CDMX
La sucesión en la CDMX, espejo de la adelantada carrera presidencial
Los tiempos en Morena también se adelantaron para renovar la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Y al igual que como ocurre para la Presidencia, en la capital del país hay una favorita y una gira para refrendar su convicción por la 4T.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Al igual que en la sucesión presidencial, se adelantó el proceso interno de Morena para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, de acuerdo con los movimientos de figuras políticas locales registrados en las últimas semanas.
Entre los personajes morenistas que buscan la nominación para el gobierno capitalino se encuentra la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, quien el 25 de junio último, en un acto masivo en el Bosque de Chapultepec, anunció sus intenciones políticas y una gira por las calles de la ciudad.
A diferencia de la alcaldesa, tres cuadros de peso dentro de la 4T dejaron a un lado sus aspiraciones capitalinas. La primera fue la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien, pese a las pintas con su nombre para la Jefatura de Gobierno, el 13 de junio último anunció que se mantendrá en el gabinete de López Obrador.
El segundo personaje es Martí Batres, quien venía desempeñándose como secretario de Gobierno de la ciudad hasta que asumió la Jefatura luego de que Sheinbaum se separó del cargo para continuar con su campaña por la nominación de Morena para la sucesión presidencial.
“Uno debe tener disposición para ser útil donde se necesite. Y si soy requerido para ello, soy un cuadro muy institucional y disciplinado por el proyecto. Y no sólo estoy conforme, estoy muy feliz”, dijo Batres sobre el enroque. Al día siguiente, el pleno de los diputados locales lo ratificó al frente de la capital del país.
Batres dejó su curul en el Senado y llegó a la Secretaría de Gobierno de la ciudad el 15 de julio de 2021. Fue la primera reestructuración política en el gobierno de Sheinbaum luego de los desastrosos resultados de las elecciones intermedias en las que Morena prácticamente perdió la mitad de la ciudad ante la alianza PAN-PRI-PRD, que le arrebató cinco alcaldías.
Durante la conferencia del 15 de junio pasado, antes de lanzarse de lleno a su promoción para el proceso interno, Sheinbaum hizo un último ajuste en su gabinete al sumarle un nuevo encargo al secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch: coordinar el Gabinete de Seguridad y Justicia, que era una responsabilidad que ella tenía y no la dejó en manos de Batres. Con ello, se confirmó que el jefe de la policía capitalina tampoco competirá en la encuesta de Morena por la ciudad, pese a aparecer como favorito en diversas mediciones de popularidad.
Discurso conocido
Ya sin la sombra de los tres cuadros mencionados, Brugada, de 59 años, comenzó a arar su propio camino hacia la Jefatura de Gobierno. El 23 de junio último apareció sonriente junto al nuevo mandatario capitalino, Martí Batres, en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
El jefe de Gobierno dijo que hablaron de temas como el agua y las políticas sociales, pero desveló una expresión que para los políticos es de importancia: “Es una buena alcaldesa y tiene mucho cariño por la gente”.
Dos días después la tres veces edil de la alcaldía más poblada de la Ciudad de México acaparó los micrófonos y cámaras de la prensa que cubre la información capitalina cuando convocó a un “gran frente progresista para salvaguardar el proyecto democrático de la ciudad”.
En los hechos, el anuncio se interpretó como su autodestape para la Jefatura de Gobierno en 2024.
Sin casualidades, en primera fila en el acto propagandístico estuvo Citlalli Hernández, secretaria general de Morena; Valentina Batres, diputada local morenista y hermana del mandatario local; César Cravioto, senador y uno de los principales operadores políticos de Claudia Sheinbaum, y el actor Bruno Bichir, quien, igual que su hermano Demián, ha manifestado su respaldo a la 4T.
“Estamos aquí para asumir compromisos con una agenda democrática y progresista, para hacer un llamado a la construcción de un poderoso frente de fuerzas de izquierda, progresistas, democráticas; para continuar con la transformación de esta ciudad e impedir que la derecha corrupta logre su objetivo, que es reinstalar el neoliberalismo y la corrupción en la ciudad”, dijo Brugada.
Con similar estrategia que en su momento López Obrador aplicó y que después Sheinbaum adoptó para su campaña, Brugada anunció que recorrerá mil puntos en la capital del país “para recoger los sentimientos de la gente, que el pueblo hable, que el pueblo proponga”.
El objetivo, dijo la alcaldesa de Iztapalapa, es “recuperar los sueños de transformación y justicia de este pueblo”.
Figuras de la cultura, como Horacio Franco y Paco Ignacio Taibo II; líderes del movimiento urbano popular, feministas, artistas, alcaldes y legisladores federales y locales, todos identificados con la Cuarta Transformación, aplaudieron la propuesta de Clara Brugada de seguir trabajando “por los derechos y libertades de los capitalinos y dar continuidad a la Cuarta Transformación, como hizo la doctora Claudia Sheinbaum”.
Por si quedara duda de su meta, agregó: “Manifestamos nuestra voluntad de defender y luchar por esta ciudad democrática y justa, como una ciudad progresista y el lugar donde nadie sobra.
“Nos une el objetivo de acabar con las desigualdades económicas, sociales, territoriales y de género. ¡Por el bien de todas y todos, primero los pobres y las mujeres! Esta ciudad es y seguirá siendo la vanguardia de la transformación”.
La memoria de Juanito
Desde el inicio de su administración en la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum aclaró que Clara Brugada era una de las alcaldesas favoritas de su gestión; fue en Iztapalapa donde enfocó buena parte de su atención con programas sociales y recursos públicos.
De 1.9 millones de habitantes, Iztapalapa fue de las alcaldías que más visitó para supervisar e inaugurar obras de vivienda, transporte público –del que destacan la Línea 2 del Cablebus y el Tren Ligero– y programas sociales. También el presidente López Obrador realizó actos públicos en la alcaldía para inaugurar sucursales del Banco del Bienestar.
En reciprocidad la alcaldesa se desbordaba en elogios para la entonces mandataria y para el mismo López Obrador. Y en medio de ambos estaban miles de habitantes –la mayoría agradecidos por los beneficios– que acudían a esos actos para aplaudir y echar porras a Sheinbaum.
En la memoria colectiva de los iztapalapenses poco o nada queda de la forma en que Brugada Molina gobernó por primera vez la alcaldía: En 2009, cuando aún militaba en el PRD y Morena aún no existía, perdió un juicio en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para quedar registrada en la boleta electoral.
Con la intervención de López Obrador, el entonces candidato del PT, Rafael Acosta, alias Juanito, aceptó que, de ganar las elecciones, le cedería el cargo a Brugada. Entonces, el tabasqueño invitó a los iztapalapenses a votar por Juanito.
En las urnas ganó Juanito, pero luego de tomar protesta en la Asamblea Legislativa no quería cumplir con el trato. Tras semanas de polémica, con la intervención del entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, y por un problema de presunta falsificación de documentos, Juanito solicitó licencia definitiva para separarse del cargo y Brugada asumió la Jefatura delegacional. En las elecciones de 2018, ya con la bandera de Morena, Clara Brugada ganó la alcaldía y en 2021 se reeligió.
En este 2023, en el contexto de la “guerra de pintas” en bardas entre Sheinbaum y Ebrard, también aparecieron las alusivas a Clara Brugada por la Jefatura de Gobierno.
Asimismo a las casas de distintas alcaldías comenzaron a llegar periódicos con el rostro de la alcaldesa, su trayectoria, principales acciones de gobierno y mensajes a la población al estilo de las corcholatas presidenciales… Era la “no campaña” de Brugada.
Antes de separarse del cargo, Sheinbaum fue varias veces cuestionada sobre el proceso de las llamadas “corcholatitas” para definir al candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno. Discreta, atinaba a decir que, seguramente se definirá por una encuesta, como se hace en la presidencial, pero que todavía faltaba tiempo para ello.
No obstante, como en la contienda interna presidencial, los tiempos para dicho proceso también se adelantaron en la capital. Con un giro en su imagen personal menos folklórico, Brugada comenzó un carrusel de entrevistas en medios de comunicación en los que ha ampliado su discurso y ha comenzado a hablar de dialogar con opositores y buscar la “reconciliación” con la clase media de la capital. “Creo que tenemos que rebasar el tema de que sólo los pobres. En la ciudad no vive sólo gente de menores recursos”, dijo.
En las encuestas sobre los aspirantes de Morena para la Jefatura de Gobierno también han sido mencionados el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, y el senador con licencia Ricardo Monreal.
El primero ha dicho que, por el momento, está enfocado en el proceso de designación presidencial; mientras que el segundo está inmerso en éste.