TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Casi 40 horas después, el cuerpo del biólogo Ariel Muñoz, de 48 años de edad, succionado por una alcantarilla el sábado pasado en un barrio del norte de Tuxtla, fue hallado este lunes flotando en las aguas del Río Grijalva, a más de 12 kilómetros de distancia de donde sufrió el accidente.

La Secretaría de Protección Civil del gobierno del estado informó que el cuerpo de Muñoz Núñez fue hallado flotando en las aguas del Río Grijalva, donde desemboca el Río Sabinal, en el que fue arrastrado a lo largo de casi 12 kilómetros.

Las Brigadas de Búsqueda de Protección Civil y Bomberos empezaron el domingo muy temprano a rastrear el cauce del Río Sabinal, un afluente que cruza la ciudad, donde desembocan los drenes pluviales, pero sin éxito alguno.

En la nueva planeación de búsqueda para este lunes, se rastreó en el área de donde desemboca el Río Sabinal sobre el Río Grijalva, en el Parque Nacional del Cañón del Sumidero, y tras varias horas de navegación en lanchas, se pudo encontrar el cuerpo flotando de una persona del sexo masculino.

La persona fue identificada por sus familiares como Ariel Muñoz Núñez, de profesión biólogo.

El pasado sábado 24 de junio, en medio de un aguacero, alrededor de las 18:30 horas, Ariel y sus vecinos salieron a la calle para ayudar al conductor de una camioneta para empujarla luego de quedar atorada en una alcantarilla sin protección.

El grupo de seis hombres pudo sacar la camioneta de la alcantarilla, sin embargo, en la calle inundada, Ariel no alcanzó a percatarse de la oquedad y cayó en ella. Sus amigos intentaron sacarlo, pero ya no pudieron.

El cuerpo de Ariel se fue por el dren pluvial, llegó al Río Sabinal y recorrió unos 12 kilómetros río abajo hasta llegar al Río Grijalva, donde los rescatistas lo hallaron este lunes. Ariel dejó una viuda, una hija de 11 años y un hijo de 20.

En el contexto de búsqueda de Ariel, otra persona fue reportada ayer domingo flotando en el Arroyo Totoposte, un riachuelo que baja de la zona norte de la ciudad. Se informó que el joven de unos 30 años, era una persona en situación de calle que tenía por oficio ser limpiaparabrisas en uno de los cruceros del Libramiento Norte de Tuxtla.

Su cuerpo fue llevado al Servicio Médico Forense (Semefo) donde todavía sigue hasta esta tarde y nadie lo ha reclamado.