente a alguien que le mandara una invitación para acceder al mismo. Así, Gmail tuvo un éxito rotundo.

Lo que Google dijo en ese entonces es que la empresa se daba la libertad de “leer” los correos, a través de robots automatizados, para buscar palabras claves. Por ejemplo, si yo le escribía a un amigo un correo hablando de ajedrez, Google con sus robots se darían cuenta de esta palabra clave y me enviarían propaganda de ajedreces y materiales similares a mi correo porque al final de cuentas, mi cuenta es gratuita, me dan gigas de almacenamiento y además, no hay un ser humano que invada mis mensajes privados… son máquinas que buscan simplemente venderme cosas.

Al final del día, este modelo de negocios se basa en algo fundamental: el usuario es el producto.Hoy sabemos que no hay nada gratis en el mundo y desde luego, las compañías podrán decir que no es así, aunque se demuestre cotidianamente con hechos de que nosotros somos el producto y el “target”. Y miren, el modelo es recontra-conocido. La televisión abierta es “gratuita”, aunque tengamos que aguantar una retahíla de anuncios por programa. YouTube en Internet es “gratis”, aunque tengamos que aguantar varios “banners” y anuncios que interrumpen el video cada cierto tiempo. Esas son las reglas del juego y estas mismas empresas dan opciones: ¿No quieres anuncios? Paga por nuestros servicios premium. Moraleja, ellos siempre parecen estar ganando.

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