LIBROS
El engaño de Osiel Cárdenas Guillén
Con motivo de la deportación de Estados Unidos de Osiel Cárdenas a México, Proceso ofrece un fragmento del libro “Los cárteles gringos”, de J. Jesús Esquivel (Grijalbo), que será publicado en 2025 y que se reproduce con autorización del autor y de la editorial.Lo siguiente y en referencia a Osiel Cárdenas Guillén, es parte de un capítulo del libro y de lo que en entrevista declaró Oscar Hagelsieb, uno de los agentes encubiertos más exitosos del gobierno de Estados Unidos, desplazado en México, Medio Oriente y países de América Latina.
En reconocimiento a su labor, Hagelsieb fue nombrado jefe del Buró Investigaciones de Seguridad (HSI) del Departamento de Seguridad Interior (DHS). Hagelsieb se jubiló hace unos meses.
—Te voy a dar otro ejemplo sobre el Cártel del Golfo.
—¿Osiel Cárdenas Guillén?
—Sí. Él nos proporcionó información sobre la gente que trabajaba en el cártel, que le eran leales. Fue por eso que se quebró al grupo de Los Zetas, precisamente por eso. No nada más eso. Yo estaba como encargado en Monterrey (Nuevo León) cuando se hizo el trato entre las autoridades (estadunidenses) con Osiel y su abogado.
Se acordó de que se iba a entregar y no recuerdo la cantidad a la que se comprometió a pagar como multa, pero eran muchos millones de dólares que él aseguró pagaría en efectivo, y así lo hizo.
Entonces, desde la cárcel en Houston, Osiel mandó pedir el dinero cuando todavía era jefe del Cártel del Golfo. El dinero lo exigía cada cuatro semanas. Cada plaza tenía que darle un millón de dólares.
Los Zetas tenían entendido que ese dinero se iba a utilizar para que soltaran a Osiel; él los engaño, el dinero era para pagar su multa.
Nosotros nos encargábamos de supervisar cuando se entregaba el dinero en México a las autoridades de Estados Unidos.
Eran velices llenos, repletos de dinero (dólares en efectivo).
Cuando se dieron cuenta el Cártel del Golfo y Los Zetas de que el dinero era para pagar la multa de Osiel, lo dejaron solo; pero ya era muy tarde. Por eso jodieron a Los Zetas y a Tony Tormenta (Antonio Cárdenas Guillén), entre otros narcotraficantes mexicanos.
—Consideras que este tipo negociaciones contribuyen al desmantelamiento del narcotráfico.
—Nunca ayudan y perjudican. Así se juega, ése es el juego; como lo decimos entre los agentes (federales de Estados Unidos).
—¿Nunca se acabará con el narcotráfico?
—No, te he dicho muchas veces que nunca vamos a acabar con el narcotráfico. Ni nunca vamos a acabar con los narcos.
Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo y uno de los fundadores de Los Zetas, fue deportado ayer a México, después de cumplir casi la mitad de una condena de 25 años en Estados Unidos por narcotráfico y violencia.
Aunque las autoridades estadunidenses indicaron que en México se le busca por homicidio y posesión ilegal de un arma de fuego, fuentes federales confirmaron que permanece detenido por delincuencia organizada, delitos contra la salud y lavado de dinero.
En 1992 Cárdenas Guillén fue capturado en Estados Unidos por posesión de cocaína. Tras cumplir parte de su sentencia se le extraditó a México un año después y en 2007 fue capturado y nuevamente enviado a Estados Unidos. Tres años más tarde fue condenado a 25 años de prisión.