QUIMIXTLÁN, Pue. (apro).- Pobladores de Xacaxomulco reiteraron su petición de que el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina escuche sus demandas y se comprometa a que no habrá impunidad en los homicidios de Román Flores Hernández y Manuel Flores Reyes, asesinados el 4 de julio.

Los pobladores recordaron que un grupo de guardias blancas al servicio de Luis Isidro Bello González, cacique local, cometieron el doble crimen en presencia de policías municipales que no hicieron nada por proteger a los lugareños.

Los hechos ocurrieron cuando se efectuaba un plebiscito en el que se ratificaría el nombramiento del juez de paz de esa comunidad nahua, Juan Sánchez Paz, a quien el grupo de Luis Isidro Bello González pretendía destituir y colocar en su logar a Omar Bello.

Previo a los hechos, en los que además de los dos pobladores muertos otros ocho resultaron heridos, el entonces secretario de Gobernación del estado, Julio Huerta Gómez, fue advertido del conflicto que se estaba generando, pero, en lugar de solucionar el problema, ha brindado impunidad a Bello González a cambio de apoyo político, acusan los pobladores.

El operador poblano de Claudia Sheinbaum

Julio Huerta Gómez, a quien los pobladores señalan como protector de Bello González, es coordinador de la campaña de Claudia Sheinbaum en Puebla y renunció el 1 de julio a la Secretaría de Gobernación de la entidad para buscar su postulación como candidato de Morena a la gubernatura del estado.

Los pobladores indican también que Bello González forma parte de los comités seccionales “En Defensa de la Cuarta Transformación”, sin importar que desde hace meses ha sido acusado por pobladores de Atotonilco, municipio de Cuacuahualco, Veracruz (vecina de Quimixtlán), de participar en secuestros, extorsiones, robos, amenazas y otros delitos contra los lugareños.

Balazos para reventar un plebiscito

Felícitas Flores Reyes, esposa de Román Flores Hernández y hermana de Manuel Flores Reyes, ambos asesinados el 4 de julio, explica que todo ocurrió porque en el plebiscito la mayoría de los vecinos apoyó la ratificación de Sánchez Paz.

Cuando Bello González y sus incondicionales vieron que era inminente la ratificación de Sánchez Paz y con ello la derrota de su candidato Omar Bello, decidieron “reventar” el proceso plebiscitario a balazos, y empezaron a disparar contra los asistentes, entre quienes había mujeres, niños y ancianos.

En un video entregado a Proceso puede verse cuando los hombres armados empiezan a disparar en el interior de la cancha de usos múltiples donde se realizó la consulta. En respuesta, un hombre hace disparos al aire, pero enseguida es alcanzado por los disparos de los guardias de Bello González.

Flores Reyes recuerda que además de las personas asesinadas, ella misma y otros siete vecinos fueron heridos por las balas.

En los videos entregados puede verse que los policías municipales presentes en el lugar permanecen sin reaccionar ante el ataque, además de que tampoco hacen nada por detener a los responsables, por lo cual los pobladores dan por hecho que el atentado contó con la complicidad del alcalde de Quimixtlán, José Martínez Pimentel.

Un manantial en el trasfondo del conflicto

Flores Reyes explica que el fondo del conflicto es la disputa por un terreno comunitario de dos mil 400 hectáreas ubicado en Cerro Gordo, en el cual se encuentra un manantial cuya agua se aprovecha para suministrar a 15 localidades de Quimixtlán.

Desde hace más de cinco años, indica, Bello López es el presidente del comité que controla el manantial y el terreno, y desde entonces, sin rendir informes ni cuentas a los vecinos, ni tomar en cuenta sus opiniones, decidió vender el vital líquido a otras localidades del municipio.

Felícitas expone que en distintas asambleas los pobladores se han manifestado en contra de vender el agua de ese manantial por temor a que, después, ellos mismos no tuvieran suficiente para cubrir sus necesidades, lo que finalmente ha estado ocurriendo ya en Xacaxomulco.

“Más de la mitad de la población no estuvo a favor de la decisión de vender el agua”, relata, “sin embargo, a partir de entonces, Luis Isidro Bello González ya no preguntó, tomó una determinación… él ya tenía la idea de intimidarnos y molestarnos, y se impuso.”

Desde entonces, detalla, Bello González y sus incondicionales han buscado incidir en el nombramiento de jueces de paz en esa comunidad para mantener su decisión de vender el agua a las comunidades vecinas, además de poder darle un uso político al recurso.

Los modos de Morena

Bello López, agrega la denunciante, incide también sobre los apoyos de la Secretaría del Bienestar para vivienda y otros programas, los cuales se entregan sólo a sus incondicionales de Bello López, para manipular a la población a su favor.

Por ello, el 4 de julio Bello López y sus incondicionales trataron de evitar la ratificación del juez de paz que había sido elegido por la mayoría de los pobladores, y al darse cuenta de que iban a perder, acabaron por “reventar” el plebiscito a balazos.

Por su parte, la directora del Colectivo Nacional de Alerta Temprana para Periodistas y Defensores de Derechos Humanos (Conapa), Claudia Martínez, advierte que en el conflicto en Xacaxomulco el partido Morena usa el agua como “botín político”.

Explica que Bello González cierra y abre el suministro a las comunidades en función de que apoyen o no a sus aliados, uno de ellos en la actualidad es el coordinador de la campaña de Sheinbaum en Puebla, el exsecretario de Gobernación en la entidad Julio Huerta Gómez.

Añade que los pobladores denunciaron que el día de la balacera Bello López no tuvo empacho en transportarse en una camioneta que portaba mantas de apoyo a Huerta Gómez, también primo del fallecido gobernador Barbosa Huerta.

Por si no bastara, agrega, hay múltiples quejas de que muchas familias han sido amenazadas y obligadas a prestar sus bardas para pintar propaganda a favor de la postulación de Huerta Gómez a la candidatura morenista para el gobierno estatal.

La Conapa presentó un video en el que expone los pormenores de este caso.

La petición a Céspedes Peregrina

Los vecinos reiteran su petición de que el gobierno estatal que intervenga, no sólo para que se haga justicia por el ataque armado del 4 de julio, por los comerciantes fallecidos y los heridos, sino para que envíe protección al lugar, pues los habitantes viven ahora con el temor de que se desate más violencia.

En un acto realizado el lunes 7 en la cabecera de Quimixtlán, los vecinos, encabezados por Felicitas y Lidia, viudas de los hombres asesinados, se presentaron cartulinas en mano para pedir que el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina escuche sus demandas y garantice que Luis Isidro Bello López y sus incondicionales delincuentes reciban castigo y se les ponga un alto definitivo, para que dejen de abusar y amenazar a la población.

Además de Luis Isidro Bello López, también señalan como responsables de la balacera del 4 de julio a Enrique Bello Herrera, Alejandro Loyo Báez y Luis Ángel Flores García, así como a Higinio, Aristeo y Aarón Francisco Bello González.