Computación

ChatGPT, ¿el sucesor de Google?

Un sistema de conversación, que funciona gracias a la Inteligencia Artificial, y que si sigue por este camino, podría eventualmente sustituir a Google. Veamos a detalle.
domingo, 11 de diciembre de 2022 · 16:09

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–La mayoría de las personas que acceden a Internet usan algún buscador. Tenemos a Yahoo, Google, Bing, entre otros, y probablemente el más usado es Google. Sé que Bing hace cosas casi iguales pero por algún motivo, Google es el preferido por la mayoría. Quizás es cuestión de costumbre o de uso. El asunto es que usamos estos buscadores para halla información relevante sobre algún tema en particular. Por ejemplo, si le digo a Google que busque "agujeros negros", el sistema entregará cerca de 8 millones 130 mil resultados y de acuerdo a las propias estimaciones del buscador, habrá hecho esta búsqueda en 0.38 segundos.

Sin embargo, Google sólo da los resultados de los sitios donde se menciona el tema que buscamos y ahora nosotros, los usuarios, tenemos que navegar en estos sitios a ver cuál contiene la información que nos parece más relevante. Y uno podría pensar que más allá de esto no se puede ir. Sin embargo, ha llegado ChatGPT, un sistema de conversación, que funciona gracias a la Inteligencia Artificial, y que si sigue por este camino, podría eventualmente sustituir a Google. Veamos a detalle.

ChatGPT es un sistema basado en la IA que está entrenado para mantener conversaciones, de forma que hay que hacer preguntas más a modo de conversación y empieza uno a asombrarse, porque el sistema parece entender las preguntas que hacemos y las responde. ChatGPT está basado en el modelo de lenguaje de IA, GPT-3, desarrollado por la empresa OpenAI, que busca que todos tengamos acceso a la Inteligencia Artificial. ChatGPT tiene unos 175 millones de parámetros y ha sido entrenado con un volumen enorme de datos (textos), para así poder manipular tareas relacionadas con el lenguaje. Esto incluye desde la traducción de textos, de un idioma a otro, hasta la generación inteligente de textos.

Hay que decir que ChatGTP es una red neuronal, entrenada con volúmenes enorme de datos, de manera que, en el transcurso del entrenamiento, el sistema va refinando la manera en cómo debe contestar a un conjunto de información en particular.  Esto es precisamente el entrenamiento de una red neuronal. Y eventualmente se ajustan sus parámetros para optimizar las respuestas. En este sentido ChatGPT ha sido entrenado para dar respuestas acertadas a una serie de cuestionamientos de los usuarios. La información que entrega incluso sorprende por la forma en que desarrolla las respuestas y además, sorprende porque es una IA la que está escribiendo dichas respuestas y todo esto sin intervención humana.

Los creadores de ChatGPT advierten que es posible que algunas respuestas sean inconsistentes o bien equivocadas. Sin embargo, los resultados son, aparentemente, increíbles. Por ejemplo, podemos decirle a ChatGPT que nos haga un resumen de la mecánica cuántica en unas 1000 palabras. Y el sistema hará la tarea de forma sorprendentemente eficiente. Como un ejemplo, se nos ocurrió pedirle a ChatGPT que escribiese código en ensamblador del procesador 6502 (un microprocesador de los años 1980-90s), usado por máquinas como la Apple II o la Commodore 64. La meta era tener el código fuente para dibujar un círculo en la pantalla.

Para nuestra sorpresa, el sistema escribió el código en el lenguaje ensamblador del 6502. Pero más aún, comentó el código para mostrarle al usuario lo que estaba haciendo para cumplir con el encargo propuesto. De verdad parece cosa de magia. En ese mismo tenor, le pedimos al sistema que escribiese código en Delphi (Pascal), que hiciese el ordenamiento de una serie de números. ChatGPT fue escribiendo el código del "BubbleSort", el algoritmo de la burbuja, el cual ordena los datos de menor a mayor. Igualmente, el sistema puso comentarios para indicar las partes "complicadas" de dicho algoritmo.

En otro tipo de pruebas, se le dio a ChatGPT un fragmento de código que no funciona, preguntándole al sistema por qué no entrega el error que supuestamente esperaríamos. ChatGPT entonces elabora (en inglés), su respuesta, indicando que le falta contexto para resolver el asunto. Le pregunta al usuario si eso es el código completo o si es solamente un fragmento. Busca información adicional y a las respuestas del usuario, el sistema elabora una respuesta en inglés mucho más completa, indicando la razón del posible error.

Para usar ChatGPT hay que entrar a este sitio, https://chat.openai.com. La primera vez hay que abrir una cuenta gratuita con ellos, cosa que lleva un par de minutos y acto seguido se puede empezar a experimentar preguntando diferentes cuestiones. Las peticiones de los usuarios pueden hacerse en inglés o cualquier otro idioma. Es francamente asombroso.

En esta fase de pruebas de ChatGPT, todas las respuestas y preguntas de los usuarios sirven para ir generando más datos para seguir entrenando a la red neuronal. Los autores del sistema indican que ChatGPT es abierto y gratuito, por el momento, pero es claro que el potencial económico parece estar a la vuelta de la esquina. Imaginen las cosas que puede hacer hoy la IA y del cómo nos puede ayudar.

Hay que decir que todas estas tecnologías tienen su lado oscuro. Por ejemplo, ¿qué tal que un alumno pide un ensayo sobre un tema que le dejaron de tarea? ¿Cómo saber si lo escribió el alumno o fue ChatGPT? Si este tipo de sistemas empiezan a prosperar, habrá que buscar mecanismos para que no se abuse indiscriminadamente de estos sistemas y que esto lleve a problemas en el tema de la enseñanza/aprendizaje.

Como sea, hay que estar muy atentos con ChatGPT. El futuro de la IA hoy en día se ve mucho más promisorio, más emocionante que nunca y bien podría generar una nueva revolución en la forma en que los seres humanos buscamos y nos hacemos de información.

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