COLIMA, Col. (apro).– La madrugada de este jueves fueron asesinados el director del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Colima, Román Buenrostro Campos, y un policía estatal que fungía como su escolta; además, la esposa del funcionario resultó herida y fue trasladada a un hospital para recibir atención médica.

Durante los hechos, ocurridos entre las calles Cuarzo y Lapislázuli de la colonia Villa Flores, en el municipio conurbado de Villa de Álvarez, también murió uno de los pistoleros, alcanzado por los disparos del escolta al repeler el ataque.

En un mensaje difundido la mañana de este jueves, el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez lamentó lo ocurrido y expresó sus condolencias a los familiares y amistades de las víctimas, a quienes dijo extender todo el apoyo para hacer frente a esa situación.

Confirmó que “en este condenable hecho, se abatió a uno de los implicados, por lo que instruí a la Secretaría de Seguridad Pública a colaborar con la Fiscalía General del Estado hasta dar con el resto de los responsables”.

Mediante un comunicado, la SSP estatal señaló que después de los hechos en los que el funcionario y su escolta fueron “cobardemente asesinados”, la Policía Estatal, en coordinación con otras dependencias de seguridad, implementaron un operativo para localizar a los sujetos que participaron en el ataque.

Según versiones extraoficiales, el suceso ocurrió en los primeros minutos de este día en el exterior de una tienda de abarrotes que era propiedad de Buenrostro Campos, quien en ocasiones era visto en el lugar atendiendo a los clientes.

El titular del Cereso tenía menos de 15 meses de haber asumido el puesto, el 17 de julio de 2020, en el que fue nombrado dos meses después de un motín en el que fueron asesinados tres reos y 15 resultaron heridos.

En los años recientes, como resultado de enfrentamientos de grupos rivales del crimen organizado, abundan los brotes de violencia en torno a los centros penitenciarios de la entidad, particularmente el Cereso de Colima, que han cobrado la vida de presos, custodios y directivos.

El 20 de marzo de 2018, Javier Álvarez León, subdirector jurídico del Cereso de Colima, fue asesinado a balazos después de llegar a su domicilio, en la calle Veracruz de la colonia Jardines del Sur.

La víctima recibió al menos cuatro balazos, que le causaron la muerte en el lugar de los hechos.

Posteriormente, un custodio del Cereso de Colima fue asesinado, dos trabajadores penitenciarios resultaron heridos y el domicilio de uno más fue baleado, en hechos ocurridos en diferentes puntos de la ciudad a principios de diciembre de 2019.

Antes, el 18 de abril, un recluso murió y siete más resultaron heridos durante una riña entre reos provenientes de grupos delictivos rivales. La SSP estatal informó que el fallecimiento del reo se produjo al ser agredido con “un objeto hechizo punzocortante”, mientras que dos internos heridos fueron trasladados a un hospital y cinco más sufrieron “golpes leves” que fueron atendidos en el área médica del reclusorio.

Mientras tanto, en octubre siguiente dos reos fueron encontrados muertos en el exterior de uno de los dormitorios del Cereso, quienes habían sido recluidos por su presunta responsabilidad en la comisión de delitos contra la salud. Sus cuerpos se encontraban semienterrados.

El 5 de febrero de 2020, diez internos y un custodio heridos fue el saldo de una riña ocurrida en este mismo Cereso, luego de un enfrentamiento entre dos grupos antagónicos.