CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Miles se dieron cita en Mazatlán –este lunes– para atestiguar el eclipse total en esa ciudad, entre ellos: Rigoberto, quien viajó, desde Guamúchil hasta el puerto, junto con su familia.

Rigoberto es un gallo de mediana edad, quien portó lentes de sol durante el evento. Según testigos, su dueño Paul –de 11 años– estuvo pendiente de que su mascota no viera al sol de forma directa durante el eclipse y, así, evitar que se lastimara los ojos.

De acuerdo con el medio local “Los Noticieristas”, la familia llevó a la mascota emplumada al lugar del fenómeno astronómico para apreciar su comportamiento cuando oscureciera: “Lo llevábamos porque pensábamos que iba a gritar o algo, para ver cómo se comportaba allá”, dijo el niño al medio.

Al preguntarle sobre los lentes para Rigoberto, Paul respondió: “No teníamos planeado hacerle lentes, pero allá mi papá agarró unos lentes y los recortó”.

Paulina Ortiz, madre del pequeño Paul, explicó al medio que el gallo cerró sus ojos y se quedó dormido mientras oscurecía. De acuerdo con ella, Rigoberto se encontraba desorientado al momento de despertar, ya que no había completado su tiempo de sueño: “él se durmió, despertó y se sentía como desubicado porque movía mucho la cabeza, hacia un ruido extraño”.