Tortura
Vinculan a proceso a seis servidores de Izúcar de Matamoros por tortura contra periodistas
Ya antes 11 funcionarios municipales fueron vinculados a proceso pero por el delito de falsedad de declaración rendida ante autoridad referente a estos mismos hechos.PUEBLA, Pue. (apro).- Cinco policías y un juez calificador del Ayuntamiento de Izúcar de Matamoros fueron vinculados a proceso por el delito de tortura y abuso de autoridad contra las reporteras Natalie y Michelle Hoyos López.
Aunque este caso se agravó con la ejecución ocurrida el 20 de junio de María del Socorro Barrera, quien se supone era testiga protegida de la Fiscalía General de la República (FGR), pues como exfuncionaria municipal había dado testimonio de las instrucciones que hubo, desde mandos superiores, para detener y torturar a las periodistas, la jueza no determinó medidas cautelares contra los servidores.
Tras la audiencia que duró 15 horas, la jueza Lidia Alonso Sánchez validó 103 pruebas que aportó la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) en contra de los policías municipales y un juez calificador.
Aunque los vinculó a proceso, la jueza no aprobó medidas cautelares como la prisión preventiva y separación del cargo de los procesados. Cabe recordar que ya antes 11 funcionarios municipales fueron vinculados a proceso pero por el delito de falsedad de declaración rendida ante autoridad referente a estos mismos hechos.
Previo a la audiencia, Michelle Hoyos habló sobre lo difícil que ha sido llevar este proceso penal por 16 meses, pese a que sus agresores continúan en libertad y ejerciendo sus funciones de autoridad en Izúcar de Matamoros. Aparte, afirmó que esto se agravó después de que Socorro, quien era una testiga clave, fue asesinada.
Cabe señalar que en la audiencia se mencionó la posible participación de la alcaldesa morenista, Irene Olea en esta agresión contra las reporteras, pero hasta ahora el Ministerio Público no ha hecho imputaciones contra ella.
Los hechos se registraron el 10 de marzo, en el marco de la conmemoración del 8M, cuando las periodistas acudieron a cubrir un performance que realizó una colectiva feminista.
Las hermanas, junto con activistas, fueron detenidas y llevadas por policías municipales a los separos donde fueron retenidas por horas y sometidas a torturas y agresiones como obligarlas a desnudarse, sufrir tocamientos en senos y genitales y amenazas sobre que las iban a desaparecer.