HERMOSILLO, Son. (apro).- Tras identificar a un interno enfermo de tuberculosis en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Ciudad Obregón, y de verificar que éste tuvo contacto con al menos 10 reos más, la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una medida cautelar que pretende mitigar la situación de “grave riesgo de propagación de contagios”.

La CEDH de Sonora informó este domingo que la Cuarta Visitaduría dictaminó la medida cautelar 617 “luego de conocer e investigar el caso de diez personas privadas de la libertad en ese centro penitenciario, quienes tuvieron contacto con otro interno enfermo de tuberculosis”.

De acuerdo con las autoridades sanitarias internacionales, se trata de una enfermedad que se transmite de persona a persona a través del aire, sea por tos, estornudos o por el habla, cuando se inhalan los microorganismos que causan la infección. En este contexto, cobra relevancia la condición de hacinamiento que se presenta en el Cereso de Ciudad Obregón.

El Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Reinserción Social informó que, para el corte del mes de octubre, el Cereso ubicado en la cabecera de Cajeme contaba con una población de mil 865 internos a pesar de que la capacidad de sus instalaciones permite albergar a 910 personas. Es decir, se cuenta con una sobrepoblación del 104.95 por ciento.

Entre la población de reclusos en Ciudad Obregón, además, se tiene que mil 20 de ellos ya contaban con una sentencia al momento del censo, mientras que 703 personas, el 38% del total, se encontraba privada de su libertad en espera de un fallo judicial.

La condición de sobrepoblación que se observa en el Cereso mencionado se extiende al resto de la entidad pues, según las autoridades, hay 11 mil 637 personas encerradas en las 13 penitenciarías de Sonora: la infraestructura, sin embargo, permite un máximo de 7 mil 988, por lo que la sobrepoblación asciende a 3 mil 649 personas y es la segunda más elevada del país.

La situación se enmarca en un contexto global que la Organización Mundial de la Salud resume en que “la tuberculosis probablemente recuperó su lugar como la primera causa de muerte en el mundo relacionada con un agente infeccioso individual, luego de tres años en los que había sido reemplazada por el coronavirus (Covid-19)”.

La condición de la tuberculosis como la primera causa de muerte derivada de una sola infección se relaciona con que se estima que durante 2023, a nivel mundial, dicha infección terminó con la vida de 1.2 millones de personas, mientras que el covid-19 hizo lo propio en cerca de 320 mil ocasiones.

Algunos de los agravantes de la infección, detalla la OMS, son la desnutrición, la infección de VIH, los problemas derivados del alto consumo de alcohol, el consumo de tabaco y la diabetes.