Aviación
“Es feo pensar en quedarse sin empleo”: en Aeroméxico temen despidos tras perder alianza con Delta
La disolución de la alianza Delta-Aeroméxico, ordenada por Trump, desata miedo en miles de empleados y pérdidas calculadas en 800 millones de dólares. Analista advierte despidos y afectación a la conectividad aérea del país, especialmente en eventos como el Mundial 2026.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Miedo. Eso fue lo primero que recorrió el cuerpo de María N, quien pide que se cambie su nombre. La noticia le llegó a punto de comenzar una cena por el aniversario de la Independencia, la alianza Delta–Aeroméxico llegaba a su fin por órdenes de Donald Trump. En un pestañeo, lo que debía ser celebración se transformó en incertidumbre. María, sobrecargo de Aeroméxico, sabe que su trabajo está en riesgo y que de él dependen sus seres queridos.
“Con la pandemia pensé que había superado lo más complicado para el sector, mi familia dice que no me preocupe, que me apoyan, que tenemos ahorros, pero aun así es feo pensar quedarse sin empleo. Muchos de mis compañeros están igual, hay papás, mamás, con papás enfermos”, cuenta a Proceso.
María es sólo un rostro en medio de un cúmulo de problemas e incertidumbre que se avecinan. En pleno 15 de septiembre el Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció la disolución de la alianza entre Delta y Aeroméxico.

La medida llegó acompañada de la denuncia de que el gobierno mexicano, el de Claudia Sheinbaum Pardo, no hizo nada para restablecer las operaciones de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en vez de trasladarlas al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
“Mediante esta orden, el Departamento de Transporte de Estados Unidos hace definitiva la decisión propuesta en la Orden 2025-7-12 de poner fin a la empresa conjunta de fijación de precios y capacidades operada por Delta y Aeroméxico”, se lee en el documento de más de 30 páginas.
Con ello, la dependencia revocó la aprobación de los acuerdos de la empresa conjunta y la concesión de inmunidad antimonopolio (ATI), señalando que entrarán las medidas en vigor el 1 de enero de 2026.
Para el especialista en aviación Fernando Gómez Suárez, la industria deberá reacomodarse, y en ese reacomodo lo más probable es que haya recortes.
“Tendrá que acondicionarse y obedecer a un plan de negocios. Desde ahora se tienen que ver los objetivos de cada consejo de administración. Pero se prevé, obviamente, que se habla de despidos”, explica a Proceso el académico de la Universidad Panamericana.
En contraste, la secretaria general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), Ada Salazar, confía en que los trabajadores de Aeroméxico no sean tocados.

Explica que hay tres mil 200 sobrecargos y que, a diferencia de otras compañías, no existe una sobrepoblación laboral que presione la nómina.
No tenemos exceso de trabajadores –dice en entrevista–; cualquier tipo de reestructura pudiera ser un poco más suave la transición, inclusive de menor impacto.
ASSA, sin embargo, el 16 de septiembre emitió la circular SG-REF-034/2025, en la que pidió a sus agremiados mantenerse unidos y atentos para defender sus fuentes de empleo.
“Seguramente se modificará la dinámica de trabajo dentro de Grupo Aeroméxico. Estamos en contacto con el personal directivo de Aerovías de México, SA de CV, a la espera de que se nos comparta la información sobre la ruta legal que se seguirá, para revertir esta determinación o cuando menos retrasarla”, se lee en el comunicado.
En la misma línea, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) lamentó la decisión y fijó un objetivo inmediato, proteger los empleos del sector y los intereses de la aviación nacional frente a un escenario de incertidumbre que apenas comienza.
El tamaño del impacto
De acuerdo con Aeroméxico y Delta Air Lines, la ruptura de la alianza representa una pérdida anual cercana a los 800 millones de dólares. Y es que ambas aerolíneas compartían costos, rutas y, sobre todo, un esquema de eficiencia que ahora se disolverá con efectos inmediatos.
Gómez Suárez asegura que el impacto se sentirá desde la temporada de fin de año, el periodo vacacional más importante para el sector.
“Eso significa pérdidas para ambas aerolíneas. Pero especialmente para Aeroméxico”, advierte.
Y no se trata sólo de diciembre, en el mediano plazo la afectación se reflejará en el Mundial de Futbol del próximo año, evento que concentra tráfico aéreo internacional y que el gobierno mexicano calcula habrá una fuente extraordinaria de ingresos.

A largo plazo, Gómez apunta a la erosión de la presencia operativa de Aeroméxico. El recuerdo de su paso por el Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas en Estados Unidos –equivalente en México a la Ley de Concursos Mercantiles– sigue fresco.
“Entonces, los jueces revisaron su situación financiera para dictaminar si la empresa podría sobrevivir o se encaminaba a la quiebra. Esa experiencia coloca un antecedente preocupante”, sostiene.
Y es que la alianza con Delta funcionaba como un matrimonio en el que se compartían gastos, desde la renta hasta el automóvil.
“Al estar juntos había un conjunto de costos que se repartían. Eso es un beneficio para ambas”, explica Gómez.
Entre esos beneficios estaba la reducción en el gasto de combustible, porque Delta, a diferencia de la mayoría de las aerolíneas, cuenta con su propia refinería, lo que le permite abaratar uno de los insumos más caros del negocio.

A ello se suma el apoyo gubernamental que reciben las aerolíneas en Estados Unidos, desde subsidios hasta facilidades fiscales, condiciones que Aeroméxico nunca ha tenido en México.
El fin de la alianza también obliga a replantear la cobertura de rutas internacionales.
Algunas conexiones podrían dejar de existir porque dejarán de ser rentables sin el respaldo compartido.Para Gómez, eso significa una afectación directa a la conectividad aérea del país, con consecuencias para pasajeros, turismo y negocios.

Un escenario que pudo evitarse
El especialista Expone que esta crisis no llegó de la nada, sino que pudo prevenirse. El documento del Departamento de Transporte de Estados Unidos apunta hacia la decisión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de trasladar las operaciones de carga del AICM al AIFA.
Esa determinación generó la inconformidad de aerolíneas estadunidenses de carga, que presentaron quejas ante sus autoridades. El caso escaló hasta el Congreso y, finalmente, derivó en una sentencia que obligó a revisar los términos de la alianza Delta-Aeroméxico.
“Es la consecuencia directa de una queja que nunca se atendió de manera adecuada”, sostuvo Gómez.
