CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, dejará a la entidad con una deuda superior a 64 mil millones de pesos, es decir, 11 mil millones de pesos más de como la recibió al inicio de su administración.

Al presentar un informe de las finanzas estatales, los diputados panistas electos Carlos Olson y Luis Aguilar, del equipo de transición de la próxima gobernadora, Maru Campos, consideraron que Corral deja una grave deuda.  
     
En 2016, detallaron, la deuda era de 53.5 mil millones de pesos y en la actualidad asciende a 64.5 mil millones. 

El gobernador, también panista, deja una deuda que no es estable y con un hoyo cada vez más profundo, ya que se ha financiado con créditos a corto plazo, con altos intereses que se han pagado generando otro problema financiero que ahora es un boquete, advirtieron. 

De igual manera, informaron que los principales afectados son los proveedores, a quienes se incluyó en un rubro en el que figuran las participaciones que no se han pagado y que suman más de 16 mil millones de pesos.  

Carlos Olson comentó que la administración de Corral recibió mil 800 millones de pesos de participaciones federales que no le correspondían, porque eran para el gobierno entrante. 

“La administración de Javier Corral también adelantó los beneficios de 800 millones de pesos del fideicomiso carretero, los cuales se comprometió el estado a pagar el próximo año”, mencionó 

El gobierno estatal –abundó-- ha acumulado un déficit presupuestal, año con año, en un mal manejo de las finanzas estatales. 

Finalmente destacó qué hay un descontrol en el gasto, ya que en los organismos descentralizados no había lineamientos para controlarlo.