Lucha contra el narco

Operativo de EU en México desataría un frente antiestadunidense en AL, advierte Ernesto Samper

El expresidente de Colombia Ernesto Samper también alerta de una reacción violenta de los países latinoamericanos si Donald Trump invade territorio mexicano para combatir a los cárteles. Y en EU, asegura, se desataría el “Síndrome de Vietnam”.
domingo, 19 de enero de 2025 · 06:20

BOGOTÁ (Proceso).– El expresidente colombiano Ernesto Samper considera que una acción armada unilateral de Estados Unidos en México con el pretexto de combatir a los cárteles de la droga, como la que proponen los halcones republicanos que rodean a Donald Trump, generaría un repudio unánime en América Latina, una férrea unión regional contra esa agresión y una reacción militar para hacer frente a esa eventual agresión.

En entrevista con Proceso, el exgobernante e impulsor de la integración latinoamericana sostiene que, si el entrante presidente de Estados Unidos, Donald Trump, opta por un ataque militar en territorio mexicano, incentivaría a la región “a sumar esfuerzos colectivos para fortalecer los mecanismos de cooperación que hoy día existen todavía entre las Fuerzas Armadas” frente a amenazas externas que no obedecen a la lógica de la política exterior estadunidense.

Samper señala que un ataque de esa naturaleza haría que, a las “hipótesis de conflicto” que ya manejan de manera coordinada Fuerzas Armadas de varios países de América Latina, se sume la de hacer frente “a una pretensión hegemónica” de Estados Unidos.

Por supuesto que América Latina quiere enfrentar el narcotráfico, el terrorismo, el armamentismo –asegura–. También tiene que comenzar a pensar en situaciones defensivas frente a amenazas como las del cambio climático, las de la inteligencia artificial o inclusive una posible conflagración nuclear.

Pero una agresión militar directa contra un país, incluso con el argumento de que se estarían combatiendo “organizaciones terroristas”, plantea un escenario hipotético en el que América Latina “reaccionaría violentamente y (ese hecho) sería considerado como una reacción de dignidad moral”.

Samper plantea que por eso cree “que sería una de las peores decisiones que podría tomar el presidente Trump”.

Porque, además, enfrentaría un rechazo en su propio país, quizá no de inmediato, pero sí desde el momento “en que caigan las primeras unidades de tropas de Estados Unidos en el fuego cruzado de los cárteles y las organizaciones criminales que pretenden combatir”.

Samper. Advertencias para Estados Unidos. Foto: Facebook / Ernesto Samper Pizano

El exgobernante dice que “en ese momento se despertaría nuevamente en la ciudadanía (estadunidense) el síndrome de Vietnam, y podríamos estar viendo inclusive unas olas de rechazo muy fuertes dentro de Estados Unidos para estas operaciones en el exterior”.

“Yo creo –agrega– que el tiempo de los imperios hegemónicos, disuasivos, represivos, ha pasado totalmente; no cuenta con la opinión favorable a escala mundial y, por supuesto, tampoco a escala latinoamericana”.

 

Una opción sobre la mesa de Trump

Donald Trump, quien este lunes asumirá por segunda vez como presidente de Estados Unidos, ha dicho ser partidario de declarar a los cárteles mexicanos del narcotráfico como organizaciones terroristas, lo cual, según el ordenamiento interno de ese país, facultaría a sus tropas a atacar de manera unilateral a esos grupos.

El republicano Marco Rubio, designado por Trump como secretario de Estado, señaló el miércoles último en la audiencia en el Senado que ese sería un instrumento “adecuado” para combatir a los cárteles mexicanos, a los que llamó organizaciones “terroristas”. También dijo que “una acción militar” para combatirlos es “una opción sobre la mesa”.

Rubio, sin embargo, expuso que la opción militar para atacar a esas estructuras criminales “no es la preferida del Departamento de Estado” y que él optaría por la cooperación con México.

El expresidente Samper, quien ha sido secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y asesor de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), denuncia que Estados Unidos ha estado interviniendo en la región de manera “sutil”, pero “invasiva”, vía las agencias antidrogas, que tienen “una presencia muy significativa” en los países del área, “no solamente en número de efectivos, sino también en prácticas, en procedimientos, en sistemas de información, sistemas de inteligencia”.

Por eso, explica, le cuesta trabajo creer que Estados Unidos rebase ese límite y que Trump llegará a autorizar operaciones militares “punitivas y públicas” de las Fuerzas Armadas de su país en naciones latinoamericanas.

Protestas contra la guerra de Vietnam en los sesenta. Foto: Especial

Dice que desde la época de las operaciones militares para imponer dictaduras de hace 40 o 50 años, y la invasión a Panamá en 1989, no se han visto ese tipo de acciones hostiles de Estados Unidos en la región, “pero todo es posible en la dimensión desconocida del trumpismo”.

 

La carta china

Samper, quien imparte cursos sobre el papel de América Latina en el nuevo orden mundial en las universidades de Salamanca y Alcalá de Henares, en España, y en el Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad de la Sorbona en París, dice que otros dos problemas que se le presentan a la región con Trump en la Casa Blanca son los de migración y la presencia china en esta parte del hemisferio.

El gran peligro, advierte, es que las agresivas políticas que Trump busca implementar contra los migrantes van a tener un costo humanitario muy alto y propiciarán una oleada xenofóbica en Estados Unidos, además de las deportaciones masivas ya anunciadas por el entrante mandatario.

Sostiene que, con respecto de China, Estados Unidos pretende “de alguna manera, sacar” a la potencia asiática de la región o, al menos, de limitar su papel como un socio económico y comercial cada vez más importante de los países sudamericanos.

Yo diría –asegura el expresidente colombiano– que América Latina va a ser un escenario de la confrontación de Estados Unidos con China, la que sin duda va a incrementar en los próximos años. Casi todos los países del área se están sumando a la iniciativa china de la Franja y la Ruta, que no sólo es comercio e infraestructura, sino que tiene un componente cultural muy profundo. Esto sustituye al mundo unipolar de otras épocas, y en Washington observan esto como una amenaza.

De acuerdo con Samper, una política errática y agresiva de Trump para Latinoamérica podría ser contraproducente para el empresario y político ultraconservador, pues arrojaría a la región a los brazos de China.

“Eso de alguna manera induciría, por reacción, algunos cambios fundamentales en la política exterior de América Latina, que deberían ser canalizados mediante la Celac (la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que es como la gran cancillería latinoamericana”, indica.

Para el exgobernante, lo que debe entender la región es que no puede seguir dentro de la lógica de que el paradigma de nuestra relación con Asia sea el de identificar el capitalismo con la democracia y la democracia con los derechos humanos, y de alguna manera condenar, “al fuego de los infiernos”, a quienes no tengan un sistema capitalista.

Xi. China, el beneficiado de la posible pugna latinoamericana con EU. Foto: Ju Peng/Xinhua vía AP

El paradigma que se abre paso, asegura, es el de reemplazar la ecuación del capitalismo–democracia por un sistema mucho más inclusivo, con desarrollo social, equidad y legitimidad democrática.

“Lo que estoy diciendo –agrega– es que nosotros no vamos a hacerle el juego a Estados Unidos de ponernos a jugar basquetbol con China siguiendo las reglas del futbol. O jugamos basquetbol o jugamos futbol o jugamos los dos, pero cada uno con sus reglas”.

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