CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El mensaje presidencial fue concreto: ojalá los dueños de Interjet resuelvan la situación financiera de la aerolínea y no se pierdan las fuentes de empleo. Pero en definitiva, el gobierno no rescatará a la empresa que el pasado viernes se fue a la huelga, la primera de importancia en el sector privado desde que inició este sexenio.

“El gobierno no puede andar rescatando empresas, si nos dedicamos a eso fracasa el gobierno, quiebra la hacienda pública”, atajó este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador para puntualizar que no irá al rescate de la aerolínea que enfrenta problemas financieros tan graves que dejó de cumplir con el pago de salarios y prestaciones a sus trabajadores desde hace cuatro meses.

La reflexión del mandatario fue consecuente con lo que viene planteando desde su época de opositor y, destacadamente, al enfrentar la crisis derivada de la pandemia: el gobierno no rescatará empresas ni convertirá deudas privadas en deuda pública y, de hecho, recordó los casos del Fobaproa (sobre el que a finales de los años 90 escribió un libro denunciando a los beneficiarios) así como el caso de Mexicana de Aviación.

En su conferencia de prensa, López Obrador dijo que las aerolíneas de bajo costo, como Volaris y Viva Aerobus, no tienen problemas financieros y hasta bromeó con que Aerobus dejará de cobrarle el pasaje por hacerle publicidad.

También se refirió a Aeroméxico, al considerar que podrá salir de sus problemas y sostuvo que “el problema es Interjet”.

Al respecto deseó que los dueños de la aerolínea logren resolver la deuda que arrastra desde hace tiempo.