TOLUCA, Edomex (proceso.com.mx).- Al iniciar su último año de mandato, Andrés Manuel López Obrador aseguró que, al dejar la Presidencia, se retirará, y no será ni jefe máximo, ni guía moral, ni caudillo y menos cacique.

“No puedo seguir porque no lo permite la Constitución, pero además soy partidario del lema maderista ´Sufragio efectivo, no reelección´”, afirmó. 

En ese sentido, recordó que solo le queda un año en la Presidencia, y aseguró, “no voy a estar, cuando termine, ni de jefe máximo, ni de guía moral, ni de caudillo, ni mucho menos de cacique; me retiro”.

Desde Valle de Chalco, en el Estado de México, insistió en que es positivo el relevo generacional para la transformación de México porque ya se establecieron las bases, los cimientos de la cuarta transformación.

Después, en Chalco, refirió que sus adversarios, los conservadores, suelen decir que ya está chocheando y le dicen “viejito guango” porque es el presidente mexicano de mayor edad.

Sin embargo, afirmó, “estoy entero, al cien, y ya tengo mi tarjeta... Soy más joven que el presidente de China, que el de Rusia, que el primer ministro de la India, que Lula de Brasil, y que el presidente Biden de Estados Unidos”, manifestó.

El mandatario informó que será en febrero de 2024 cuando esté listo el trolebús Chalco-Santa Martha, obra en la que se han invertido 10 mil millones de pesos; y en Ixtapaluca indicó que, a petición de la gobernadora Delfina Gómez, en el Estado de México la beca para alumnos de primaria crecerá de 5 mil 204 a 10 mil 408 pesos.

En este último municipio, informó que la administración federal adquirirá, en 800 millones de pesos, el hospital de Xico que las administraciones priistas arrendaban a un cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y que todavía debía pagarse a 20 años.

El tabasqueño aprovechó su gira del fin de semana por el Estado de México para medir la popularidad de los alcaldes de cada demarcación; en Valle de Chalco, el morenista Armando García Méndez recibió una rechifla, y al presidente no le quedó sino pedir a los asistentes levantar la mano si consideraban que el presidente municipal ha trabajado bien, y después a quienes pensaban lo contrario. 

“Quedaron empatados”, bromeó en un primer momento, y después corrigió: “yo creo que gana que está trabajando bien”.

Hace unos días, en San Felipe del Progreso, durante la gira de agradecimiento de la gobernadora Delfina Gómez, también fue abucheado el alcalde priista Javier Jerónimo Apolonio, y el presidente municipal morenista Alejandro Tenorio Esquivel.