OEA
México defiende en la OEA el asilo a la exprimera ministra de Perú, Betssy Chávez
El gobierno de Claudia Sheinbaum cuestionó al organismo internacional por organizar una sesión extraordinaria sobre este tema, que ha causado la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Perú y México.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobierno mexicano de Claudia Sheinbaum Pardo defendió este miércoles su decisión de otorgar el asilo a Betssy Chávez, quien fuera primer ministra de Perú durante el gobierno de Pedro Castillo, y cuestionó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) por organizar una sesión extraordinaria sobre este tema, que ha causado la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Perú y México.
En voz de Luz Elena Baños Rivas, la representante de México ante la OEA, el gobierno mexicano recalcó que el organismo internacional no es “el espacio competente” para discutir el asilo ofrecido a Chávez, quien se encuentra resguardada en la embajada de México en Lima, con órdenes de aprehensión pendientes en su contra; el gobierno mexicano ha solicitado un salvoconducto para traer a la política a México.
Insistió en que la decisión del gobierno mexicano está basada en la Convención Sobre Asilo Diplomático de 1954, también conocida como Convención de Caracas, la cual no se firmó en el marco de la OEA.
“Cabe preguntarnos si esta sesión extraordinaria atiende a un genuino esfuerzo jurídico sobre un asunto hemisférico; o si obedece a un intento de dirimir un caso concreto, objeto de controversia entre dos Estados miembros de la organización”, preguntó Baños, para desestimar la sesión del Consejo Permanente convocada por la OEA a petición del gobierno peruano de José Jerí.
De acuerdo con Baños, el Consejo Permanente de la OEA “no puede asumir la función de órgano revisor de un tratado internacional, y menos aún, de un instrumento cuyo propio contenido no le atribuye tal facultad, y cuya membresía no coincide con la de esta Organización”.
(Minuto 39)
El gobierno de Jerí había solicitado una sesión del Consejo Permanente de la OEA para plantear una reforma al asilo diplomático con el propósito de evitar su “uso ideológico”, como lo ha definido en el caso de la protección otorgada por el gobierno mexicano a Betssy Chávez.