PUEBLA, Pue. (proceso.com.mx).– La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó ejercer su facultad de atracción e iniciar una investigación “amplia y exhaustiva” sobre el hallazgo de un bebé sin vida en un contenedor de basura ubicado en interior del penal de San Miguel, en esta ciudad.

En un comunicado, la CNDH informó que solicitó además medidas cautelares al subsecretario de Centros Penitenciarios del estado de Puebla y a la Unidad Especializada de la Fiscalía General de Puebla, para que se colabore con la investigación que permita esclarecer los hechos, garantizar los derechos humanos y reforzar los controles de vigilancia, revisión e ingreso al penal.

La organización civil Reinserta informó que el bebé de aproximadamente tres meses fue encontrado muerto por un reo que recolectaba PET en la basura.

Dio a conocer que el cadáver, localizado el 11 de enero, tenía una incisión en el abdomen, por lo que se especula que pudo ser usado para introducir droga al penal.

En el comunicado, la CNDH advierte que “dará seguimiento puntual a las investigaciones que se realicen desde la Fiscalía General del estado”.

Al repudiar lo ocurrido y el destino que se le dio al cuerpo del bebé, la Comisión hizo un llamado a la Fiscalía de Puebla para que haga una investigación “seria, comprometida, diligente y eficaz que permita el esclarecimiento de los hechos y determine las responsabilidades correspondientes”.

De igual forma, pide a las autoridades del gobierno de Puebla reforzar los controles de vigilancia, seguridad, revisión e ingreso en dicho reclusorio y en todos los centros de ese estado, a fin de evitar que hechos como estos se repitan.

Refiere que en las visitas que ese organismo ha realizado al penal de San Miguel ha reportado “importantes irregularidades” en el rubro de gobernabilidad, respecto a las deficiencias en el ejercicio de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad (autogobierno/cogobierno); insuficiencia de personal de seguridad y custodia, entre otras.

Esto ha generado que durante los Diagnósticos Nacionales de Supervisión Penitenciaria emitidos de los años 2015 al 2020, ese penal haya obtenido calificaciones por debajo o mínimas de 7.

La Fiscalía de Puebla aseguró que la muerte del niño derivó de asfixia.