PUEBLA, Pue., (apro).- Susana N. pasó de sobreviviente de un intento de feminicidio a ser encarcelada por el supuesto secuestro de su expareja, quien hace seis años le propinó 17 puñaladas, sin recibir castigo.

La joven, junto con tres de sus familiares, fue recluida en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Tehuacán, cuando estaba a unos días de presentar su examen profesional como licenciada en Educación Primaria, por lo que sus maestros, compañeros, familiares y amigos se manifestaron este día para exigir que se le permita titularse.

Con un promedio de 9.7 en la carrera, la joven ha solicitado que se le autorice presentar su titulación desde la cárcel. El examen estaba programado para este miércoles, pero no fue autorizado, aunque ya se iniciaron los trámites para que se pueda llevar a cabo.

“Justicia para Susy, justicia para Susy”, “Señor juez, revise otra vez”, “Susy y su familia son inocentes”, “Susy titulada, no sentenciada”, gritaron sus compañeros, maestros, sinodales y asesores de tesis, afuera del reclusorio.  

Además de pedir que se respete el derecho a la educación de Susana, exigen que se revisen las acusaciones en su contra, pues su expareja Daniel N., quien hace seis años le ocasionó 17 heridas con un puñal, ahora la acusó a ella y a sus familiares de haberlo secuestrado el 12 de marzo de este año para supuestamente exigir un rescate de 500 mil pesos.

“Los sueños de Susy se ven frustrado porque la fiscalía defiende a su agresor ¡Le robó años de paz y hoy le quiere robar su futuro! Susana estamos contigo, seremos escuchados”, dice uno de los mensajes que se publicaron en las redes sociales para apoyar a la joven madre quien ahora está encarcelada.

Mientras que no hubo castigo para su expareja por el intento de feminicidio cometido en 2018, este 23 de junio Susana y sus tres parientes fueron detenidos y vinculados a proceso el 28 de junio.

La joven fue descrita por sus maestras y maestros como una estudiante dedicada y comprometida, orgullosa de sus raíces popolocas, que retomó sus estudios y se esforzó con esperanza de convertirse en maestra para darle una mejor vida a sus hijas. Incluso revelaron que presentó el examen para una plaza y obtuvo un puntaje que le permitiría lograr el trabajo de maestra.

“Esto debería culminar con ella recibiendo un título, no una sentencia”, reclamó uno de sus maestros, quien pidió revisar el caso al considerar que se está cometiendo una injusticia contra ella y su familia.