MORELIA, Mich. (apro).- El titular de la Fiscalía General del Estado, Adrián López Solís, comentó que los asesinatos de los precandidatos a la alcaldía de Maravatío, el morenista Miguel Ángel Zavala Reyes y el panista Armando Pérez Luna, podrían estar relacionados con las aspiraciones electorales de las víctimas.

Todo parece indicar que, en efecto, se trató de la intromisión de los intereses de los grupos criminales para quitarse de en medio a los posibles candidatos”, dijo el fiscal en declaraciones realizadas en el contexto de la entrega de su quinto informe de labores ante el Congreso del Estado.

Entrevistado por un grupo de periodistas, el servidor público se refirió al doble asesinato —ocurrido el lunes 26 en sucesos distintos— como “un hecho preocupante, se trata de la privación de la vida de dos personas que estaban en la condición de precandidatos respecto a su partido; nosotros tenemos avances que obviamente no les puedo compartir en este momento en tanto se consolidan los datos de prueba sobre los que estamos trabajando”.

Añadió: “Estamos realizando investigaciones exhaustivas; lamentablemente quienes cometen este tipo de delitos los preparan y ejecutan con la intención de no ser descubiertos de inmediato, y eso requiere el uso de técnicas de investigación, el despliegue de personal, el acopio de una serie de datos que habremos de formalizar en cada una de las carpetas y en su momento vamos a poder judicializar”.

Cuestionado si ya fue identificado el grupo criminal que se encuentra detrás de los asesinatos, dijo que no se ha escuchado que alguno de ellos se haya atribuido los ataques; “nosotros lo que identificamos son sujetos integrantes de bandas de delincuentes que tienen intereses en la región para mantener el control territorial, someter a la población y realizar sus actividades delictivas”.

De acuerdo con el titular de la FGE, ninguno de los dos precandidatos asesinados había denunciado formalmente probables amenazas del crimen organizado en su contra.

El morenista Miguel Ángel Zavala Reyes, asesinado la tarde del día 26, era un prestigiado médico que laboraba en una clínica de Maravatío y había externado su interés de contender por la candidatura de su partido a la Presidencia Municipal.

Por su parte, el panista Armando Pérez Luna, asesinado horas después, por la noche de ese lunes, se dedicaba al ramo del transporte.