Chiapas
Marchan indígenas en Tumbalá, Chiapas, para exigir justicia por el asesinato de José Martín Montejo
Los manifestantes forman parte de Somos la Fuerza de las Organizaciones Autónomas del Pueblo Presente (SFOAP), organización integrante del Consejo Nacional Indígena (CNI).TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis; 27 de julio (apro).- Cientos de indígenas del pueblo original chol marcharon este jueves en la cabecera municipal de Tumbalá para exigir justicia y castigo para quienes asesinaron en abril pasado a José Martín Montejo Arcos, miembro del Consejo Nacional Indígena (CNI).
Feligreses de la parroquia de Tumbalá y miembros de Somos la Fuerza de las Organizaciones Autónomas del Pueblo Presente (S. FOAP), adheridos al CNI, salieron a las calles para protestar “contra los atropellos a los derechos humanos”.
La protesta también demandaba el cese de “la ola de violencia, la persecución, las ejecuciones extrajudiciales, las acciones de intimidación y los intentos de desapariciones forzadas”.
Indicaron que la represión, como política de Estado, se manifiesta de diversas maneras en la región, una de ellas es la creación de grupos paramilitares, de choque o delictivos, “como formas de contrainsurgencia, con los que ahora se busca hostigar a los luchadores sociales”, y con la complacencia del Estado “operan en contra del pueblo y las organizaciones sociales independientes”.
Aumento de la violencia
En ese contexto, señalaron que en el municipio de Tumbalá “han aumentado la violencia, la venta ilegal de estupefacientes, el cacicazgo político”, al tiempo que se imponen “la corrupción y la manipulación que con chantajes políticos realizan los dirigentes de la administración comandados por el cacique principal en la región”.
Denunciaron que la cooptación es un juego que pone en tela de juicio la vida de los que aún resisten, porque contra aquel que no acepta se desata la persecución y, en su caso, los asesinatos políticos o las ejecuciones extrajudiciales.
“No es de menor importancia que en la región caminen libremente los que ejecutan los levantamientos forzados, o las persecuciones policiacas, paramilitares”, dijeron los manifestantes.
Montejo Arcos
Recordaron que el pasado 20 de abril, a las tres de la mañana fue privado de la vida José Martin Montejo Arcos, joven luchador social de 22 años, miembro activo del CNI.
Montejo Arcos fue Coordinador de Jóvenes en Acción por la Iglesia Católica, de Tumbalá, “un joven talentoso, con mucha energía, que transmitía enseñanza en el canto, el piano, la marimba y la literatura”.
Montejo Arcos apenas comenzaba su vida laboral en la Casa del estudiante indigena Frida Kalho, que funciona como albergue de la Escuela Secundaria Técnica 95, administrada ésta por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
“José Martin, a los cuatro meses de haber iniciado su labor, lo madrugaron en su espacio de trabajo, asesinándolo y colgándolo de un árbol. Lo asesinaron, pero eternizaron su memoria, hoy es un mártir de la lucha por su pueblo, sus ideales merecen honor y gloria eterna”, dijeron los feligreses.
El caso del estudiante José Manuel
Denunciaron también que a otro joven estudiante, José Manuel, estudiante del Colegio de Bachilleres de Chiapas, Plantel 62, en Tumbalá, “fue acusado injustamente de pederastia, un delito que le fue prefabricado, al contraer relación de noviazgo con una estudiante de secundaria; hoy, en complicidad con las instancias correspondientes y el cacicazgo político de Tumbalá, está preso en el Cereso 5 de Yajalón”.
Tras la marcha procesión, los indígenas choles pidieron juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales del asesinato de Martin Montejo Arcos.
Demandaron la libertad inmediata del José Diaz, de la Ranchería El Trapiche, Salto de Agua, Perteneciente a la Junta de Buen Gobierno y base de apoyo del EZLN.
Asimismo, exigieron la reapertura de la carpeta de investigación sobre el caso de Juan López Arcos, de la causa penal 45/2017.
Pidieron también a las autoridades estatales la libertad de los presos políticos del MODEVITE de San Juan Cancuc y Chilón, víctimas de tortura y de la fábrica de culpables en Chiapas, condenados injustamente por delitos que no cometieron.
“Responsabilizamos a los tres niveles de gobierno, municipal, estatal y federal por cualquier atentado que vuelvan a sufrir nuestra filas y cualquier colectivo o selectivo de los que conformamos este Frente Único de Organizaciones Sociales de Tumbala”.
Finalmente, llamaron a todos los habitantes de Tumbalá y de la región norte tseltal-chol a unir fuerzas y a organizarse, “porque es el único camino y la única forma en que el pueblo organizado puede frenar toda represión que viene del Estado”.