Elecciones 2024
Sheinbaum lanza en su cierre discurso conciliador
“Todos los mexicanos habremos siempre de caminar en paz y en armonía, sin discriminación”, dijo la candidata morenista ante un Zócalo casi lleno y con una sexta parte de la plaza ocupada por el plantón de la CNTECIUDAD DE MÉXICO (apro).- En un discurso sin sorpresas, plano, sin frases nuevas para recordar el momento histórico que vivía, Claudia Sheinbaum Pardo cerró su campaña presidencial ante miles de simpatizantes de diversas partes del país reunidos en el Zócalo capitalino, a quienes ofreció: “todos los mexicanos habremos siempre de caminar en paz y en armonía, sin discriminación”.
En lo que pudo parecer un intento de reconciliación entre los mexicanos, luego de tres meses de acusaciones contra “los del otro lado”, aseguró: “Sabemos que el disenso forma parte de la democracia y que, aunque la mayoría del pueblo respalda nuestro proyecto, nuestro deber es y será siempre velar por cada una y cada uno de los mexicanos, sin distingos”.
Por eso, reconoció: “Estoy segura que, aunque muchas mexicanas y mexicanos no coinciden plenamente con nuestro proyecto o tienen preferencias por otras fuerzas políticas, todas y todos los mexicanos habremos siempre de caminar en paz y en armonía, sin discriminación”.
Arropada por los nueve candidatos a las gubernaturas y la Jefatura de gobierno de la Ciudad de México que se disputarán el poder en las urnas este domingo 2 de junio, así como las cinco “corcholatas” que el año pasado buscaron estar en el mismo lugar que ella hoy, la exjefa de gobierno habló durante 40 minutos ante un Zócalo casi lleno.
Y es que, una sexta parte de la plaza estaba ocupada por el plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que ayer en la tarde se reubicó, mientras que, a lo largo de la plancha se observaron huecos, pese al evidente acarreo que hubo desde temprana hora, como lo registró Proceso en fotos y videos.
Sheinbaun Pardo entró triunfante por el pasillo dispuesto frente a la Catedral Metropolitana. Saludaba a la gente que le estiraba la mano para tocarla o para tomarse una selfie con ella. Veinte minutos tardó en llegar al escenario, unos 10 menos de lo que tardaba en hacerlo en sus mitines por el país, en promedio.
Tal cual, el cierre de campaña hoy fue un mitin más de los que hizo desde el 1 de marzo pasado. Si acaso, durante los primeros minutos del discurso, la candidata mostró un entusiasmo y fuerza en su voz y en su rostro que no se le vio ni en los cierres de campaña estatales hechos en días pasados:
“Les puedo asegurar que hay ánimo, alegría que se propaga, esperanza que se respira por todo nuestro territorio y que nos dice, que este 2 de junio, una vez más, vamos a hacer historia. Desde aquí lo decimos con fuerza y emoción: ¡del Zócalo a la victoria!”.
La presunción siguió cuando resumió que fue una campaña “alegre, festiva”, en la que juntó hasta tres millones de personas. Dijo que desde que inició el proceso por la coordinación nacional -el 16 de junio del 2023- hasta hoy, visitó las 32 entidades “cerca de cinco veces” y recorrió 110 mil kilómetros.
En esos recorridos, dijo, sintió y vibró con la gente, a la que agradeció y les prometió: “El amor que he recibido me compromete más que nunca y por eso les digo ¡No les voy a defraudar”.
Durante todo el discurso, la morenista fue ovacionada ocho veces con el ya conocido grito de “¡pre-si-den-ta!”, aunque algunas porras surgieron cuando ella tomaba agua o hacía silencio en espera de la ovación.
La libertad… “heredera de Juárez”
Con un aire fuerte que por momentos se filtraba en el audio del micrófono, Claudia Sheinbaum hizo un breve recuento del “cambio de rumbo” que vivió México hace seis años, con el triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador y la llegada de la llamada Cuarta Transformación.
Como lo hizo a partir del segundo debate presidencial, la morenista llamó al tabasqueño “el mejor presidente de la historia” y alentó a la gente a levantar el coro más conocido de todo el movimiento: “¡Es un honor estar con Obrador!”.
Luego, repasó el resultado negativo, desde su perspectiva, de 36 años de neoliberalismo en México y justificó: “Por eso el pueblo de México no quiere regresara al pasado” y sí, en cambio, continuar lo que ellos llaman el humanismo mexicano. Entonces, lanzó una cascada con los resultados positivos de la actual administración: disminución de la pobreza y la desigualdad, la 12 economía del mundo, la inversión extranjera, el empleo…
Claudia Sheinbaum centró esa parte del discurso en hablar de la libertad que, según ella, representa el proyecto que encabeza, frente al de la oposición.
“Es imperativo decir también que nuestro proyecto defiende la democracia, las libertades, la verdad y la dignidad de las personas. Lo digo porque los adversarios, la oposición y sus intelectuales, han planteado, que en esta elección se juega la democracia o el autoritarismo”, acusó.
Entonces, aclaró: “Lo que no entienden y hay que insistir, para que no haya confusiones, es que la democracia siempre ha estado del lado de nuestro movimiento y ha sido nuestra bandera y nuestra forma de actuar y que el autoritarismo es precisamente la historia y la característica de ellos”.
Y añadió que “la defensa de la democracia nunca ha sido una reivindicación de la derecha. Es más, ¿cuántas veces hemos estado reunidos en el Zócalo luchando casilla por casilla y contra el fraude electoral?”.
La morenista se dijo heredera del Benemérito de las Américas: “Juárez decía ‘La democracia es el destino de la humanidad; la libertad, su brazo indestructible’. Y si somos herederos de alguien, es justamente de Benito Juárez”.
Los ejes y la promesa
Hacia el final de su discurso, cuando el viento comenzaba a soplar más fuerte y auguraba lluvia, la candidata presidencial dijo que, después del 2 de junio “porque de que vamos a ganar, vamos a ganar” y “hasta la toma de posesión del primero de octubre”, continuará con la elaboración del programa de gobierno que se ha nutrido con los más de 400 foros realizados por los especialistas agrupados en los llamados “Diálogos por la Transformación”.
Luego, repasó 20 principios de su programa de gobierno, los mismos que delineó en su discurso de cuando ganó la encuesta interna de Morena y los que están contemplados en los 100 puntos que enlistó el 1 de marzo, en el arranque de su campaña.
- Gobierno honesto, sin influyentismo, sin corrupción, ni impunidad.
- Obligada división entre el poder económico y el poder político.
- Gobierno austero, con disciplina financiera y fiscal. No habrá gasolinazos, ni aumento a las tarifas de gas doméstico ni de luz.
- Garantía de libertad de expresión, de reunión, de concentración y movilización.
- Respeto a la diversidad política, social, cultural, de género y sexual.
- Garantía de igualdad sustantiva para las mujeres y su derecho a una vida libre de violencias.
- Defensa de los mexicanos que viven en el exterior.
- Presupuesto público para garantizar todos los programas sociales.
- Fortalecimiento del acceso a la educación pública, gratuita, científica y de calidad desde la inicial hasta el posgrado.
- Garantía de acceso a la salud pública, medicamentos gratuitos, vivienda, salario y pensiones justas.
- Poner en la Constitución que el aumento al salario mínimo siempre estará por encima de la inflación.
- Promoción del desarrollo científico, tecnológico, innovación y conocimiento humanista.
- Promoción de los derechos culturales, defensa de patrimonio cultural y nacional.
- Consolidación de proyectos estratégicos del actual gobierno
- Promoción de la soberanía energética, la fortaleza de Pemex y de la CFE.
- Impulso a la restauración y protección del medio ambiente y recursos naturales.
- Promoción de la soberanía alimentaria y negativa a sembrar maíz transgénico.
- Promoción de la inversión privada nacional y extranjera
- Profundizar la estrategia de paz y seguridad y los logros alcanzados y promoción de la reforma al Poder Judicial.
- Promoción de una política exterior apegada a los principios constitucionales.
Para cerrar su discurso, Claudia Sheinbaum insistió en que el domingo 2 de junio se volverá a “hacer historia. Seguirá avanzando la Transformación y también, porque por primera vez en 200 años de la República, llegaremos las mujeres a la más alta distinción que pueda darnos nuestro pueblo: la Presidencia de México… No llego sola, llegamos todas, con nuestras abuelas, con nuestras madres, con nuestras hijas y con nuestras nietas”.
Los miles de asistentes rompieron en porras: “¡Presidenta! ¡Presidenta!”. Y con ese ánimo, Sheinbaum Pardo reiteró el llamado a salir a votar el domingo 2 de junio para hacer posible el llamado Plan C y a regresar esa noche a “festejar la victoria”.
A cambio, se comprometió: “a entregar mi alma, mi vida y lo mejor de mí misma por el bienestar del pueblo de México y la dignidad de la República y de la patria. Me comprometo con ustedes a guardar el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador”.
La morenista se tomó la clásica foto con la multitud a su espalda, de frente al balcón presidencial, mientras que el animador anunciaba lo que muchas personas ansiaron más que las promesas de un México mejor: la presentación de Los Ángeles Azules, que abrieron su mini concierto con su clásico “¡Cómo te voy a olvidar!”
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