MÉRIDA, Yuc., (apro).- El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en Yucatán, las mujeres que salieron a manifestarse fueron reprimidas con gas lacrimógeno y golpes de agua a presión. Se violentó su derecho a la protesta.  

En una transmisión en vivo en sus redes sociales, el gobernador del estado, Joaquín Díaz Mena, “Huacho”, aseguró que es solidario con las acciones de las mujeres, pero omitió pronunciarse sobre las agresiones, cuando las manifestantes fueron reprimidas con gases lacrimógenos y algunas fueron golpeadas.   

Las palabras que dirigió Díaz Mena a la violencia contra las manifestantes fueron una reacción, al ser cuestionado en comentarios durante la transmisión.  

“Quiero hacer referencia a los hechos sucedidos el sábado pasado 8 de marzo. Ya hay varios comentarios que me están escribiendo ‘que si no voy a expresar algo sobre el sábado pasado’. Y quiero decirles, amigas y amigos, que como gobernador del estado expreso mi más profundo apoyo y solidaridad a la lucha constante de todas las mujeres por la igualdad de género y sus derechos”, pronunció. 

El gobernador de Yucatán únicamente alegó que trabajará para cuidar de las mujeres.  

“Apoyo total al derecho de las mujeres a manifestarse, a la libre expresión, pero también como gobernador tengo la obligación de cuidarlas, de protegerlas, así como a terceras personas”, apuntó. 

 

El gobernador evitó hablar sobre el hecho de que fueron policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) quienes lanzaron gas lacrimógeno y agua a presión en contra de las mujeres, cuando intentaron derribar las vallas que protegían el Palacio del Gobierno del Estado.  

A través de un comunicado de prensa, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) informó que inició una queja de oficio. Consideró que se violentó el derecho a la protesta y se respondió con violencia ante un digno reclamo.  

Organizaciones feministas reiteraron que no existió justificación para la violencia y que el Estado puso en riesgo a quienes marcharon, y en particular a las infancias que acudieron y personas con discapacidad. 

“Nos duele y nos enfurece ver cómo nuestra ciudad, que ha sido testigo de nuestra lucha constante por la justicia y la igualdad, hoy es escenario de represión bajo el mandato de las nuevas autoridades estatales. No aceptaremos que se nos silencie ni que se criminalice nuestro derecho a la protesta”, dice un pronunciamiento firmado por el Frente Nacional para la Sororidad Yucatán, el Centro por la Justicia, Democracia e Igualdad-CEJUDI, Acciones para la Mujer AC, Unasse A.C., Centro de Apoyo Solidario Documentación y Estudio A.C. y la Red de Acompañamiento Yucatán AC. 

Otras agrupaciones como Indignación, que lucha por los derechos humanos, exigió una investigación para esclarecer quién ordenó el uso de la violencia.  

“Muy poco duró su imagen democrática. Las mujeres exigimos lo que nos corresponde. Lo demás no es lo de menos. Haga usted bien su trabajo. Asuma que violó los derechos de toda la sociedad”, detallaron en el comunicado.  

Es la primera ocasión que policías estatales usan gas lacrimógeno y agua a presión para reprimir una manifestación del 8M en Yucatán. Hasta el momento la SSP no se ha pronunciado sobre el uso excesivo de la fuerza durante la movilización de las mujeres.