CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los primeros hallazgos de la Fiscalía General de la República (FGR) que indican diferencias con la investigación de la Fiscalía de Sinaloa en el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de la entidad, Héctor Cuén, son resultado de una decisión acertada de que la FGR atrajera la investigación, “por esto estamos ya sabiendo estas contradicciones”.

Aun con la designación de la fiscal general del estado, Sara Bruna Quiñónez, con Rubén Rocha y que encabezó la investigación ahora señalada por irregularidades, el mandatario federal consideró mantener su confianza en el mandatario estatal.

“Sí, porque no sabemos si él estaba enterado de esta situación. Ya él ha dicho que no estaba en el país”, pero pidió esperar a saber qué surge de las investigaciones de la FGR.

El propio jefe del Ejecutivo Federal hizo un recuento de las contradicciones entre la FGR y la fiscalía estatal.  

“Qué bueno que empezaron desde el primer momento porque la versión inicial en el caso del exrector versó sobre que había sido ejecutado en la gasolinera, que había puesto resistencia, incluso eso fue lo que declaró el testigo, el que lo acompañaba. Luego el señor Zambada dice no, lo asesinaron ahí donde se dio el encuentro”.

Expuso que “ahora la fiscalía también está dando a conocer que hay cosas que no coinciden, por eso nosotros queremos que se haga una investigación a fondo, seria y que se informe de todo y esperar, nada más a que se tengan elementos los de la fiscalía y estén informados con toda libertad”.

También llamó a “no ocultar absolutamente nada y conocer las causas, por qué es que se detiene o secuestra al señor Zambada, quiénes participan, si había acuerdos o no con el gobierno de Estados Unidos, todo, todo, todo”.

En otros gobiernos no se podían tratar estos temas a fondo porque había indicaciones de los funcionarios del más alto nivel de gobierno y ahora no, dijo.

“Por eso es muy importante tener autoridad moral porque si no las autoridades son encubridoras, cómplices y al mismo tiempo autoridades de segunda, de tercera, de quinta, que cualquiera los puede maltratar, ningunear, chantajear tanto los de la mafia del poder en el país, como los gobiernos extranjeros (…) Ya el tiempo del político transa, mafioso, corrupto ya pasó y no va a regresar ese tiempo”.