Ajedrez
Un herramienta "nueva" para mejorar en ajedrez
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–Los seres humanos hemos aprendido a estudiar diferentes temas mediante técnicas que nos son similares. Por ejemplo, si queremos estudiar cálculo diferencial e integral, lo mejor que podemos hacer –además de tomar clases– es la de leer los libros del tema y además, hacer los ejercicios propuestos. Esto nos irá dando poco a poco las habilidades para comprender los procedimientos y métodos asociados para resolver las ecuaciones (derivadas e integrales), que se nos presenten en el camino. Eventualmente, si hacemos un trabajo metódico, aprenderemos a manejar con soltura este tipo de matemáticas.
Pues bien, en el ajedrez pasa lo mismo. Los ajedrecistas leemos libros, vemos videos de los maestros que muestran las mejores partidas, en el mejor de los casos tomamos clases con alguien que puede enseñarnos más sobre el arte del juego y además, si queremos progresar, tendremos que ir a los torneos y probar nuestras habilidades ante otros jugadores que quieren lo mismo que nosotros, ganar la partida que se está sosteniendo en ese momento. Esto último probablemente es la mejor analogía con la de resolver los problemas que se presentan en los libros de matemáticas. Finalmente tenemos que reconocer que la adquisición de habilidades tiene que ver con el esfuerzo personal y es aquí donde hacer matemáticas o jugar bien al ajedrez, es practicar un oficio.
A diferencia de estudiar cálculo, el cual muchas veces se nos da en las facultades de ciencias e ingeniería y que ya de por sí implica una metodología semanal, pues atendemos el curso dos o tres veces por semana, en ajedrez difícilmente podremos llevar esta disciplina con la seriedad de un curso universitario. Y es que para la mayoría de los ajedrecistas, el trabajar en la mejora de su ajedrez depende del tiempo disponible extra, pues aparte de todo hay que trabajar o bien simplemente ganarse la vida. Así, muchos jugadores leen libros o estudian ajedrez en la medida del tiempo libre y por ende, sus progresos son mucho más lentos que aquel que puede dedicarse –digamos– de tiempo completo. Para colmo, pocas veces llevamos registro de lo que hemos estudiado.
Sin embargo, hallé una idea que puede ser útil. Se trata de llevar un registro escrito del trabajo que hagamos en ajedrez. Si analizamos partidas de Capablanca, por ejemplo, bien podemos anotar el trabajo que hicimos sobre ella, contra qué clase de adversarios jugó el cubano, o qué aperturas/defensas usó, etcétera. Igualmente, podemos llevar cuenta escrita sobre partidas de entrenamiento, estudio de los finales de torres que estemos haciendo o bien, el análisis táctico de posiciones complejas. También podemos anotar la cantidad (o tiempo) que hemos ocupado para resolver problemas de táctica, ya sea en libros especializados en ese tema o en los portales más populares de ajedrez.
No sugiero usar esta bitácora para registrar que pasaron 4 horas jugando partidas de un minuto en el servidor de Chess.com, pues eso no es precisamente estudiar con seriedad pues en el fondo, como apuntara alguna vez el excampeón mundial Mijaíl Botvinnik, esta actividad promueve la superficialidad y no la recomendó nunca.
La cuestión es, ¿de dónde saco una bitácora de esta naturaleza? Bien podemos usar un blog (por ejemplo, yo hice uno –hace años– en blogspot.com), en donde se pueden ir registrando los avances cotidianos en nuestro estudio de ajedrez. Es una interesante posibilidad. Además de eso he diseñado una bitácora, la cual está basada en la que promueve el GM suizo Noël Studer en su blog (https://nextlevelchess.blog/) y que me parece una “nueva” herramienta para hacer el estudio del ajedrez un trabajo más metódico para que así sepamos qué estudiamos y qué tan bien lo estamos haciendo.
La idea es tener trabajo toda la semana. La bitácora tiene un formato muy simple y se trata de disciplinar el estudio. Por ejemplo, si vamos a empezar una semana con el análisis de las partidas de Tal, debemos registrar cuánto tiempo haremos este trabajo y cuando nos sentemos en el tablero a realizarlo, tener ya lista la información para empezar de inmediato. Vamos, si decidimos que queremos estudiar un tema a las 4 de la tarde, pues desde antes ya debemos tener el material a estudiar y así no perder el tiempo. Desde luego, hay que apagar celulares y televisiones, porque como en las clases de matemáticas, estamos concentrándonos en el estudio.
Cabe decir que cuando uno se hace de esta herramienta, de este diario (o bitácora), muchas veces pretendemos poner un sinfín de tareas por realizar. Nos gana el entusiasmo pero no, esto no funciona porque rápidamente veremos que queremos abarcar demasiado y eso no es posible. Mejor hacerse de un plan más detallado y más chico. Por ejemplo, esto es lo que puse en mi bitácora cuando empecé a usarla (en el plan diario):
Día 1:
Estudiar 1 hora de ejercicios de táctica usando el libro de Hertan (Forcing Moves)
Hacer una partida de entrenamiento con la variante del avance en la Francesa contra ChessTiger en mi teléfono (2 horas)
Día 2:
Ejercicios de táctica usando el software CT–ART (1 hora)
Jugar una partida usando el método de ajedrez solitario (partidas con este método se encuentran cada mes en la revista Chess Life) (1:30 hrs)
Etcétera.
Como puede verse, esto da método y además, nos ayuda a ver que trabajamos consistentemente en el desarrollo de nuestro ajedrez. Evidentemente es sólo una herramienta más, pero en mi opinión es una idea interesante para estudiar y motivarse en el estudio del juego, que muchas veces es árido y que requiere paciencia y constancia.
Quien quiera la bitácora, puede descargarla de https://www.mediafire.com/file/dnn51kj16y907ac/bitacora–final.pdf/file. Este archivo es un PDF que se puede imprimir directamente y ya queda para usarse en ambos caras de cada hoja. Vamos, ya está armado como un pequeño librito que puede eventualmente encuadernarse para tenerlo a la mano de forma funcional.