Zoológico de Chapultepec
Murió “Carlos”, uno de los osos de antifaz más longevos de Chapultepec
“Carlos” nació en el Zoológico de Jersey, Reino Unido, el 11 de enero de 1993. El 11 de julio de 1995 viajó a México, como parte de los esfuerzos de conservación de la especie en el Zoológico de Chapultepec.CIUDAD DE MÉXICO (apro). – La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México lamentó el fallecimiento de “Carlos”, uno de los osos de antifaz más longevos del Zoológico de Chapultepec.
“Carlos” superó la expectativa de vida de su especie, ya que murió a los 29 años; en vida silvestre alcanzan una edad máxima de 20 años, de acuerdo con un comunicado de la Sedema.
De acuerdo con la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, “Carlos” era considerado un animal geriátrico. El pasado 28 de abril falleció de forma repentina.
Había presentado una insuficiencia cardiaca congestiva y cambios degenerativos asociados a su avanzada edad.
“Carlos” nació en el Zoológico de Jersey, Reino Unido, el 11 de enero de 1993. El 11 de julio de 1995 viajó a México, como parte de los esfuerzos de conservación de la especie en el Zoológico de Chapultepec.
Un año y medio después llegó “Arica”, quien sería la pareja de “Carlos” el resto de su vida. Procrearon 11 crías.
El oso andino también es conocido como oso de anteojos u oso de antifaz por sus características manchas alrededor de los ojos. Es el único integrante de la familia Ursidae que se distribuye en Sudamérica, es endémico de la región semi-tropical de los Andes, en altitudes de hasta 4 mil 700 metros sobre el nivel del mar.
“Su área de distribución actualmente abarca los países de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y posiblemente Argentina. Se encuentra clasificado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que sus poblaciones están decreciendo debido a la pérdida de su hábitat y a las actividades humanas. Se calcula que su población ha disminuido un 30% en las últimas décadas”, agregó.
En la Sedema y el Zoológico de Chapultepec, los cuidadores de animales, biólogos, médicos veterinarios y el resto del personal lamentaron la pérdida de “Carlos”, a quien recordarán como un gran embajador de su especie y de la fauna característica de los países hermanos de Sudamérica.
“Y que, durante muchos años, contribuyó a una importante labor en favor de la conservación de su especie, además de apoyar en la educación de millones de visitantes sobre la importancia que tiene en su ecosistema”, agregó.