CDMX
Clara Brugada promete defender el legado de AMLO y Sheinbaum en la CDMX
Con un discurso con tinte feminista y el reconocimiento a López Obrador y Claudia Sheinbaum, Clara Brugada tomó protesta como jefa de Gobierno de la CDMX para el periodo 2024-2030.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con un discurso con tinte feminista y el reconocimiento a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, sus antecesores, Clara Marina Brugada Molina tomó protesta como jefa de gobierno de la Ciudad de México para el periodo 2024-2030.
Flanqueada por la presidenta Sheinbaum Pardo, dijo: “juntas vamos a construir el segundo piso de la transformación y seguiremos honrando el legado que nos ha dejado Andrés Manuel López Obrador”.
Del tabasqueño aseguró: “Es un honor luchar con el hombre que vino a transformar a México, rescatarlo de la corrupción y a regenerar la vida pública”.
Luego de jurar el cumplimiento de la Constitución Política de la CDMX ára los próximos seis años, la morenista resumió las luchas sociales originadas en la capital, así como los derechos ganados desde que la gobierna la izquierda, así como los principales logros de la gestión de Sheinbaum Pardo y lo que hizo Martí Batres en un año.
Entonces, la exalcaldesa de Iztapalapa mencionó algunas de las primeras acciones que hará a partir de la próxima semana. Entre ellas, destacó la instalación del gabinete de seguridad el lunes 7 de octubre, con la asesoría de la exfiscal Ernestina Godoy, el exjefe de gobierno, Marcelo Ebrard, y el exsecretario de Seguridad local, Omar García Harfuch.
También anunció el inicio de las audiencias públicas en el Zócalo capitalino para atender “personalmente” a la gente y con la presencia de los titulares de su gabinete; así como la instalación de un Cabildo Metropolitano donde se trabajen asuntos como el abasto de agua y la contaminación.
La morenista se definió como “municipalista por convicción” y por ello, prometió trabajar con los 16 alcaldes de la capital y “sin importar su origen partidario”.
Sobre las mujeres, afirmó: “El segundo piso de la transformación en esta ciudad, consiste en hacer la revolución de las mujeres. Se trata de hacer una gran revolución pacífica de las mujeres…Una revolución de las mujeres que luche por la libertad, la justicia y la felicidad para todas. Porque recordemos que ninguna mujer será libre hasta que todas seamos libres”.
Clara Brugada también propuso concluir los procesos de elaboración y consulta del Programa General de Desarrollo (PGD) y el Plan de Ordenamiento Territorial (PGOT); aunque omitió decir que ni Sheinbaum ni Batres cumplieron con esa obligación de gobierno.
La exdiputada constituyente se comprometió ante los representantes de los habitantes de la ciudad: “No vamos a fallar, no vamos a defraudar al pueblo”.
Antes de su discurso, las diferentes fracciones parlamentarias emitieron sus posicionamientos. La mayoría, que apoya a la 4T, se desvivió en halagos a la historia de lucha social de la jefa de gobierno y a los logros de la Cuarta Transformación en la capital y en el país.
Ni del PAN, del PRI ni de MC se escucharon reclamos ni críticas a la 4T. Fueron discursos en tono conciliador y apenas recordaron algunos de los tantos problemas de la ciudad: inseguridad, violencia contra la mujer, corrupción, un metro “sin fallas y sin muertos”… Los panistas solo sacaron un letrero que decía: “Sí a una mejor ciudad”. Y esa fue toda la fuerza de la oposición.
Sheinbaum y el protocolo fallido
A la toma de protesta de Brugada Molina acudió la presidenta Claudia Sheinbaum, quien fue recibida en el recinto de Donceles y Allende por algunas tímidas porras de “¡Es un honor estar con Claudia hoy!”.
La exmandataria capitalina no tardó muchos minutos en subir al Pleno para dirigirse a su sucesora votada y darle un abrazo de felicitación que pareció cálido. Luego, se sentó junto al presidente del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX, Rafael Guerra, y la presidenta de la Mesa Directiva, Marta Ávila.
Al Pleno también subió el exjefe de gobierno sustituto, Martí Batres, quien destacó por el abrazo efusivo, con apretones y tres besos que le propinó a la exalcaldesa de Iztapalapa.
Al final de la ceremonia, el protocolo se salió de control. La banda de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) tocó el Himno Nacional. Entonces, Ávila y Brugada hicieron el saludo a la bandera. Brugada no cantó. Y cuando la diputada se dio cuenta que no era el momento de saludar a la bandera nacional, se le acercó al oído y le dijo “baja la mano”. A lo que Brugada reaccionó de inmediato.
Otro rompimiento del protocolo fue cuando la presidenta de la Mesa Directiva instruyó a una comisión que acompañara a Sheinbaum a salir del recinto. Eso no sucedió, pues desde arriba comenzaron los abrazos, Brugada le dijo unas palabras al oído a Sheinbaum y ella acentó.
Luego, la Ejecutiva federal apenas bajó unos escalones cuando diputados de Morena e invitados se le amontonaron para saludarla y sacarse una foto con ella. Atrás siguió Brugada, que todo el tiempo tuvo que ser asistida por alguien, porque aun no puede caminar bien tras la operación de cadera que le hicieron a principios de año.
Hecho a un lado el acto de la sesión solemne, los legisladores de la 4T se amontonaron como fans con sus ídolas hasta que poco a poco avanzaron a la salida.
El Segundo Piso… de Tlalpan
Al terminar el acto oficial en el Congreso de la CDMX, la jefa de gobierno Clara Brugada viajó en un Turibus con sus invitados especiales hasta el Teatro Metropólitan, donde siguió su celebración muy al estilo 4T.
En el escenario estuvo acompañada por trabajadores de distintos oficios: servicio de limpia, un taquero (el más aplaudido), un organillero, un apicultor, un guardabosque, un arlequín, un danzante, un mariachi, un campesino, una niña, una estudiante de secundaria, una doctora, un ciclista, un repartidor por aplicación, un policía, un albañil, un chofer de microbús y otro de Metro, una persona en silla de ruedas y un luchador de Lucha Libre; así como representantes de los pueblos originarios de la capital.
Ella llegó de la mano de un bombero que la llevó hasta su silla. Luego, fueron proyectados dos videos sobre su inicio y trayectoria política y sobre su campaña. Después, presentó a su gabinete y le pidió a los alcaldes que subieran también. Fue notoria la ausencia de los de la oposición. Solo estuvo el representante de Cuajimalpa, Carlos Orvañanos.
Después de los aplausos, vinieron 70 minutos de discurso en los que repitió las mismas ideas que en el Congreso y prácticamente todas sus promesas de campaña, hasta que ella misma dijo: “bueno, ahí le paro porque ya me tardé”.
Ante habitantes de distintas alcaldías que entraron al Teatro con boleto en mano, Brugada solo soltó un par de novedades: que hará “rendir cada peso de la ciudad como si fueran dos”.
También anunció que el programa de semaforización inteligente iniciará en Polanco y que en los primeros 100 días iniciará el de licencia de conducir permanente y el plan para combatir la violencia familiar y contra la mujer; mientras que el 16 de octubre comenzará el “bachetón” con ayuda de los alcaldes.
Con los alcaldes y su gabinete también iniciará la próxima semana recorridos por colonia, empezando por la Cuauhtémoc: “le vamos a preguntar a la gente qué necesita y al otro día regresaremos a resolver”.
Un proyecto no mencionó en su campaña fue la construcción de un segundo piso encima de la calzada de Tlalpan, sobre la Línea 2 del Metro, que sea usado por peatones, ciclistas y donde se construyan espacios verdes.
Al final de su discurso que ya había pasado la hora, Clara Brugada parafraseó a la presidenta Claudia Sheinbaum: “llegó yo y llegamos todas, llegamos juntas y juntas vamos a transformar a la ciudad. La transformación no se va a detener, se va a profundizar. Con la mano en el corazón les digo ¡no es voy a fallar!”.