CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–Una masiva afluencia de votantes a las urnas se apreciaba este domingo en la Ciudad de México, donde el fuerte calor, que a las dos de la tarde llegó a 31 grados centígrados, no impidió que los capitalinos, quienes integran el segundo padrón electoral más grande del país, se volcaran a la urnas para emitir su sufragio.

Era como un día de fiesta extraño en el que miles de votantes hicieron de su asistencia a las urnas un plan de domingo. Muchos niños aguardaban a sus padres en las afueras de los centros de votación, otros más los acompañaban de la mano mientras estaban formados en las filas, filas que lucían largas, desbordadas en algunos casos por ciudadanos ávidos de expresar sus preferencias políticas.

En Iztapalapa, un bastión de Morena en el que ese partido obtuvo el 57.7% de los sufragios en las elecciones por la Alcaldía en 2021, muchos votantes proclamaban de manera abierta su adhesión a la candidata de ese movimiento a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, exalcaldesa de esa demarcación.

“Aquí somos 100% Clara, 100% Claudia (Sheinbaum y 100% Obrador”, dice la señora Susana, que madrugó para votar en el centro de votación en la escuela primera “Gaudencio Peraza” de la colonia San Miguel Teotongo, en el corazón de Iztapalapa, donde más tarde había de votar Brugada.

Según la señora Susana, tanto Brugada, quien fue alcaldesa durante dos periodos, hasta su renuncia el año pasado para contender a la Jefatura de Gobierno, como el presidente Andrés Manuel López Obrador, “han hecho mucho por los pobres, por los jodidos, y aquí hay muchos jodidos que estamos muy agradecidos con ellos”.

En Iztapalapa, asegura, “no hay compra de votos, no hay nada de eso, porque todos votamos por Morena”.

En cambio, en el centro de votaciones de la Preparatoria “Isaac Ochoterena” de la alcaldía Cuauhtémoc, muchos de los votantes que hacía fila eran partidarios de los candidatos de la coalición PAN-PRI-PRD Xóchitl Gálvez, aspirante a la presidencia, y del abanderado a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Santiago Taboada.

Dos muchachos en pantalón corto y gafas oscuras que hacían fila tomados de la mano no tuvieron reservas para proclamar su adhesión a Xóchitl, a Taboada y a la candidata opositora a la alcaldía Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega.

“Morena nos ha fallado”, dice Carlos, uno de los muchachos, quien se queja de que en varios parques de la colonia Juárez “los morenistas han dejado que se instalen en tiendas de campaña migrantes haitianos, venezolanos y cubanos” cuya situación social “es deplorable y están en muy malas condiciones”.

A Carlos no le importa que Morena no gobierne Cuauhtémoc desde 2021. Le importa más “que López Obrador no quiere a la clase media y eso va a afectar a su candidata (a la alcaldía Katy Monreal) y por eso voy por Taboada y por Alejandra”.

En 2021, las elecciones por la alcaldía de Cuauhtémoc las ganó con el 38% de los votos Sandra Cuevas, entonces candidata de la coalición PAN-PRI-PRD y hoy aspirante al senado por Movimiento Ciudadano.

El señor Miguel Ángel, ingeniero de la UNAM, está decepcionado “de todos los que nos han gobernado” y quiere un cambio, pero prefiere no decir si votará por la oposición o en blanco.

“Lo que sí puedo decir es que creo que Morena va a ir para atrás, quizá no en la presidencia, pero en las alcaldías hay mucho descontento”, afirma.

La expectativa es grande, muchos votantes denotan cierto nerviosismo, hasta miedo “de lo que pueda pasar”, como Sergio, un treintañero que pregunta: “¿se puede poner feo esto, será..?”

El calor ya anda en 31 grados centígrados y las filas en varias casillas del centro de la ciudad son largas. Algunas doblan la esquina. Los votantes usan gorras, toman agua en botellas y termos, algunos compraron abanicos a un vendedor ambulante que también trae sombrillas para cubrirse del sol y “gorras safari con protección solar”.

En una casilla especial ubicada en el centro, en Claustro de Sor Juana, la fila da la vuelta a la equina en Isabel La Católica. “Tengo tres horas aquí, esto es un desastre”, dice Laura, estudiante de economía que está registrada como votante en Puebla y que quiere votar aunque no se encuentre allá.

Muchos votantes se quejan de los largos tiempos de espera, de tres, cuatro y hasta siete horas; del calor y “de la organización”, pero ahí están, firmes y decididos a expresarse políticamente en las urnas.

La Ciudad de México suele tener una alta participación de votantes en cada elección, en especial cuando está en juego la Jefatura de Gobierno.

En los comicios de 2018, cuando la hoy candidata presidencial de Morena se convirtió en alcaldesa de la ciudad, la participación llegó al 70%, en el 2021, cuando se renovaron las alcaldías, a 52%.

“Aquí hay mucho en juego, y con una participación masiva gana Taboada”, dice un votante en una casilla ubicada en General Prim.

“Tas loco”, le dice un señor ya mayor formado detrás de él.

La secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, dijo en una rueda de prensa en el centro de campaña de Clara Brugada que la amplia participación de la ciudadanía en esta jornada electoral ha hecho a la oposición sentirse “desesperada”.

Pero también del lado de campaña del panista Santiago Taboada celebraron la alta participación como “una señal de esperanza”.