CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de nueve años de pláticas, obstaculizadas por la crisis de derechos humanos que impera en el país, se cerraron los términos de la modernización del Acuerdo Global de libre comercio entre México y la Unión Europea (UE), a través del cual se eliminará el 95% de los aranceles a los productos agrícolas y alimenticios provenientes de los estados miembros del bloque regional. 

El documento final se dará a conocer en los próximos días, y el gobierno mexicano no ha dado a conocer su postura al respecto, pero la Comisión Europea (CE) presumió los beneficios del nuevo acuerdo para los países de la UE con México, su tercer socio comercial después de Estados Unidos y China. 

La CE aseveró que el acuerdo desembocará en un aumento de las exportaciones europeas en “áreas clave” como “servicios financieros, transporte, comercio electrónico y telecomunicaciones”, y la garantía de que las empresas del viejo continente tengan con “piso parejo” respecto a las empresas mexicanas. 

El acuerdo “será sujeto a un procedimiento específico de resolución de disputas, que asegurará la implementación efectiva de sus puntos”, subrayó la Comisión Europea, que recordó que en 2023 se intercambiaron bienes por 81.7 mil millones de euros entre México y la UE, con un superávit comercial de 24.6 mil millones de euros a favor de los países europeos. 

De acuerdo con la instancia regional, el nuevo acuerdo plantea la eliminación de aranceles sobre quesos, aves, cerdo, pasta, manzanas, jamones, mermeladas, chocolate y vino, así como la agilización de los trámites de exportación, aunque aumenta a 568 el número de productos europeos “icónicos” protegidos con apelaciones. 

La oficina dirigida por Usrula von der Leyen también aseguró que el acuerdo se firmó con el compromiso del gobierno de México a respetar los derechos laborales, y a tomar medidas en materia ambiental y de cambio climático.