CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La disputa entre grupos delictivos por el control del corredor de oro y droga que conecta la región de Tierra Caliente con la Costa Grande de Guerrero, mantiene sitiados desde hace tres días a pobladores del ejido Los Guajes de Ayala, ubicado en la parte serrana del municipio de Coyuca de Catalán, quienes denunciaron la omisión de autoridades de los tres niveles de gobierno ante los llamados de auxilio.

A través de videos difundidos en redes sociales, un centenar de personas, en su mayoría adultos mayores, mujeres jóvenes y niños de la comunidad de El Pescado, exigieron la presencia de autoridades para restablecer el orden en la Sierra, donde el grupo delictivo de La Familia Michoacana, que dirigen Jhony ‘El Mojarro’ Hurtado Olascoaga y Crescenciano ‘El Chano’ Arreola, pretende desplazar a la población para asumir el control del territorio, conocido por su riqueza forestal y mineral.

Los denunciantes, quienes se mantienen resguardados en la clínica de salud del poblado, señalaron que los hombres del ejido Los Guajes de Ayala mantienen enfrentamientos armados desde el lunes 7, cuando irrumpieron por varios frentes los grupos de sicarios de ‘El Mojarro’ y ‘El Chano’ Arreola.

El propósito de la incursión armada en esa franja minera y forestal de la entidad es desplazar a los propietarios de las tierras para controlar la zona de trasiego de droga que conecta al Pacífico mexicano con el centro del país, señalaron habitantes de la zona en conflicto.

Incluso las víctimas proporcionaron un mapa donde se indica las rutas que han tomado los grupos de La Familia Michoacana, procedentes del municipio de Arcelia, en la Tierra Caliente, y de ‘El Chano’ Arreola, que se desplazan desde el municipio de Petatlán a la sierra de Coyuca de Catalán.

En un comunicado, el gobierno estatal informó que tropas del Ejército y policías estatales se desplazaron a la zona de conflicto para garantizar la seguridad en el ejido Los Guajes de Ayala.

Ello, después de que las víctimas denunciaron que la incursión de los grupos armados se dio tras el retiro de una base policiaco-militar que se instaló en el poblado de El Pescado, donde actualmente un centenar de personas permanecen sitiadas.