HIDALGO (apro).- Con detenciones arbitrarias, golpes, gases lacrimógenos y encapsulamiento en contra de manifestantes culminó la jornada de protesta con motivo del 8M en Pachuca, Hidalgo, frente a la sede del Poder Ejecutivo del estado, que había sido previamente blindado.

La movilización masiva en el primer cuadro de la capital se había llevado a cabo de forma pacífica, con contingentes que encabezaron madres buscadoras, familiares de víctimas de feminicidio y desapariciones, así como colectivas, activistas, estudiantes, madres, niñas y adolescentes que, entre sus consignas, pedían justicia por casos impunes, además de portar pancartas con imágenes y nombres de mujeres víctimas de violencia.

Al inicio, antes de la marcha, hubo expresiones artísticas enmarcadas en la protesta y mesas de asesoría y apoyo.

Sin embargo, tras la llegada pacífica a la Plaza Juárez, manifestantes reportaron intentos de confrontación y el posible arribo de personas infiltradas. Días previos, Mercadiita Las Insurgentes, una de las organizaciones convocantes, informó que el denominado bloque negro no participaría, debido a que en ediciones previas detectaron grupos de choque que se incorporaron y pusieron en riesgo a las participantes.

Cuando una parte de la manifestación ya se había disuadido, elementos antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) repelieron a quienes intentaban derribar las vallas colocadas durante la noche y madrugada previas, para proteger el Palacio de Gobierno. También fue protegido el Reloj Monumental, ubicado en Plaza Independencia, cuyas vallas fueron derribadas antes y rotos los cristales del primer piso, donde se ubica una tienda de artesanías.

Desde el bloque policial en Plaza Juárez se rociaron gases de extintor y, mientras eso ocurría, Ashley Odeth Pedraza Cerón, defensora de derechos humanos e integrante del Comité Cerezo, quien monitoreaba la marcha, fue retenida indebidamente, al igual que Tania N, N, y Jazmín N, N. Una de ella, menor de edad. Mientras continuaba la confrontación y los gases, su madre pedía a los policías, con agentes tanto hombres como mujeres, que le regresaran a sus hijas, que habían sido llevadas con uso de la fuerza.

El Comité Cerezo México denunció que, por la información que han recabado, aproximadamente a las 16:45 horas arribaron camiones de granaderos con elementos de la policía municipal y estatal, algunos con el rostro cubierto y lanzaron gases lacrimógenos y polvo de extintor en contra de manifestantes, entre ellas, algunas menores de edad.

Asimismo, contabilizó "una decena de detenciones arbitrarias y golpes" en contra de quienes protestaban, además de afirmar que más manifestantes sufrieron agresiones físicas y verbales.

"Ashley Odeth Pedraza Cerón, integrante del Comité Cerezo México, fue detenida de manera arbitraria, gaseada, pateada e insultada por parte de los cuerpos de granaderos, así como también otras compañeras del Comité Cerezo México fueron gaseadas directamente a los ojos mientras ejercía su derecho a defender los derechos humanos y realizando la labor de monitoreo", recriminó también la asociación.

Todo ocurrió durante una jornada en la que el gobierno de Hidalgo envió un comunicado en el que afirmó que respetaba la protesta y consideraba la causa justa. Asimismo, que estaba garantizado el derecho de expresión y había un equipo de seguridad para proteger a quienes participaran

Ashley, Tania y Jazmín fueron liberadas posteriormente, mientras las manifestantes intensificaban el reclamo para que fueran entregadas, y el bloque de la policía se mantenía en posición, para la defensa del edificio gubernamental, que tenía las cortinas de acceso cerradas.

El Comité Cerezo demandó al gobierno garantizar el derecho humano a la protesta y, "de manera urgente, que se investigue y sancione a los responsables de las detenciones arbitrarias.