Eduardo Verástegui
Piden lupa sobre la ultraderecha en México ante cónclave organizado por Eduardo Verástegui
En vísperas de una cumbre que reunirá a líderes ultraconservadores, Heidi Beirich, fundadora de GPAHE, advierte que el avance de estos grupos (identifica 12 en el país), que socavan derechos humanos, podría ser imparable si Trump retoma el poder en EU.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Vista como una presencia marginal en México, la ultraderecha avanza paulatinamente en el país a través de discursos de odio contra poblaciones LGBTQ+ y contra los derechos de las mujeres, que pondrían en riesgo las libertades ganadas tras años de lucha a favor de los grupos vulnerables, alerta Heidi Beirich, fundadora del Proyecto Global Contra el Odio y el Extremismo (GPAHE, por sus siglas en inglés).
Coautora del informe “Grupos extremistas y odio de extrema derecha en México”, Beirich advierte que las organizaciones de ultraderecha no pueden desdeñarse.
“Es superimportante prestarle atención a estos grupos. Aunque parezcan marginalizados, pequeños, aislados, sus ideas pueden tomar control de la sociedad”, destaca Beirich, doctora en Ciencias Políticas por la Purdue University, especializada en fascismo europeo y movimientos de extrema derecha.
Investigadora de los grupos de extrema derecha desde 1999, recomienda monitorear estas agrupaciones, sobre todo ante la próxima elección presidencial en Estados Unidos, en la que el candidato republicano y expresidente Donald Trump “tiene vínculos muy fuertes con organizaciones extremistas en México”.
En vísperas de que se lleve a cabo el conclave de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) este sábado 24 de agosto, al que no asistirá el presidente de Argentina, Javier Milei, como se tenía previsto, la activista recuerda que el organizador del encuentro en México, Eduardo Verástegui, encabezó la Iniciativa para la Prosperidad Hispana cuando Trump fue presidente de Estados Unidos.
Verástegui, quien no reunió las firmas necesarias para ser candidato independiente a la Presidencia de la República en la pasada la elección, “tiene conexiones directas con el nacionalismo cristiano en Estados Unidos, tiene una ideología antiaborto y antiderechos de la comunidad LGBTQ+, que puede ir permeando en la sociedad mexicana, y las organizaciones que sostienen esa ideología podrían contar con el apoyo de Donald Trump si gana la presidencia”.
Análisis histórico
El informe “Grupos extremistas y odio de extrema derecha en México” realiza una revisión histórica de la evolución de la extrema derecha en el país, un ejercicio que GPAHE hizo en los tres países más grandes de América Latina, por lo que otros informes similares han sido presentados en Brasil y Argentina, donde lo que persiste es un “movimiento supremacista blanco”.
“En México lo que prevalece es una cultura racista, antimigrante, que tiene muchos años de subsistir, y que en algún momento fue sostenido por el mismo gobierno, por ejemplo, contra migrantes chinos, y ahora ese sentimiento se ve alimentado por la crisis migratoria en Centroamérica y Sudamérica”, comenta la investigadora.
El documento explora los perfiles de 12 organizaciones de extrema derecha en México, muchas ellas con vínculos con grupos similares Estados Unidos y Europa.
“En 1999, cuando empezamos a investigar a los grupos de ultraderecha, se les veía como grupos muy pequeños y muy marginados, dirigidos por personas en decadencia, con ideologías previas a Martin Luther King, y ahora hay cientos de esas organizaciones supremacistas blancas que departen con Donald Trump y se ve muy normal, pero son grupos muy peligrosos, antiderechos”, alerta Heidi Beirich.
Al destacar que en cada país hay particularidades en esas agrupaciones, el factor común es la ideología antiaborto, contra los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTQ+, generando un “discurso de odio contra estos grupos vulnerables que terminan muchas veces en crímenes de odio”, dice la investigadora.
El informe retoma datos de la revista Letra S sobre 513 asesinatos de personas transgénero de 2017 a 2023, cifra en la que habría activistas transgénero.
“Este aumento de la violencia puede ser una reacción similar a la que sucedió en otras áreas del mundo cuando se producen mejoras en los derechos LGBTQ+, ya que muchos estados permitieron el matrimonio entre personas del mismo sexo en los años previos a su legalización federal en 2022”, se lee en el documento, tras apuntar que estos crímenes ocurren en un contexto de violencia generalizada.
El informe, que considera al gobierno de Andrés Manuel López Obrador como izquierdista, destaca que ante el “progreso en los derechos LGBTQ+ y las libertades reproductivas de las mujeres bajo los recientes gobiernos de izquierda, surgió una reacción violenta en forma de numerosos grupos anti-LGBTQ+, antiaborto y xenófobos”. Algunos de ellos “han forjado conexiones con movimientos internacionales de extrema derecha, en particular en Estados Unidos y España”.
Grupos de ultraderecha en México
Entre los grupos que se revisan figuran el Frente Nacional Anti AMLO (FRENA), así como Viva México de Verástegui, anfitrión de CPAC en México, quien ha participado en diversas cumbres de ultraderecha en Europa y Estados Unidos y “con regularidad publica selfies con líderes estadunidenses como Trump, Mike Pence y Steve Bannon, y otros como Katalin Novák, presidenta de Hungría y de la Red Política por los Valores”, una organización transnacional anti-LBGTQ+.
El informe añade a la lista a México Republicano, que se autodefine como “partido político binacional”, que tiene como militantes a “estadunidenses y mexicanos, muchos con historias de extremismo y activismo anti-LGBTQ+”; Abogados Cristianos nació en Valladolid, España, en 2021, y tiene vínculos con El Yunque, organización “ultracatólica, antisemita y antiliberal y ha tenido a miembros en posiciones gubernamentales poderosas”.
En la lista está también el Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, con sede en la Ciudad de México, fundado en 2017 por religiosos evangélicos “como respuesta a la legalización del aborto”, así como ante “la enmienda constitucional para legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo”; Frente Nacional por la Familia, de origen católico de extrema derecha, con presencia en varios estados del país y con vínculos con organizaciones en Chicago, Estados Unidos, es una organización “anti-LGBTQ+, antitransgénero, nacionalista religioso”; Frente Nacionalista de México, con presencia en varios estados del país, fue fundado en 2006 y sostiene una ideología “antimigrante, antisemita”.
El informe alerta sobre los vínculos del ultraderechista Vox, de España, con la organización Patria Unida por un México Valiente, que tiene carácter “anti-LGBTQ+, antitransgénero, nacionalista religioso; también se incluye a ProLife Army, con presencia en varios estados del país y fundado en 2021, “se centra en hacer retroceder los derechos reproductivos de las mujeres y el activismo contra la ideología LGBTQ+, antitrans y antigénero”; resalta también Raíces Radicales, fundado en 2021, inicialmente con el nombre Indómitas Feministas Radicales. “Es un grupo de anarcofeminista, vehementemente antitrans, antigénero, que defiende los derechos de las ‘mujeres natas”; también se incluye a la Red Familia, que tiene 23 años de existencia y es cercana al Yunque y a Eduardo Verástegui. Es una organización “antiaborto (al que llama ‘homicidio prenatal’)”, e impulsa la “ideología antigénero y terapia de conversión”, prohibida en México.
También están consideradas como de extrema derecha la Unión Nacional de Padres de Familia, cuyas raíces datan de 1917, con una larga historia en campañas “anticoncepción, el aborto, el erotismo, los derechos LGBTQ+, el divorcio, la prohibición de la terapia de conversión y cualquier otra cosa que vaya en contra de la doctrina católica en su interpretación más estricta”, así como la Unión, Nación, Revolución, que existe desde 2023 y es “considerada en gran medida como la nueva cara del neonazismo y el fascismo en México”.
Fortalecimiento paulatino
Heidi Beirich insiste en que el avance de los grupos de extrema derecha en México no debe desdeñarse, porque la experiencia internacional ha mostrado que las ideas extremistas pueden ir penetrando, sobre todo con la ayuda de redes sociales.
“Un claro ejemplo es mi país, Estados Unidos. Cuando llegó (Barack) Obama y con él el impulso para legislar a favor de los matrimonios del mismo sexo, de una sociedad más inclusiva, se pensó que era el final de la supremacía blanca, pero ve la reacción que tienen ahora de todos estos movimientos supremacistas que en esos años fueron ganando poder.
“En Irlanda, hace dos años, hicimos un informe y no registramos grupos supremacista blancos, y ahora hay varios grupos activos. Es una cosa de no detenerse, es un trabajo de constante monitoreo y vigilar qué pasa en cada uno de estos países”, dice la investigadora.
Si bien insiste en que en México el supremacismo blanco no tiene impacto, sí subsiste una tendencia xenófoba y una cultura muy conservadora, que es uno de “los hallazgos más importantes del informe, porque los crímenes de odio están ligados a organizaciones que enarbolan el paquete completo, antimujeres, anti-LGBTQ+ y antiaborto, que además tienen conexiones con otras organizaciones en el mundo”.
Para la especialista de GPAHE el informe “Grupos extremistas y odio de extrema derecha en México” es una llamado de alerta tomando en cuenta la próxima elección presidencial en Estados Unidos.
Si gana Trump puede haber cambios nada positivos para Estados Unidos, pero en relación con México, el primer problema va a ser el tema de migración. Por lo que se ha investigado es que de llegar Trump va a haber una crisis migrante inversa, es decir, la gente migrante que está en Estados Unidos va a ser expulsada hacia México.
“Ahí el tema es qué tanto México va a querer asumir la responsabilidad de ser el tercer país (seguro), cosa que ya pasó con el programa Quédate en México. Si vuelve a pasar, va a haber una crisis severa en la frontera, en materia de migración, va a ser un gran problema”, considera la experta.
Para la integrante de GPAHE, ante un eventual triunfo de Donald Trump en las urnas el próximo noviembre, “lleva a preguntarse cómo será la relación de México con Estados Unidos, ¿cómo se va a llevar Trump con Claudia Sheinbaum?, ¿cómo será esa relación cuando son políticamente opuestos? Sería un reto para ambos países, pero para México mucho más, sobre todo porque hay un discurso de demonización de las personas mexicanas que ya se echó a andar con Trump.
Heidi Beirich no quita el dedo del renglón al señalar que es indispensable estar atentos a las organizaciones extremistas en México, más aún si en noviembre los estadunidenses deciden regresar a Trump el poder.
“Trump tiene relaciones muy firmes con grupos de extrema derecha en México y creo que va a haber un financiamiento fuerte de Trump hacia estas organizaciones, con la finalidad de que haya una sombra de extrema derecha en este país, estimulada por el mismo Trump, que ya tiene esas conexiones y sí ha manifestado que coincide con ellas”, advierte la especialista.