Chiapas
Marchan en Chiapas para exigir el fin de una oleada de crímenes
Cansados de la violencia, la delincuencia organizada, los secuestros, trata de personas y la amenaza de los megaproyectos, feligreses realizaron una “Marcha por la Paz, la Justicia y al Seguridad”.TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).– Cansados de la violencia, la delincuencia organizada, los secuestros, trata de personas y la amenaza de los megaproyectos, miles de feligreses realizaron este viernes una “Marcha por la Paz, la Justicia y al Seguridad”.
Pobladores de Jitotol, Pueblo Nuevo, Rayón, Tapilula, Solosuchiapa, Ixhuatán, Ixtapangajoya y Chapultenango, hombres, mujeres, niños, niñas, ancianos indígenas y no indígenas tsotsiles y zoques, marcharon para exigir al gobierno estatal y el gobierno federal frenen la ola de crímenes en la zona norte del estado de Chiapas.
Encabezados por activistas defensores de derechos humanos, miembros de organizaciones sociales y civiles, así como párrocos franciscanos de las diversas parroquias de estos ochos municipios, los miles de feligreses marcharon con banderas blancas alusivas a la paz.
Denunciaron que en todos estos municipios de la región norte del estado de Chiapas han empezado a operar grupos civiles armados y grupos de la delincuencia organizada, que provocaron un aumento de los secuestros, las violaciones, los feminicidios, la trata de personas mediante la prostitución, así como el alcoholismo y la drogadicción.
La también llamada “Caravana por la Unidad y la Paz en contra la Inseguridad”, que se concentró en la plaza central del municipio de Rayón, demandó “vigilancia permanente en las entradas y las salidas de los municipios”.
Pidieron que los cuerpos policiacos y militares intervengan y pongan fin al trasiego y venta de drogas en esa región.
Como un ejemplo de esta violencia, pobladores del barrio La Asunción, municipio de Chapultenango, denunciaron que desde hace más de un mes un grupo de personas armadas entró a su barrio y desde entonces han vivido una serie de amenazas por parte de este grupo ajeno a la comunidad.
De acuerdo con la denuncia, dicho grupo armado ha estado cateando casas y amenazando a familias dentro de sus domicilios con la intención de buscar gente que venda drogas o alcohol.
Según cuentan los pobladores, esto lo hacen para saber a quiénes tienen qué doblegar y así poder tener el control de la distribución de enervantes y bebidas alcohólicas.
Desesperados porque las autoridades municipales no han atendido sus demandas de entrar a detener a estas personas, que no pertenecen a ninguna comunidad, colonia, ranchería, barrio o ejido del municipio, se han visto en la necesidad de salir a tocar las puertas necesarias para que se resuelva su asunto.
Los pobladores dicen que dentro del pueblo se rumora que este grupo armado se esconde en el ejido Guayabal, el cual está invadido desde el 21 de noviembre del año pasado, igualmente tomado por un grupo armado.