Narcotráfico
Hay repunte de decomisos de cocaína y metanfetaminas en frontera México-EU
Los informes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos señalan que, tras cinco meses del año, el tonelaje de cocaína y metanfetaminas decomisado en Tucson ya supera los registros de todo 2023.CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Los decomisos de narcóticos en la frontera entre México y Estados Unidos han experimentado un crecimiento desde 2022. En la región de Tucson, Arizona, al norte del estado de Sonora, figuran, cuando menos, dos aspectos: un repunte en los aseguramientos de cocaína y un alza sostenida en lo referente a las metanfetaminas y al fentanilo.
“(Lo que ocurre con) las metanfetaminas me hace sentido, porque ahí se producen parte de las drogas químicas que están de moda, como el fentanilo. Lo que me llama la atención es lo de la cocaína, porque, según los expertos, la entrada de las drogas químicas permitió producir cantidades que son más pequeñas en cuanto a volumen, más fáciles de transportar y más rentables en las calles, por lo que se desplazó el negocio de la cocaína, la marihuana y la amapola”, explicó Marco Antonio Paz Pellat, vocero del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Sonora.
Los informes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos señalan que, tras cinco meses del año, el tonelaje de cocaína y metanfetaminas decomisado en Tucson ya supera los registros de todo 2023.
En el caso de las metanfetaminas, tanto en su versión líquida como en cristales, se informó que fueron aseguradas 4.22 toneladas en el lapso de enero a mayo del presente año, mientras que durante todo el 2023, la suma llegó a 3.99 toneladas. Dicho de otro modo, este 2024 se han incautado 844 kilos de metanfetaminas por mes, mientras que el año pasado eran 798, en 2022, 647 y, en 2021, 695.
“Estamos en una especie de transición en el consumo y en el combate. Estamos pasando de las drogas tradicionales, como la cocaína, mariguana, amapola y demás, a las drogas químicas, con las metanfetaminas y con el fentanilo, esto en la parte del consumo.”
Este panorama se agudiza al tratar de la cocaína, lo que hace patente la necesidad de una explicación más amplia. Transcurridos 5 meses, se informó que fueron incautadas 1.22 toneladas del narcótico al norte de Sonora, lo que contrasta con los 440 kilogramos asegurados en todo el 2023, con los 950 de 2022 y con los 380 de 2022.
“En el combate, hay que decir que son muy diferentes las capacidades que se requieren para identificar fentanilo o metanfetaminas, en comparación con lo que requiere la cocaína y la mariguana. (Actualmente) se habla de una especie de reconversión de tecnología en la frontera, yo creo que estamos en esa coyuntura y probablemente eso se esté reflejando en las estadísticas”, señaló el vocero de CCSP de Sonora.
Sin embargo, el especialista precisó que la información hecha pública por ambos gobiernos se reduce a datos puntuales, y con frecuencia desactualizados, sobre decomisos, atención médica a consumidores y prácticamente nada relacionado con el flujo de narcóticos que realmente atraviesa la frontera entre México y Estados Unidos.
“No hay una correspondencia entre la prioridad que se le da al tema y el trabajo de los gobiernos de ambos lados. No tenemos información, no sabemos qué acciones se están tomando, no sabemos qué éxitos han tenido, no sabemos cómo se ha mantenido el consumo, no sabemos cuánto se está traficando de un lado de la frontera a otro, nomás tenemos información aislada”.
En este contexto, las explicaciones del fenómeno se ven obligadas a permanecer como hipótesis (que los esfuerzos de los gobiernos están dando resultado al obstaculizar el narcotráfico, o todo lo contrario, que el tráfico sigue al alza impulsado que la demanda…) y signos aislados que se fundan en el entendimiento que se tiene sobre la naturaleza del negocio.
“En nuestra frontera se ve que está creciendo la violencia por el conflicto entre las bandas, y las bandas entran en conflicto cuando hay territorios que son muy atractivos en términos de rentabilidad por el tráfico de drogas. Ese podría ser un indicador de que no ha bajado el tráfico”, afirmó Paz Pellat.
Fentanilo
En el transcurso de los últimos meses, el propio Paz Pellat mencionó ante diversos medios de comunicación que Nogales, Sonora se ha convertido en la entrada principal del fentanilo con destino a los consumidores del mercado estadounidense.
Esta condición se refleja en que, por primera vez, los decomisos del narcótico realizados al norte de Sonora superan los aseguramientos en la zona que colinda con Tijuana. Esto, a pesar de que el tonelaje de drogas (al contemplar marihuana, ecstasy, LSD, las propias metanfetaminas y cocaína y otras) incautadas en la segunda de estas regiones, la de San Diego, equivale a 4.5 veces el de la primera.
En concreto, la información de las autoridades estadounidenses indica que durante el presente año se han incautado 715 kilogramos de fentanilo cada mes en el sector de Tucson, mientras que un año atrás se hablaba de 479 y, un año antes, de 200 kilogramos.
En contraste, las cifras referidas a San Diego indican que el aseguramiento de fentanilo por mes se ubica en 388 kilogramos durante el 2024, mientras que en 2023 eran 480 y, un año más atrás, 293.
Sin embargo, y de nueva cuenta, la información no es suficiente para develar lo que ocurre con la droga sintética. Esto se pone de manifiesto, de acuerdo con Paz Pellat, con relación a los señalamientos del gobierno estadounidense que atribuyen a México la responsabilidad de la producción del narcótico.
“No es cierta la acusación de Estados Unidos de que todo el fentanilo entra a través de México ¿tú crees que, si es tan buen negocio, no se pudiera fabricar también en Estados Unidos?”.